Siendo honesta

La verdad es que yo también reencarné, hace 5 años me levanté en una cabaña y no sabía de qué novela era, me gustaba mucho leer historias asique podría ser cualquiera en realidad, supe que no era una protagonista ni una secundaria relevante por eso solo busqué trabajo hasta averiguar qué pasaba. Y cuando la conocí a usted, lo supe.

Busqué con la mirada algún vaso con agua, se me había olvidado mi garganta seca por decirle lo más importante, Fiona vio y me acercó el vaso para sentarse en una silla al lado de la cama.

- Entonces, estamos en mi novela, ¿no? ¿Tengo que ser la villana? Dijo en un susurro mientras bajaba la cabeza, pobre, estos 11 años seguro que estuvo luchando contra esos pensamientos.

- Si le digo no sé si va a influir en algo, pero voy a darle una pista porque algunas cosas no son iguales a la novela que leí, en esa novela a usted la ignoraban y hasta la servidumbre la maltrataba y bien sabemos que ahora eso no sucede.

Ella asentía con la cabeza pensando en silencio lo que le iba diciendo.

- Además, nunca le dejaron ir a bailes siendo pequeña, ni tampoco contaban lo que pasó en el baile. Y ahí me puse roja, sacudí mi cabeza mientras Fiona se tapaba la boca para que no se le vea la risa. - De todas maneras, su padre ni sus hermanos nunca le prestaron atención y cuando me rescataron hoy, Zen claramente dijo que usted iba a estar preocupada si algo le pasaba, lo que yo leí era que solo le gustaba apostar y llevaba a la quiebra a la familia, digo haciendo una mueca de que se me hace que muchas cosas son diferentes.

- Hay que vigilarlo entonces, tal vez es reencarnado como nosotras, si es así puedo perdonarle la vida, dijo levantando los hombros como si nada.

- Por cierto, ¿cómo supo que yo era reencarnada? Porque sé que lo sabía desde antes.

- Debe ser porque te escuché tararear canciones de BTS y de Taylor Swift, mientras yo abría la boca de sorpresa ella se mataba de risa. Me dijo que varias veces mientras limpiaba lo hice y que por eso decidió enseñarme a leer y escribir.

- Fue bueno cantar entonces, le voy a ser leal toda mi vida señorita, le dije tomándole las manos y sonriendo lo que podía con la cara llena de golpes.

- Eso... Te lo agradezco mucho, ah, ¿cómo y cuándo comenzaba la novela que vos leíste? Así hacemos los preparativos necesarios.

- En realidad, comienza en 2 años cuando usted cumple 13, la van a mandar como representante de su familia al ducado Heylon, yo iba a escapar al campo en ese mismo momento.

- ¿Tan mal le va a ir a la familia?

- Mm, usted se encarga de ganar prestigio en el norte, es considerada una hija del duque y pues cuando vuelve a la capital destruye a esta familia por los maltratos que recibió. Por eso mismo iba a huir a otro condado y hacer mi vida feliz lejos de la historia que leí.

- ¿Me vas a dejar sola entonces? ¿Te vas a ir así sin más?, decía Fiona haciendo un puchero y tratándose de ver lo más tierna del mundo, lo estaba consiguiendo cuando escuchamos desde la puerta.

- ¿Te vas a ir? ¿Después de todo lo que esta familia hizo por ti? Mi hermanita va a estar muy triste, no puedo permitir eso. Dijo Zen, el segundo hermano de Fiona apareció tan de repente que abrí los ojos tan grandes que casi se me caen, la miré a ella para ver si se le ocurría algo, pero ella solo lo miraba enfadada.

- Es mía, no te la puedes robar, dijo Fiona abrazándome y sonando lo más cercana a una niña de 10 años. Sonreí mientras palmeaba su espalda.

- Bueno, entendí, pero quítate de encima que vas a lastimar a la pobre Ana, ya me voy, me alegra verte mejor. Dijo antes de darse vuelta y salir de ahí.

- ¿Pobre Ana? ¿Hablaba de mí? ¿Cuándo, Cómo...? quedé como en cortocircuito, definitivamente algo había cambiado.

- O es un reencarnado o se enamoró de ti al haberte salvado, tenemos 2 años para vigilarlo y corroborar, pero mientras no te separes de mí Ana.

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