Luego de ese día en el hogar O'Suallivan Doyle nada fue lo mismo.
La angustia y el desespero de no encontrar a Elvira, dio paso a una profunda tristeza.
Noches de llanto y días de incertidumbre era el pan de cada día.
Robert descuidó su empresa y se dedicaba a pasear por las calles con una fotografía de su amada princesa preguntando si alguien la había visto.
Su hermano Richard tuvo que viajar de Nueva Yérsey para hacerse cargo de la compañía de pavimentación.
Kayla intentaba ser fuerte por sus hijos, pero en la soledad lloraba y se lamentaba ser tan dura con su única hija.
Dormía en la habitación de Elvira aspirando su ropa que aún conservaba su olor.
Johan tuvo que madurar a la mala, dejo de lado sus videos juegos y hasta renuncio al equipo de futbol americano, para ayudar a sus hermanitos.
Todos los días los niños preguntaban por Ela y él no sabía que decirles.
Johan lloraba a solas en su habitación abrazando una foto de Elvira y clamaba a Dios que donde quiera que este se encuentre bien.
Un infierno era poco para el dolor y la tristeza que la familia vivía.
Si tan solo no la hubiera presionado, si tan solo hubiera hecho las cosas diferente, si tan solo no la hubiera comprometido, hoy ella estuviera en casa repetía Kayla todas las noches, mientras Robert trataba de sacarla y llevarla a la recámara matrimonial.
Todos estaban sufriendo, pero Kayla la pasaba peor.
Dejo de arreglarse, casi no se alimentaba, porque cuando intentaba comer rompía en llanto al pensar que tal vez Elvira no había comido.
Johan hacia lo posible porque sus hermanos no vieran el sufrimiento de su mamá, los llevaba al parque por helados, jugaba a la pelota en el jardín, o simplemente los ponía a ver televisión.
El matrimonio pasaba por una crisis, nada ni en millón de años los hubiera preparado para algo así.
Layla y Louis venían a apoyar con el aseo de la casa y hacían de todo por ayudar a su hermana que poco a poco se sumía en la depresión.
Robert sufría a horrores y lo peor no tenía en quien apoyarse.
El pobre Johan con solo 14 años carga el peso del mundo sobre sus hombros.
La búsqueda no cesaba, toda la comunidad gitana se abocó a encontrarla.
La policía hacia la investigación, pero parecía que se enfrentaban a un muro de concreto.
Al poco tiempo Elvira figuraba en la cartelera de desaparecidos, la búsqueda policial se detuvo al no tener pruebas ni la menor idea de lo ocurrido.
Algunos incluso aseguraban que Elvira Anne O'Suallivan Doyle estaba muerta.
La sola idea de no volver a contemplar el celeste de sus ojos o el maravilloso hoyuelo que se forma en su mejilla cuando ríe hacían que el corazón de Robert se estruje de dolor.
Robert no deseaba tomar licor, pero se sentía tan vacío y solo; que poco a poco fue cayendo en la bebida.
La situación era preocupante para toda la familia.
Dos meses habían transcurrido y la situación empeoraba.
Se mantenían a flote por la ayuda de Richard, Layla y Louis.
Johan se convirtió en el soporte de todo, pero llevaba una carga tan pesada que enfermo.
Una fiebre tan fuerte que le hizo convulsionar tendido en medio de la sala en presencia de Steven y John sus hermanos quienes gritaban aterrados, mientras Dylan en su inocencia reía sin saber que su hermanito se encontraba al borde de la muerte.
Lo que hizo que Kayla corriera escaleras abajo y Robert soltara la botella y saliera tambaleándose del estudio para encontrarse con la aterradora escena.
La borrachera se le pasó del susto y corrio a levantar a su hijo en peso, mientras Kayla lloraba aterrada.
Robert no lo pensó, tomo las llaves de la camioneta y salió rumbo al hospital, se sentía tan culpable y rogaba que su hijo aguantara.
John de 8 años corrió a casa de su tía llorando.
Layla y su esposo fueron rápido dejando al pequeño con su hija para que se calmara.
Al llegar a la casa, Kayla intentaba tranquilizar a Steven quien tenía una crisis de asma emocional.
El panorama no era nada alentador, una vez Steven estuvo estable, Kayla corrió a cambiarse y fue con su cuñado al hospital.
Robert condujo lo más rápido que pudo, saltándose varias señales de tránsito.
Llego a la emergencia gritando por ayuda con su hijo en brazos.
Los médicos y enfermeras corrieron a atenderlo.
Llevándolo por un pasillo para estabilizarlo, una enfermera freno el paso de Robert.
Ellos saben lo que hacen señor cálmese y venga conmigo debe darme los datos del menor.
Robert limpio sus lágrimas y la siguió.
Mientras daba los datos y decida como lo encontró no podía parar de llorar se sentía tan miserable, todo era su culpa él era el padre y su hijo hacia su papel en casa.
Los médicos lograron estabilizarlo y le administraron un analgésico para bajar la fiebre y le aliviará el dolor permitiéndole dormir.
Una enfermera colocaba compresas de agua fría para bajar la temperatura.
Le extrajeron sangre para análisis y lo dejaron bajo estricta observación
Robert caminaba de un lugar a otro, mientras en su mente reflexionaba su manera de actuar estos días, por su afán de encontrar a Elvira, la frustración y tristeza de no hacerlo descuido a sus hijos, si algo le ocurría a su hijo no se lo perdonaría nunca.
Kayla llego desesperada junto a su cuñado y al ver a Robert corrió hacia él, su rostro demostraba su preocupación.
Robert como está mi niño dijo con la voz quebrada.
No lo sé aún no me dan noticias dijo con la cabeza gacha no podía mirar a su esposa, cuando todo lo que estaba pasando era su culpa.
Cuñado todo va a estar bien, Johan es fuerte y saldrá adelante, lo abrazo para reconfortarlo.
Robert lloró en su hombro, Bro como podre vivir si le pasa algo, todo es mi culpa descuide a mis hijos, soy un pésimo padre dijo con gran pena.
Eso no es cierto mi amor, eres un padre maravilloso y no todo es tu culpa yo también soy culpable me encerré en mi tristeza sin imaginar que ustedes también sufrían, perdóname mi vida, Kayla lo abrazo.
Robert la estrecho fuerte contra su pecho pidiéndole perdón.
así estaban cuando un médico dijo familiares de Johan O'Suallivan.
Nosotros gritaron los tres y se acercaron rápidamente.
El joven está estable, le administramos analgésico y antipirético, la fiebre ha bajado y ahora duerme, estoy esperando los resultados de los análisis sanguíneos para saber la causa de la fiebre tan alta, mañana debemos realizarle una resonancia magnética para saber si la convulsión no afecto su cerebro.
Lo remitiré a un neurólogo, por el momento debemos esperar.
Agradecieron la información.
El médico se retiró y ellos se abrazaron aliviados de que esté estable y preocupados de las consecuencias de la convulsión.
Ambos debían de tocar fondo para ver el daño que le hacían a sus hijos, el más perjudicado sin dudas era Johan.
Elvira vivía tranquila su libertad, ajena al infierno que vivía su familia, su deseo de libertad no le permitió ver el daño que su ausencia le acarrearía a sus seres queridos.
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Comments
Ariana Cavallaro
Super triste la situación, pero ellos la orillaron a hacer eso. Ojalá consigan el camino nuevamente
2024-08-14
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Irene Salas
Sin duda se volvió un infierno su vida, pero aún así ni la mamá ni el papá veían más allá de su dolor y su sufrimiento encerrándose y olvidando a su familia, sí entiendo lo que es amor por los hijos pero cuando tienes más de un hijo, no puedes olvidar a los demás por uno, que si bien no lo encuentran no hay nada que demuestre que esté muerto y "hacer de tripas corazón" para cuidar de los demás hijos que aún dependen de tus cuidados y de tu amor😢
2024-07-27
1
Patty Molina
debió dejar las pruebas de lo malo que era Jacob y decirles que estaría bien
2024-07-14
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