Cap 10: Un Jacob molesto

A la mañana siguiente.

 El día comenzó de lo más normal, baje y prepare mi propio desayuno, aun cuando mi madre había dejado algo para mi listo.

Los salude con un simple Buen día, nada de besos, ni abrazos como anteriormente hacía.

Me miraron con tristeza, en especial mi padre.

No desayune con ellos en la mesa, lo hice sola en la barra de la cocina.

Lave lo que ensucie y me retire.

Busque mis audífonos, me calse mis tenis y salí a trotar, necesitaba con urgencia respirar aire puro y alejarme un poco.

Papá intento preguntarme a donde iba, aunque tenía los audífonos apagados hice de cuenta que no lo escuche.

Comencé a trotar al rededor de la casa, di dos vueltas y me dirigí a casa de mi tía Layla.

Salude a mis tíos y les agradecí la ayuda brindada el día anterior, bebí un poco de agua y retome mi trote.

Hice un poco de ejercicio en el parque que queda cerca de casa, una vez más relajada regrese a casa.

Papa ya se había retirado a la empresa y mi madre me esperaba enojada.

Intente ignorarla, el estrés que había drenado con el ejercicio regreso multiplicado con el sermón de mama.

Elvira Anne escúchame muy bien jovencita, ya está bueno de tanta grosería de tu parte, me tienes cansada de tu majadería y desobediencia, encima ahora tienes esa actitud de querer aplicarnos ley del hielo y no pienso tolerar tal falta de respeto, Somos tus padres y como tal debes tratarnos, de lo contrario tomaré medidas, me advirtió.

Suspire pesadamente.

Lo lamento madre, dije para amilanar los ánimos.

Voy por una ducha he transpirado mucho, luego ayudaré a Johan con el proyecto de su campamento.

Mi madre asintió y me retiré al dormitorio.

Tome una ducha tibia, me puse ropa cómoda para ayudar a mi hermano con la casa para aves que debe llevar a su campamento de verano.

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Mientras en la oficina del padre de Elvira.

Jacob muy molesto esperaba desde temprano a su suegro.

Robert ingresó a su oficina de muy buen humor, cuando venía en camino recibió una llamada de su nuevo cliente que lo dejo sumamente aliviado.

Jacob maldecía el no haber sabido del contrato millonario de su suegro, sin dudas podría sacar una buena tajada si hubiera vendido esa información

Además eso significaba que Robert se recuperaría económicamente y eso afectaría sus planes.

Jacob llevaba tiempo vendiendo información a la competencia, su objetivo principal era hacer presión para que su boda con Elvira se llevará a cabo antes.

El quería hacerse socio de la empresa de pavimentación inyectando capital y así tener el control de una de las empresas gitanas más estables y reconocidas en el área.

El que Robert haya actuado a sus espaldas le daba a entender que algo no estaba bien, encima tenía a los de la competencia haciendo presión pues querían al trato con la constructora.

Jacob caminaba de un lugar a otro con frustración.

Cuando Robert entro sonriendo encontró a Jacob con mirada inquisidora y molesto.

Robert sé dé buena fuente que has cerrado un trato con la constructora dél complejo residencial, lo que no entiendo es porque no me comentaste nada y encima haces una cena familiar y ni me tomaste en cuenta, dijo visiblemente indignado.

Primero como es que sabes del trato si solo lo sabíamos la familia.

Segundo no tengo que informarte nada del manejo de la empresa.

Tercero no tengo que darte explicaciones de lo que haga, si no te invite es porque era una cena familiar y si bien eres el prometido de mi princesa, aún no están casados, así que teóricamente aún no formas parte de MI familia hizo hincapié en mí.

Jacob al notar la actitud de Robert decidio bajarle un poco a su molestia.

Había quedado al descubierto por su estupidez, ahora Robert sospechaba que lo dicho por Elvira podría ser una realidad.

Robert lo miro inquisidoramente como tratando de descifrar su manera de actuar.

Lo siento suegro, no pensé que pensara de esa manera sobre mí, me preocupa que hombres extraños visiten tu casa y quieran enamorar a mi princesa, intento remediar su metida de pata, justificando su accionar con un ataque de celos.

Robert sonrió de medio lado, supongamos que te creo, pero como y porque sabes del contrato con la constructora Ferrer donde nadie lo sabía, cuestiono.

Suegro es mi deber y lo supe porque llame a la secretaria del señoro Ferrer y me dijo que él se reunió contigo anoche.

Me molesto que no me tomaras en cuenta, y cuando supe por mi primo que tenías visitas en casa anoche me dieron muchos celos.

No deberías mi hija se comportó a la altura de las circunstancias como la señorita que es, además el señor Adam Ferrer fue en compañía de su esposa.

Jacob se marchó a cumplir con su trabajo debía andar con pie de plomo o Robert descubriría lo que ha estado haciendo y ahí si sería su fin.

Aunque Jacob tenía argumentos algo válidos, aun así la duda ya estaba sembrada en Robert.

La competencia estaba reventando el celular de tantas llamadas.

Respondió y comenzó a justificarse y decirles que no podía hacer nada que el contrato había sido firmado y si intervenía Robert descubriría que toda la situación económica era por su causa.

En otro lugar de la ciudad uno de los empleados del detective, quien estaba a cargo del celular clonado grababa la llamada.

Poco a poco las pruebas eran recopiladas y con esta grabación Jacob solo se echaba la soga al cuello.

Sin sospechar nada Jacob y otros dos empleados hablaban de la forma de obtener una ganancia del proyecto de pavimentación.

Uno sugirió cambiar el material de primera calidad por otro inferior y venderlo.

La idea les gusto, pero debían ser cuidadosos.

Lo que no imaginaron es que el detective junto a Pablo habían colocado cámaras y micrófonos en diferentes lugares de la empresa.

Toda la información fue enviada a Elvira quien la guardo en un pendrive de unicornio que usaba para guardar fotos y videos familiares.

Aún no es momento de sacar todo a la luz, su plan era huir del dominio de su familia y si no era con Jacob igualmente la obligarían a contraer matrimonio con un gitano a estar confinada a una vida que no deseaba vivir.

Por el momento dejaría que todos creyeran que tenían el control, aunque pocos sabían que no era y jamás seria así con Elvira Anne la dulce y rebelde gitana que deseaba volar libremente.

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