Capitulo 12

La curiosidad de los chicos, al seguir escuchando el bullicio fue más poderosa, que el miedo, Elvis fue ayudado por pedro y Zoila, mientras sol tomo los bolsos, esta vez lo hacía por qué se lo pedían de la mejor manera, como un favor, ya no era como una esclava o por maldad.

Trataban de caminar lo más rápido posible, mientras los gritos se escuchaban más fuertes, pidiendo auxilio y ayuda, en sus gritos se podía sentir el dolor que sentían.

Sol pensaba en ese lobo blanco, estaba más preocupada por él, que por los chicos, sentía culpa por eso, pero no podía manejar sus sentimientos.

Ya estando lo suficientemente cerca para observar todo, podían ver cómo el lobo gris rasguño la cara de perla, dejándolos atónitos por el grito que pego, Zoila tapaba su boca para no gritar y ser descubierta por ese feroz animal.

Todos pudieron sentir el dolor que ella sintió, como si no fuera suficiente, Elba trataba de alejar el lobo blanco, pero fue muy rápido para llegar a ella y morder su mano, su preciosa y suave mano, había quedado destrozada.

Mientras Felipe huía lo más rápido posible, sin importarle lo que le estaba pasando a su novia y amiga, solo corría por su vida.

Los chicos veían aterrados, pero más confundidos, no sabían el porqué esos lobos solo mordían y rasguñaba, sin la mínima intensión de comérselos o matarlos por completo.

_Auxilio, ayuda._

Chillo Elba, con las pocas fuerzas que le quedaban, por él gran dolor que le causaba esa mordida, un espeluznante aullido dejaron los lobos antes de marcharse, dejando a ambas chicas bañadas en sangre.

Sol junto a los demás salieron, esta vez no pudo ver la mirada del lobo, pero sí quedó aterrada por como veía a las chicas sufrir, no era un motivo para sentirse contenta.

_¿Están bien?_

Les hbalo Zoila, acercándose muy preocupada.

_Amor, mira mi mano, mi dedo._

Le mostraba Elba, Elvis solo observaba la mano de la chica temblando, la mitad de su dedo meñique no estaba y su mano se veía lo mal que estaba, que quedaría fea, con cicatrices, Elvis sintió pena por ella, pero aun así, por su cabeza, no paso abandonarla como ella lo hizo.

_Elba me alegra saber el tipo de mujer y novia que eres, así no quedarme a tu lado, ahora estás como yo, pero ya no somos nada._

Se expresó sin dejarse llevar por los sentimientos, Pedro le ayudó a caminar.

Zoila y sol se acercaron a Perla, quien parecía loca, no quería quitar su mano de su cara, solo se veía su sangre gotear entre sus dedos, en su mejilla derecha tenía tres rasguños, era imposible que no quedara cicatrices con lo profundas que eran.

_Soy fea, seré un monstruo._

Hablo Perla, viendo a la nada, mientras sus lágrimas bajaban por sus mejillas.

_¿Es un castigo?, si es un castigo por ser tan cruel._

Afirmó ella, llorando como nunca, al ver a Sol la agarró por los pies, suplicando perdón, pidiéndole que la sacara de ahí.

el corazón de la chica se estrujó, no era capas de sentir satisfacción por lo que estaban pasando.

_No sé cómo._

Declaró ella, su corazón dolía tanto, no lo veía justo para ellos, ser tan crueles, dejar una marca tan profunda, ¿pero no era una cicatriz profunda el bullying?

Sol se alejó lo más que pudo, saco su teléfono con desespero y empezó a marcar a ese número que la llamaba, aunque le pidió que no llamara, no podía con más, sabía que era él, el culpable de todo.

Molesta gritaba al teléfono, por no recibir respuesta, pero no paraba hasta que por fin atendieron.

¿📲_ Que parte de que "NO LLAMES" no entendiste?_

Le grito esa vos imponente.

📲_ Ya no quiero que hagas eso, no me hace feliz que sufran así._

Un silencio se escuchó y luego un suspiro molesto.

📲_ Crees que ellos pararián de hacerte bullying, crees que lo que te hacen no se puede volver peor, más brutal, hasta ocasionarte la muerte, deberías agradecer que los dejo vivir, pero con una marca imborrable, que sientan lo que tú y otros sienten._

Sol no pudo decir nada más.

📲_ No vuelvas a llamar, NO LLAMES._

Le dejo claro antes de colgar, sol se sentó sobre sus pies, no podía creer que todo lo que estaba pasando, era por ella.

_¡Sol!_

Se escuchó el llamado de Ángelo, seco sus lágrimas y camino hacia donde venía él, al verlo sintió un poco de paz, no pudo contenerse y lo abrazo.

_¿Dónde estabas? ¿Por qué te separaste de los chicos?_

Reclamo Ángelo, sol no respondió, solo lo abrazo más fuerte.

_Es mi culpa, todo es mi culpa, tengo miedo._

Afirmó Sol, entre Sollozos.

_Nada es tu culpa, Nada te pasará, no tengas miedo, yo estoy contigo._

Le aseguró Ángelo, besó su frente, Sol se quedó unos minutos con sus ojos cerrados, olvidando todo por un momento, sintiendo que estaba en otro lugar, sus sollozos iban desapareciendo muy lentamente, hasta ya estar tranquila y volver con los demás, observando lo mal que estaban.

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