Varias bodas.

Todos los hombres de la reunión la habrían considerado tan apetecible como lo había hecho él. Un trofeo así no se presentaba todos los días. Ni siquiera una vez en la vida. Sin embargo, no iba a precipitarse y casarse otra vez para que una mujer quedara insatisfecha.

Su esposa no supo lo que hacía cuando se casó con él y se fue a otro lado.

Hizo todo lo que pudo, pero el noviazgo fue breve, no se habría casado con él si hubiese sabido todo lo que significaba, y nunca fue realmente feliz.

Sin embargo Grace Pons había ido a Sonora voluntariamente. Pensaba casarse con uno de los hombres que se lo pidiera esa noche. No sabía qué tal le iría con uno de los demás, pero él la trataría como merecía una dama.

Haría bien en casarse con él. Podría aprender a amar a sus hijos y ellos a ella. Se le aceleró el pulso. Con un ímpetu que lamentaría más tarde, buscó las palabras adecuadas.

Sería un honor para mí que me incluyera en la lista de pretendientes, señorita Pons.

Los ojos azules de ella tintinearon a la luz del farol que colgaba de la pared. Él sintió algo en las entrañas como si hubiese saltado desde un acantilado. Quizá lo hubiese hecho.

¿Usted, señor Valverde?

Estoy pidiéndole la mano, seré un buen marido, tengo a alguien que me ayuda con mis hijos y una cocinera, de modo que no se lo pido para que haga las tareas domésticas.

Ella escuchó sin reaccionar visiblemente.

Se lo pido porque creo que podríamos formar una relación satisfactoria para los dos.

Ella le sostuvo la mirada, entiendo.

¿Habría dicho lo suficiente para convencerla de que era la mejor elección?

Soy el abogado de la ciudad, continuó diciendo él, y tengo tres lucrativos negocios, mis hijos y yo asistimos regularmente a la iglesia, formo parte del Consejo municipal y no...

Acepto, dijo ella.

Él parpadeó como si quisiera asimilarlo y, con toda certeza, pareciendo un necio.

¿Así de sencillo?, Bruno puso una cara así como de idiota como que no le caía el veinte aún.

No es una decisión complicada, dijo ella.

¿Debería sentirse halagado? Bruno soltó la respiración. Estaba aliviado. Más aliviado de lo que parecía lógico por la situación.

No había conocido a Grace Pons hasta aquella noche, no le habría partido de corazón si hubiese elegido a cualquier otro, pero supo inmediatamente que se habría arrepentido si hubiese dejado pasar la ocasión sin intentarlo.

Le doy mi palabra de que no la defraudaré.

Ella sonrió, pero no se notó en sus ojos, que reflejaban cierta preocupación... aunque sus palabras la desmintieron, no lo dudo.

La ciudad costera las habitaciones del hotel hasta el final de la semana, le explicó él. Si necesita tiempo para planear la boda... o adaptarse, me ocuparé de que conserve su habitación.

Solo conozco a cuatro personas que podría invitar a una boda, y no sabría por dónde empezar a organizarla, puedo resolverlo si quiere, pero no por mí, por favor, bastará con una pequeña ceremonia.

Entonces, yo me encargaré, se ofreció él, me imagino que el oficiante estará ocupado después de esta noche.

Grace no tenía fantasías de colegiala sobre una boda en la iglesia y un vestido de satén blanco. Casarse con Bruno Valverde era lo mejor que podía hacer para asegurarse el porvenir. Lo habría hecho en una carreta en medio de una tormenta de arena si hubiese hecho falta.

Se oyeron unos pasos y Kenia apareció por la puerta que daba al pasillo. Clavó la mirada en Bruno y se dirigió directamente hacia él.

Echaba de menos tu compañía.

¿Lo anunciamos ahora?, preguntó Bruno a Grace.

Ella asintió con la cabeza.

¿Un anuncio...?, le preguntó Kenia a Grace con el ceño fruncido.

He aceptado la petición del señor Bruno susurró Grace.

Debería habérmelo imaginado, replicó la otra mujer en un tono despectivo, antes de volver a la sala.

Bruno apoyó la mano en la espalda de Grace y la llevó hasta un sitio destacado entre la ruidosa reunión. El inocente contacto le pareció tranquilizador y dominador a la vez. Él encontró a Gonzalo y se inclinó para decirle algo en voz baja. Las cejas de Gonzalo se elevaron como impulsadas por un resorte, sonrió a Grace y se dirigió a la multitud.

¡Atención, por favor!

Se hizo un murmullo seguido por un silencio expectante.

Tenemos un primer anuncio comunicó Gonzalo.

Se oyeron más murmullos y Gonzalo le hizo un gesto con la cabeza a Bruno. Bruno dio un paso al frente.

Creo que voy a ser el primero, Bruno fue mirando todas las caras. He pedido a la señorita Grace Pons que sea mi esposa. Se hizo un silencio sepulcral. Ella ha aceptado.

Se oyeron vítores y algunos gruñidos, que eran de esperar. Celeste se abrió paso para llegar hasta Grace y la abrazó con todas sus fuerzas.

Me alegro mucho por ti, dijo ella.

El Ranchero alto y delgado que Bruno había llamado Franco también se abrió paso y se quedó en medio del círculo.

Yo tengo otro anuncio que hacer.

Adelante, Franco, le animó Gonzalo.

Franco se sonrojó, pero tomó aliento.

Voy a casarme con Celeste, con ella.

Se dio la vuelta para mirar a Celeste y ella le tomó la mano y sonrió de oreja a oreja.

Acabo de una hora, otras cuatro mujeres se habían prometido. Casi todas habían encontrado pareja, excepto Kenia. No había sido porque no se lo hubiesen pedido, pero ella, evidentemente, estaba reservándose para una oferta mejor. Grace, por su parte, nunca tendría una oportunidad mejor que la que tenía en ese momento.

Bruno organizó la ceremonia para el sábado por la tarde. Otras dos parejas iban a casarse el mismo día por la mañana. Grace asistió a las dos ceremonias, una en el juzgado, un pequeño edificio al lado de la oficina del delegado, y la otra en la iglesia de los Testigos de Jehová. Después de la recepción, informal y conjunta, volvió a apresuradamente al hotel para prepararse para su boda.

Aunque Celeste se había casado unas horas antes, su marido y ella se quedaron para la boda de Grace, qué se celebraría en la iglesia a la que pertenecía Bruno. Grace sintió un alivio inmenso cuando oyó que llamaba a la puerta y la abrió para que entrara.

¿Te lo habías imaginado?, le preguntó Celeste. ¿Te habías imaginado en tus fantasías más disparatadas que nos casaríamos?, no, ¿verdad?

Capítulos
1 Prólogo
2 Cambio de aires...
3 No parece una aventurera...
4 Los pretendientes.
5 Varias bodas.
6 La boda de Grace Pons.
7 Esperar a Bruno.
8 Quiero cortejarte antes de llegar a la intimidad.
9 Una ocasión especial.
10 Primera vez en la iglesia.
11 Pasaremos un rato juntos.
12 El arroyo.
13 Un gran padre.
14 Conociéndose un poco.
15 ¿Cómo sacia Bruno sus necesidades básicas?
16 Malos recuerdos.
17 Borrar el pasado.
18 Visita a Celeste.
19 ¿Matrimonio ilegal?
20 Aún no es tiempo.
21 Voluntad de acero.
22 Las compras.
23 Esa mujer no es una dama.
24 ¿Qué espera Bruno de mí?
25 ¿Cómo ser una buena esposa?
26 Me pongo nerviosa cuando estoy con mujeres decentes.
27 Redecoración.
28 El paseo.
29 Sigue el espectáculo.
30 Una gran familia.
31 Todos merecen una oportunidad.
32 Comparaciones.
33 Ser suya.
34 Empieza el ritual del amor.
35 Consumación del matrimonio.
36 No estoy segura de que crea en ese tipo de amor.
37 La gran cena.
38 Un negrito en el arroz.
39 La verdad a flote.
40 ¿Contarle la verdad a Bruno?
41 Dia de la independencia de México.
42 El discurso de Bruno.
43 Sigue la fiesta.
44 Si las cosas hubieran sido de otra manera.
45 Mas humillaciones para Gerardo Ábrego.
46 Se vinieron todas las rameras.
47 Todo fue una mentira.
48 De saberlo, no me hubiera casado contigo.
49 La miraba con el ceño fruncido.
50 Libre como los pájaros.
51 Tu ya sabias la verdad.
52 Mamá.
53 Esperar una semana.
54 El secuestro de Grace.
55 Adiós, Bruno.
56 Grace está embarazada.
57 Nuevamente, se ha ido.
58 Olvidar el pasado.
59 Una felicidad completa.
Capítulos

Updated 59 Episodes

1
Prólogo
2
Cambio de aires...
3
No parece una aventurera...
4
Los pretendientes.
5
Varias bodas.
6
La boda de Grace Pons.
7
Esperar a Bruno.
8
Quiero cortejarte antes de llegar a la intimidad.
9
Una ocasión especial.
10
Primera vez en la iglesia.
11
Pasaremos un rato juntos.
12
El arroyo.
13
Un gran padre.
14
Conociéndose un poco.
15
¿Cómo sacia Bruno sus necesidades básicas?
16
Malos recuerdos.
17
Borrar el pasado.
18
Visita a Celeste.
19
¿Matrimonio ilegal?
20
Aún no es tiempo.
21
Voluntad de acero.
22
Las compras.
23
Esa mujer no es una dama.
24
¿Qué espera Bruno de mí?
25
¿Cómo ser una buena esposa?
26
Me pongo nerviosa cuando estoy con mujeres decentes.
27
Redecoración.
28
El paseo.
29
Sigue el espectáculo.
30
Una gran familia.
31
Todos merecen una oportunidad.
32
Comparaciones.
33
Ser suya.
34
Empieza el ritual del amor.
35
Consumación del matrimonio.
36
No estoy segura de que crea en ese tipo de amor.
37
La gran cena.
38
Un negrito en el arroz.
39
La verdad a flote.
40
¿Contarle la verdad a Bruno?
41
Dia de la independencia de México.
42
El discurso de Bruno.
43
Sigue la fiesta.
44
Si las cosas hubieran sido de otra manera.
45
Mas humillaciones para Gerardo Ábrego.
46
Se vinieron todas las rameras.
47
Todo fue una mentira.
48
De saberlo, no me hubiera casado contigo.
49
La miraba con el ceño fruncido.
50
Libre como los pájaros.
51
Tu ya sabias la verdad.
52
Mamá.
53
Esperar una semana.
54
El secuestro de Grace.
55
Adiós, Bruno.
56
Grace está embarazada.
57
Nuevamente, se ha ido.
58
Olvidar el pasado.
59
Una felicidad completa.

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