Los pretendientes.

Grace miró a Bruno, como si se disculpara y se levantó.

Yo me ocuparé del plato, se ofreció él.

Ella se lo entregó y lo miró con una expresión casi suplicante, antes de levantar la barbilla y darse la vuelta para alejarse con los demás.

Ricardo le tocó el codo y algo oscuro y primitivo se despertó dentro de Bruno. Luego, presentó a Grace a otros tres jóvenes y todos entraron en la casa.

Él se quedó con un vacío desconocido en las entrañas. Era extraño que le hubiera afectado y alterado tan profundamente.

Una noche preciosa. Bruno no se había dado cuenta de que tenía la mirada clavada en el grupo hasta que oyó una voz femenina detrás de él.

Nunca había visto tantas estrellas, siguió ella, nunca he pasado mucho tiempo mirando al cielo para verlas, pero en la ciudad no son tan brillantes.

El pelo moreno de la mujer estaba recogido en un moño muy elaborado y unos rizos le colgaban a los lados de la cara. Su vestido claro resplandecía a la luz de los focos. Lo miró con unos ojos muy oscuros y le sonrió con un sorprendente aire seductor.

¿Eres Bruno Valverde?

Sí, él quería seguir a Grace para cerciorarse de que los perros de presa no la devoraban, ¿tú eres...?

Kenia Garza.

Encantado de conocerte.

Creo que este pueblo habría podido necesitar una docena más de mujeres, dijo ella.

Se necesita ser de una pasta muy especial para aguantar aquí, le contestó él.

¿Crees que las chicas de la señorita Hilda servirán?

Parece que los hombres opinan que sí. Dijo él seguro de que eso era lo que buscaban la mayoría de los hombres.

¿Y tú?, ella lo miró descaradamente a los ojos, ¿estás buscando novia?

No la había buscado hasta hacía media hora. Es posible.

Ella le apoyó una mano en la manga y volvió a mirarlo a los ojos.

¿Ya has visto a alguien que te guste?

A él no le había agradado su acercamiento. Había visto a alguien que le gustaba mucho.

¿Quieres una copa de champán?, evadió la respuesta.

Sí, gracias.

Acompáñame adentro.

La última vez que Grace pudo respirar tranquilamente fue hacía una hora, en el jardín.

Desde entonces, la habían mirado como bobos, le habían sonreído, habían hablado de ella cuando los hombres creían que no estaba prestando atención y había comido tantos pastelillos rellenos de crema que iba a reventar las costuras del vestido. Cuando aquellos hombres descubrieron su afición por los postres, todos, uno detrás de otro, fueron llevándole un dulce.

¿Hasta cuándo iba a durar esa subasta de ganado tan civilizada? Dos hombres se habían declarado al presentarse y otros tres le habían pedido la mano después de algunas galanterías.

Nunca se había imaginado que encontrar marido fuese tan fácil, sin embargo, ¿cómo podía elegir?

El más joven, el que tenía una sonrisa tímida y patillas claras parecía el más seguro y el más entrañable. Era algo aniñado y la juventud e inocencia tenían cierto encanto. El mayor parecía el más adinerado y eso era algo digno de tener en cuenta. La edad no tenía mucha importancia si un marido era un buen hombre.

Sin embargo, la mejilla se le contraía con una mueca cada dos por tres. Independientemente de lo rico que fuese, tendría que aguantar esa peculiaridad durante las cenas de los próximos 30 o 40 años.

Celeste parecía a gusto con un hombre alto que, según le habían dicho, tenía un rancho. Tenía una mirada amable y un sonrisa cálida, pero ella sabía muy bien lo engañosas que podían ser las apariencias.

Era imprescindible que Celeste encontrara a alguien atento y a Grace le gustaría poder estar segura de que él lo era.

La conversación se convirtió en un zumbido alrededor de ella y ya hacía un calor incómodo en la habitación. Miró al círculo de hombres para buscar una escapatoria y vio a Bruno Valverde. Estaba como un faro inmutable en medio de una galerna.

Aunque todos los hombres vestida de una forma parecida, Bruno llevaba el traje oscuro y la camisa blanca con una elegancia que resaltaba su estatura y la anchura de sus hombros. Tenía los pómulos marcados y las cejas oscuras eran tajantes, pero sus ojos amables y los labios bien delineados suavizaban su aspecto.

Discúlpeme, le pidió a su pretendiente más cercano para dirigirse hacia Bruno.

Kenia estaba con él y al verla acercarse su expresión adoptó un aire depredador. Se acercó un poco más a Bruno y la miró con recelo.

¿Todo va bien?, preguntó Grace en un tono sereno.

Muy bien, contestó Kenia, aunque miró hacia otro lado.

Tengo que preguntar una cosa al señor Valverde, Grace se dirigió a él, ¿podría hablar un momento con usted?, y al ver que Kenia prestaba atención dijo, a solas.

Naturalmente, él miró a Kenia, discúlpanos.

Él la llevó a un amplio pasillo con las paredes forradas de madera y cuadros enormes de paisajes y escenas de caza. Había mesitas con paños bordados que tenían candelabros y baratijas.

¿Qué pasa, señorita Pons?

¿Conoce al ranchero que se llama Franco?

¿Franco González?, sí, lo conozco. ¿Está pensando en casarse con Franco?

No, pero mi amiga Celeste está pensando en aceptarlo, A ella le pareció captar cierto alivio en sus elegantes facciones. Sin embargo, quiero estar segura de que es digno de confianza, de que no es violento.

En las cejas con sorpresa, pero contestó inmediatamente.

Franco es un buen hombre. Honrado y trabajador. Que yo sepa, trata bien a sus empleados. El verano pasado se construyó una casa en la zona sudoeste de sus tierras, no está lejos de la ciudad.

¿Cree que será un marido respetuoso?

Sus miradas se encontraron durante más tiempo del que él necesitaba para contestar. Grace sabía cuándo atraía a un hombre, pero esa fue la primera vez que sintió una reacción positiva a su interés.

Se sintió inexplicablemente a salvo con él.

No tengo motivos para pensar lo contrario contestó Bruno mirando hacia otro lado.

Gracias.

Era evidente que Bruno Valverde estaba incómodo. No sabía nada sobre ella, por eso, la súbita vergüenza que sintió no se le dio a que él la censurara. Tenía que haberse equivocado al creer que había vislumbrado algún interés por su parte. Grace se dio la vuelta hacia la puerta.

Bruno no debería sentirse defraudado porque ella solo hubiese querido preguntarle algo por el bien de su amiga. ¿Qué había esperado? Grace Pons, además de hermosa, era ilustrada, educada y elegante. Su preocupación por su amiga lo había conmovido. Sería un necio si no la considerara la pareja idónea para un hombre de su posición. además de sus virtudes externas y más evidentes, era bondadosa y podría hacer una influencia beneficiosa para sus hijos.

¿Y usted?, le preguntó él antes de que pudiera marcharse del pasillo.

¿Yo...?, preguntó ella dándose la vuelta.

¿Se ha fijado en alguien?, ¿quiere preguntarme por alguien para usted?

Ella volvió a acercarse unos pasos sin contestar.

¿Alguien le ha hecho una proposición?, insistió él.

Ella asintió con la cabeza.

¿Quién?

El dueño del periódico.

¿Gonzalo Arias?

Sí el ranchero de Álamos. Tiene tierras que van al valle.

Bruno no pudo imaginársela en un rancho.

El señor Saúl Sosa, siguió ella después de pensarlo un poco.

¿Tres? Saúl Sosa no era un mal hombre, pero pasaba en el bar los viernes y sábados.

Y unos cuantos más, añadió ella.

¿Seis? ¿Ocho? Naturalmente, no le extrañaba.

Capítulos
1 Prólogo
2 Cambio de aires...
3 No parece una aventurera...
4 Los pretendientes.
5 Varias bodas.
6 La boda de Grace Pons.
7 Esperar a Bruno.
8 Quiero cortejarte antes de llegar a la intimidad.
9 Una ocasión especial.
10 Primera vez en la iglesia.
11 Pasaremos un rato juntos.
12 El arroyo.
13 Un gran padre.
14 Conociéndose un poco.
15 ¿Cómo sacia Bruno sus necesidades básicas?
16 Malos recuerdos.
17 Borrar el pasado.
18 Visita a Celeste.
19 ¿Matrimonio ilegal?
20 Aún no es tiempo.
21 Voluntad de acero.
22 Las compras.
23 Esa mujer no es una dama.
24 ¿Qué espera Bruno de mí?
25 ¿Cómo ser una buena esposa?
26 Me pongo nerviosa cuando estoy con mujeres decentes.
27 Redecoración.
28 El paseo.
29 Sigue el espectáculo.
30 Una gran familia.
31 Todos merecen una oportunidad.
32 Comparaciones.
33 Ser suya.
34 Empieza el ritual del amor.
35 Consumación del matrimonio.
36 No estoy segura de que crea en ese tipo de amor.
37 La gran cena.
38 Un negrito en el arroz.
39 La verdad a flote.
40 ¿Contarle la verdad a Bruno?
41 Dia de la independencia de México.
42 El discurso de Bruno.
43 Sigue la fiesta.
44 Si las cosas hubieran sido de otra manera.
45 Mas humillaciones para Gerardo Ábrego.
46 Se vinieron todas las rameras.
47 Todo fue una mentira.
48 De saberlo, no me hubiera casado contigo.
49 La miraba con el ceño fruncido.
50 Libre como los pájaros.
51 Tu ya sabias la verdad.
52 Mamá.
53 Esperar una semana.
54 El secuestro de Grace.
55 Adiós, Bruno.
56 Grace está embarazada.
57 Nuevamente, se ha ido.
58 Olvidar el pasado.
59 Una felicidad completa.
Capítulos

Updated 59 Episodes

1
Prólogo
2
Cambio de aires...
3
No parece una aventurera...
4
Los pretendientes.
5
Varias bodas.
6
La boda de Grace Pons.
7
Esperar a Bruno.
8
Quiero cortejarte antes de llegar a la intimidad.
9
Una ocasión especial.
10
Primera vez en la iglesia.
11
Pasaremos un rato juntos.
12
El arroyo.
13
Un gran padre.
14
Conociéndose un poco.
15
¿Cómo sacia Bruno sus necesidades básicas?
16
Malos recuerdos.
17
Borrar el pasado.
18
Visita a Celeste.
19
¿Matrimonio ilegal?
20
Aún no es tiempo.
21
Voluntad de acero.
22
Las compras.
23
Esa mujer no es una dama.
24
¿Qué espera Bruno de mí?
25
¿Cómo ser una buena esposa?
26
Me pongo nerviosa cuando estoy con mujeres decentes.
27
Redecoración.
28
El paseo.
29
Sigue el espectáculo.
30
Una gran familia.
31
Todos merecen una oportunidad.
32
Comparaciones.
33
Ser suya.
34
Empieza el ritual del amor.
35
Consumación del matrimonio.
36
No estoy segura de que crea en ese tipo de amor.
37
La gran cena.
38
Un negrito en el arroz.
39
La verdad a flote.
40
¿Contarle la verdad a Bruno?
41
Dia de la independencia de México.
42
El discurso de Bruno.
43
Sigue la fiesta.
44
Si las cosas hubieran sido de otra manera.
45
Mas humillaciones para Gerardo Ábrego.
46
Se vinieron todas las rameras.
47
Todo fue una mentira.
48
De saberlo, no me hubiera casado contigo.
49
La miraba con el ceño fruncido.
50
Libre como los pájaros.
51
Tu ya sabias la verdad.
52
Mamá.
53
Esperar una semana.
54
El secuestro de Grace.
55
Adiós, Bruno.
56
Grace está embarazada.
57
Nuevamente, se ha ido.
58
Olvidar el pasado.
59
Una felicidad completa.

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