No es sencillo....

A la mañana siguiente, me desperté a las 6:15, tome un baño, me puse un pantalón de mezclilla y una blusa de manga larga y cuello alto de color blanco con flores rojas que la adornaban, un delantal color melon, con encaje rosa pastel, qué traía en la maleta, (recordatorio) yo si traía ropa de mi casa, era la ropa que usaba en la fondita, pero para poder escapa sin llamar la atención, tuvimos que disfrazarnos.

En fin, sujete mi cabello en una trenza, con un listón la adorne, use poco labial, y una pizca de perfume, saliendo del cuarto baje directo a la cocina, donde estaba doña Tere, una señora mayor, que tenía entendido era la encargada de que todo estuviera listo en la casa, como la comida, la ropa, así como las compras de biberes. Entre y la salude.

Yo: buenos días señora, algo en lo que pueda ayudarle

Doña Tere : no señorita, el joven dijo que no había necesidad de que usted nos ayudara.

Entonces entró Carmen.

Carmen :¿ quieres ayudar?, apuesto a que no sabes freír un huevo.

Yo:.......

Carmen : acaso no escuchaste, aparte que estas vistiendo, los pantalones son para los hombres que trabajan en el campo. Se ve que no sabes nada, y así quieres meter tus manos en la comida.

Tere: no le haga caso señorita, y tu Carmen, ve a conseguir la leche para el desayuno. Que no tardan en venir.

Carmen salió a ragañadientes.

Yo: se que no soy de aquí, pero puedo aprender, se cocinar, se hacer las labores domésticas, si en algo estoy mal, quiero que me enseñe a hacerlo bien, por favor.

Teresa lo pensó, y con cuidado de que no la viera Eduardo, me dejó ayudarla y me iba diciendo que llevaba cada guisado, qué cantidad y que ingredientes. ¡¡valla!! .... Creí que sabía cocinar muy bien, pero tengo mucho que aprenderle a esta gran mujer, platicamos un poco de a ratos, ella me preguntaba por la ciudad, mi familia, a que se dedicaban y cosas así, pero la verdad no supe como responder el cómo conocí a Eduardo, solo le mencione que lo ayude a llevarlo al doctor, ella me lo agradeció instantáneamente. Me tocaba el turno de preguntarle por su familia y esto me dijo.

Yo: y usted, ¿tiene familia, hijos?

Dña Tere : no, mi única familia es la gente de aquí.

Yo: como así?, nunca se caso Teresita?

Dña Tere: tuve la oportunidad una vez, casi me escapaba con mi único amor de juventud, pero un día antes, lo mataron en una cantina. (suspiro) creo que lo quise tanto, que decidí no volver a casarme o tener otra pareja.

Cuando llegué aquí, ya casi entraba en los 45, llegue junto con don Pablo, vi crecer al joven, ... Él me toma como su nana y yo lo fui queriendo casi como mi hijo.

Me preocupo por el, se que estaba en malos paso, incluso ahorita se que lo está. ¿Tu lo sabes verdad? Sino, porque te traería con el, nunca a traído a una mujer y se que no engañaría a nadie.

Yo:.......(pense antes de contestar) lo se Teresita, por eso tuvimos que venir a escondidas y disfrazados, lo siento por hacer que se preocupara.

Teresa: puedes decirme que sucedió.

Aún pensándolo, le platique todo de manera rápida, crei que se sorprendería, pero estaba tan tranquila que pensé que no me estaba creyendo.

Teresa : eso es todo?

Yo: (nerviosa) si.......

Teresa : no te preocupes, te creo en su totalidad, se me hacia extraño su comportamiento contigo, solo es Que...... creí que tuvieron alguna aventura de amor, no puedo negar que ayer, al verte embarazada sentí mucha emoción, pensé que por fin, él tendría una familia propia, pero mi ilusión termino cuando saliste a cenar y vi que todo fue una farsa, pero ahora conociendo la historia, te doy las gracias por haberlo ayudado, y perdón por tu familia, se que están bien, no debes preocuparte.

Yo no sabía que responder, sentí incomodidad, pues yo no tenia esas intenciones y no creía que fuera a terminar de esa manera, yo solo era su "salvadora" y el mi deudor. ¿Tener un hijo? Si aja, yo seguía siendo virgen y tener una aventura con un completo desconocido no estaba en mis planes, aparte, ¿tener una familia?, si yo, ya tenía una y estaban lejos, gracias a esa decisión por la que me estaban agradeciendo.

Yo : no como cree eso Teresita, yo a tu patrón lo veo como un amigo, es más ahora en adelante también lo voy a ver como patrón, igual que tu, total gasto dinero en mandar lejos a mi familia y debo pagarselo de un modo u otro.

Y si, realmente creía que si le pagaba lo que le gasto por mi familia, podría irme y dejar todo esto atrás, 'o quería deberle nada a nadie, aun que al principio fue culpa de él, no puedo negar que me sentía en deuda, por todo lo que gasto, para hacer que comenzarán de nuevo, en otro país.

Teresa : no como cree?, lo que hizo usted es más que suficiente, para que se le trate como la señora de la casa...

Nos reímos, pero Carmen escucho ese final de nuestra conversación.

Entro furiosa, y colocó la leche en la mesa y salió de ahí.

Teresa : no se preocupe por ella. Esta molesta por lo que acabo de mencionar.

Ayúdeme a colocar la leche en la estufa.

Me dio una ollita de barro para colocar la leche, y la puse en la estufa.

Yo: usted también conoce bien a Carmen verdad?

Teresa: (mientras colocaba café a la leche), si, bueno eso creía, pero se puso muy diferente hace un tiempo, era buena muchacha, pero cuando supo que a su papá le buscaron un nuevo sucesor cambio mucho, si estaba enamorada del joven, pero ahora se ve obsesionada por él, desde que supo de su llegada, no estaba más que ansiosa por verlo, pero al verte llegar con el, estaba furiosa.

Pero se le tiene que pasar, pues el joven la ve como su propia hermana y así a sido siempre, yo le pregunté en muchas ocasiones si tenía alguna intención o alguna señal de enamoramiento hacia ella, pero siempre me dijo que no, que la veía como una hermana menor, por eso la trataba bien y la mimaba pero.... Nunca tuvo la intención de hacerle creer, que podrían estar juntos como pareja, ella se fue ilusionando, hasta que ayer la rechazo y la corrió del comedor, pobre estuvo llorando casi toda la noche, todos sabíamos de sus sentimientos pero nadie quería hacerla caer de su nube, por que no nos correspondía a nosotros.

Yo: si tiene usted razón, pero es lo mejor que pudo hacer, así no dejara que siga creciendo su amor mal correspondido.

Después de poco tiempo, comenzaron a llegar la gente que trabajaba para el rancho, antes de desayunar, Eduardo me presento a todos y cada uno de sus trabajadores, conocí desde las muchachachas que ayudaban a Teresa con las cosas de la hacienda, como al jardinero, a los que trabajaban la tierra, y hasta sus "guarda espaldas", todos me cayeron muy bien, pero sin embargo, si podía notar el odio en los ojos de algunos, como en Carmen, Omar y otras personas".

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