Capitulo 8

Las horas seguían pasando y ya todos empezaban a sentirse cansados y con hambre, Elvis discutía con sus compañeros, reclamando por no guardar más frutas que los ayudarían a obtener fuerza y llegar con bien, todos imaginaron que en un par de horas, llegarían al lugar destinado.

Pero no fue así, Perla y felipe pagaban su rabia con Sol y Ángelo, que hacía lo imposible por cuidar de la indefensa de Sol, las frutas que llevaban y el agua, se la tomaron toda y aún no veían nada donde les indicará la llegada, eso los desesperaba, no imaginaron que el bosque sería tan grande, que su destino estaba tan lejos, en ese momento lo que les emociono al principio, ahora solo les daba rabia.

_Sol quiere hacer una necesidad._

Comento Ángelo con "miedo", Sol lo quedó viendo, sorprendida, eso lo había pensado ella en su mente y lo dijo él.

_Que se espere, debemos llegar rápido._

Replicó Perla molesta.

_Déjala, podemos seguir nosotros._

Dijo Felipe.

Sol volteó a los lados y a un gran árbol se acercó, pudo hacer pipi y correr para alcanzarlos, antes de llegar, Ángelo la aló a un árbol que estaba unos metros más adelante, tapando su boca, mientras la pegaba más a el para que no gritara y forjara.

_No grites, soy yo._

Hablo a solo centímetros de su cara, Sol asintió y cuando la soltó, le quiso dar un golpe, pero Ángelo fue rápido y la detuvo.

_Solo quiero que comas y bebas agua._

Señalo ojos azules, dándole una fruta y un poco de agua, salió del árbol sin decir nada más, dejando a Sol más confundida y con el corazón palpitando descontroladamente, no de miedo, esta vez era diferente, comió rápido y salió corriendo para alcanzarlos.

_¿Por qué tardaste tanto?_

Reclamó perla, viéndola de arriba a abajo.

_Déjala bebé, ¿quiere que te explique lo que hizo?_

Se expresó felipe con asco, perla también puso cara de asco y siguió el camino, quejándose, Ángelo volteo a verla y le guiño el ojo, haciendo que el corazón de Sol latiera nuevamente sin control.

En el otro extremo del bosque, ya el miedo empezaba apoderarse de todos, al escuchar el aullido que les confirmaba que el lobo estaba cerca, pero esta vez el aullido era diferente, no era el mismo, ¿acaso eran muchos lobos? ¿Se trataba de una manada? Si era así, sus vidas estaban en peligro, esta vez no se salvaría ninguno.

_¿Un lobo? ¿Qué hacemos?_

Replicó Elba, asustada.

_Tranquilízate amor, se escucha lejos, llegaremos antes que él, si caminamos más rápido._

Afirmó Elvis, para tranquilizarlos.

_Debimos agarrar frutas y traer más agua._

Reclamó pedro.

_No empieces pedro, si tanto te arrepientes, lo hubieses hecho solo._

Le grito Elvis, apuntándolo con el dedo.

_Tu insistencia de que llegaríamos rápido, no me dejó._

Señaló molesto, ahora entendía las palabras del director, debieron trabajar en equipo.

_Basta, amor, no entremos en conflicto, mejor caminemos, llevamos cuatro horas caminando, ya no nos debe quedar mucho para llegar._

Lo calmo Zoila, viendo su reloj, pedro, no estaba muy convencido, pero siguió el camino dándole el último poco de agua a su novia.

Sus pasos eran ya de cansados, moviendo gran parte de hojas y palos que se le atravesarán, La hermosa Sol, no dejaba de ver a Ángelo y eso le gustaba a él, guiñándole el ojo cuando la descubría viéndolo, poniendo roja a la chica, nuevas curiosidades empezaba a sentir ella, en un lugar donde solo podía tener miedo, ella sentía curiosidad por saber que se sentía un beso, arrepintiéndose de inmediato, como pensaba en esas cosas, si ni sabía ya lo que les podía pasar.

_(¿Qué te pasa Sol?)_

Pensó para ella, Ángelo la vio y sonrió, se fue acercándose y le susurró algo que la dejo helada.

_Yo también lo deseo._

Le Susurró, Sol abrió sus ojos grandes, en ese mismo instante perla vio la sonrisa de Ángelo y la sorpresa de sol, sintiendo molestia o envidia de que tan hermosa sonrisa, la tuviera sol.

_Miren nada más, ¿los tortolitos tienen algo?_

Les hablo con sarcasmo y molestia, Felipe se echó a reír.

_Tal para cual._

Exclamó burlón.

Felipe estaba a punto de agarrar el hombro de Ángelo, cuando un aullido se escuchó, Ángelo se tensó, observo a Sol que solo tenía una mirada y casi una sonrisa, demostraba que no tenía miedo, solo emoción de volver a ver el lobo, Sol al darse cuenta de que casi sonríe con alegría se arrepintió.

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Comments

Maria Elena Espinoza

Maria Elena Espinoza

quizás con esa cariño que le hizo el lobo a Sol, le transmitió no tener miedo y así lo siente ella y que bueno así para que no la traten mal los demas

2024-03-29

2

Rubi Borges

Rubi Borges

uy eso fue raro pero increible

2024-03-21

2

Josefina Leonisa Alvaro Ruiz

Josefina Leonisa Alvaro Ruiz

Si Anhelo no es el lobo , será el profesor?

2024-02-23

3

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