Conociendo al protagonista original

Al otro día, bien temprano, Fiona, Ana y el Duque fueron hacia una de las murallas que protegían el ducado. Geron se quedó encargado del papeleo en el castillo así que Fiona intentó durante el camino no dormirse por lo silencioso que iba el carruaje.

Ana: me sorprende que no haya ido a caballo duque.

Abel: me gusta más cuando me dices por mi nombre, cariño.

Ana: Ayer solo lo estaba ayudando, no nos conocemos tanto duque, todavía no confío en usted.

Abel: que bueno que vamos a tener tiempo para compartir mientras luchamos.

Y no se equivocaba el duque, llegando a la zona vieron como estos demonios avanzaban sobre un grupo de soldados, y Ana pudo verlo desde lejos

Ana: ¿ese es un niño?

Fiona sin esperar la respuesta saltó hacia donde estaba ese niño, parecía de la misma edad que ella pero mucho más flaco y desnutrido. Ella empezó a atacar con su magia mientras el chico seguía blandiendo su espada, de repente, vino una horda más pesada de demonios que hizo que el niño se desmayara. Entonces lo tomó como si fuera una bolsa de papas y empezó a correr tirando ráfagas de fuego para retrasar a los que querían acercarse. En la muralla, Ana empieza a tirar flechas y el duque empezó a tirar su poder de hielo, congelaba a los demonios mientras Ana con las flechas iba destruyéndolos. Parecía como si hubieran luchado juntos desde siempre, los soldados cerca de los demonios podían ver eso y estaban asombrados, tenían que volver a entrar a la muralla, esta horda era demasiado grande.

Todos al cruzar festejaron, hacía tiempo no tenían u a batalla con tan pocas bajas. Fiona se encargó de llevar al niño a una habitación y mientras descansaba llamó a un médico.

Ana: Fiona, ¿estás bien?

Fiona: Sí, solo me cansé, usar magia y correr con peso muerto es más difícil de lo que parece

Ana: lo bueno es que rescataste a tu príncipe azul

Fiona: ¿Cómo dices? Se le quedó mirando al niño.

Ana: ¿no reconoces a tu media naranja? Digo, ¿a tu protagonista?

Fiona: pero faltan 5 años para que empiece la trama, ah, acabas de confirmar que estamos en tu versión ¿verdad?

Ana: de hecho, es una variante, en lo que leí no tenías doncella, por lo tanto, yo no existía.

Fiona: Dios, me duele la cabeza.

Ana: ¿Por qué mejor no te recuestas en la cama?, hasta que venga el doctor por lo menos. Fiona solo asintió y me hizo caso, debe estar muy cansada como para no protestar.

El médico revisó a ambos que estaban dormidos, tenían la energía agotada además el chico estaba desnutrido asi que dejó una dieta balanceada.

Duque: ¿cómo llegó alguien así a mis filas?

General Sierra: fue enviado por el palacio, ese niño es el segundo príncipe Siegren, Su excelencia.

Duque: lo enviaremos de vuelta

Ana: si me disculpa, Duque, creo que es mejor esperar a que se recupere y ver si se lo puede entrenar, por lo menos se lo vio con agallas y sabe blandir la espada.

Duque: eso es cierto. De todas maneras, yo no me voy a hacer cargo, no soy niñero de nadie.

Ana solo asintió como estando de acuerdo, pero en la historia que ella leyó, el duque le enseña todo lo que sabe y termina siendo su apoyo principal cuando vuelven a la capital. Ahora tenemos que esperar a que Siegren crezca, en 5 años él mata un dragón y es proclamado héroe en el palacio imperial. Tal vez ahí apeoveche yo para irme, no creo que le dure mucho el interes a Abel.

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