Después de ese día estuve en mi habitación durante una semana, por momentos recibía visitas de Fiona o de Zen, definitivamente no es un chico normal y no suena en nada a lo que leí, por suerte no volvió a mencionar lo que escuchó solo viene a preguntar cómo estoy y se queda leyendo algo mientras nos pasamos en silencio esos minutos, después se levanta y se va, ¿raro? Sí, mucho.
Fiona averiguó que sigue saliendo a apostar, pero menos veces por semana, sigue insistiendo que es por su "amor" por mí, y yo sigo insistiendo que no es por eso aunque le doy toda la razón de que no parece ser el hermano de antes. También me contó que Dione terminó en las mazmorras, sin lengua, y sin derecho a un juicio por hablar mal de la familia.
Después de recuperarme volví a mi rutina nada más que agregué un entrenamiento liviano, iba con los caballeros del condado y entrenaba lo básico, la primera semana me dolía todo, pero me fui acostumbrando, una vez por semana Zen me invitaba a tomar el té, no hablábamos y solo me hacía preguntas ocasionales sobre su hermana.
Estuvimos así prácticamente un año y medio, yo que ya venía ahorrando me puse a ver propiedades en otros condados, iba a comprar una casa de dos pisos así ponía un negocio en la planta baja, todavía no estaba segura de qué, pero algo se me iba a ocurrir, un día estaba ordenando mis cosas en mi habitación y entró Fiona.
- Ana, voy al pueblo, ¿quieres ir conmigo?
- Sí, claro. Me preparé y fuimos en un carruaje de la servidumbre, a Fiona no la molestaban como en el original, pero tampoco la amaban. Seguían haciendo sus diferencias, comiendo con ella una vez al mes o no dejándola usar el carruaje familiar. Por suerte, ella se ponía de buen humor si le hablaba de chismes de las otras criadas o cosas que había oído entre los caballeros y trataba de fingir que eso no le importaba mucho, pero yo sabía que sí, ella venía de Corea donde se guardan todo hasta explotar, solo esperaba que sintiera que yo la amaba.
En el pueblo paseábamos por lugares que correspondían a plebeyos, Fiona decía que se divertía más así que se hacía lo que ella decía. Al volver del viaje, Zen me llamó a su despacho y me dijo.
- Me enteré de que llevaste a mi hermana a un lugar de plebeyos.
- Disculpe segundo joven maestro, igual ella es la que da las órdenes y nosotros las seguimos.
- Ya veo, tengo otra pregunta pero... No sé, no sé si tengo ganas de saber la respuesta. Me dijo poniendo sus manos en su mentón como pensando seriamente.
- Dígame señor, voy a intentar responder con sinceridad.
- Tú, ¿vas a irte pronto? Dijo con una expresión rara, parecía que iba a llorar si le decía que sí.
- Todavía no lo sé, ¿puedo preguntar algo? Asintió con la cabeza asique seguí hablando - ¿Por qué le interesa? ¿Por qué sigue visitandome o pidiéndome que lo visite?
- Hace un tiempo, un par de días antes de rescatarte, tuve una pelea por una apuesta, en realidad ellos golpeaban y yo recibía. Ahí tuve un sueño, de que iba a ir a la cárcel por deudas, parecía un sueño, pero me dio mucho miedo por eso intenté cambiar y justo sucedió lo de tu secuestro y eso. Traté de ser cada vez una mejor persona, tanto a ti como a Fiona las veo como mis hermanitas por eso no quisiera que se vayan, ninguna de las dos.
- Vaya, me alegro de de que haya cambiado para bien señor, pero en verdad no puedo prometerle nada. Con su permiso, dije haciendo una reverencia y me fui lo más rápido que podía, mañana tenía tremendo chisme para mi señorita…
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Comments
ØHÄNÄ•~•°HËNKÖ°•~•🤍🖤
bueno todo por su señorita/Facepalm//Facepalm/
2024-12-19
0
Maria Briceño De Barreto
🤣🤣🤣Ya tiene chisme que contar
2024-10-18
1
Juliana Ramirez
aahh menos mal que la ve con ojos de hermana 🤭
2024-03-30
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