Capitulo X Verdades

Salí molesta del salón, que se cree ese profesor, después de hacerme pasar tan mal rato, ahora quiere que vaya a hablar con él, está loco. Camine hasta su oficina esta vez me va a oír, llegue a su oficina y toque a la puerta, desde adentro me invitaron a pasar, cuando entré no lo encontré solo había una rubia ahí con él.

— Disculpe profesor, pidió hablar conmigo. — Dije sin saludar a la rubia, seguramente esta es su compañera.

— Así es señorita Suvillan, por favor pase y siéntese. — Me dijo sin emoción.

Pase y me senté, no sabía quién era esta así que no podía hacer un drama.

— Bueno Ashley mañana iré a casa y trataré de solucionar y aclarar dudas. — Se dirigió igual de formal a esta mujer, entonces no creo que sea su pareja.

La tal Ashley se levantó y se fue, tan arrogante como Gabriel, seguramente todos los lobos son iguales, cuando estuvimos solos, Gabriel me quedo mirando fijamente.

— Por qué estabas tan distraída en clases? — Me pregunto, tratando de taladrar mi mente con sus ojos.

— Tengo problemas, tales como casi morir, como saber que existen criaturas chupa sangre, que mi profesor es un hombre lobo, ah y también que existen las brujas, hadas y unicornios, creo que es razón suficiente para estar distraída, no cree profesor? — Respondí frustrada y con ganas de salir de este pueblo.

— Pero las hadas y unicornios aún no se ha probado su existencia. — Me dijo en tono burlón.

— No es gracioso, esto realmente me tiene estresada y para colmo mi profesor se comporta como un idiota, no sé ni por qué?. — Dije sin pensar mis palabras.

— Un idiota, bueno seguramente tu profesor idiota quería distraerte un poco, a lo mejor no es de la mejor manera, pero lo intento. — Dijo entre risas.

— Pues no necesito que me distraigan y bueno si es todo mejor me voy. — Estaba por salir cuando recordé que mis padres me pidieron llevar al profesor a casa, este sería otro problema más. — Ah por cierto mis padres te invitan a la casa hoy.

— Para qué? Te dijeron. —

— No solo quieren hablar con nosotros, ahora sí no te quito más tu tiempo.

Salí de su oficina sin mirar atrás, me dirigí a mi segunda clase, no fue nada del otro mundo y así las otras dos, al salir de la universidad vi un auto muy conocido para mí, no le di importancia y seguí mi camino, había dado unos cuantos pasos cuando esté auto se estacionó a mi lado, bajo el vidrio del conductor, ya sabía quién era.

— Vamos te llevo. — Dijo Gabriel casual.

— Quería rechazarlo, pero recordé a los chupa sangre y el miedo me invadió, así que no lo dude y subí a su auto, este arranco sin mirar a los lados, el auto estaba inundado de un incómodo silencio, pero Gabriel se veía tan guapo usaba lentes de sol y esa chaqueta negra se le veía tan bien.

— Si sigues mirando te voy a cobrar. — No me había dado cuenta de que lo miraba fijamente.

— Lo siento, es solo que me parece mentira que te transformes en ese animal.

— Sé que es difícil de creer, pero no dejes que eso consuma tu vida, trata de relajarte un poco, quieres?

— No es tan fácil, lo que pasó la otra noche, fue una experiencia horrible, pensé que moriría en ese lugar, sabes no he podido dormir bien, cada que cierro los ojos veo a esa horrible criatura venir a mí y siento el mismo miedo de aquella noche.

— Te entiendo, nosotros experimentamos también miedos, uno de nuestros mayores miedos es no conseguir a nuestra pareja destinada, o si la encontramos que está nos rechace o muera, ese dolor es insoportable, pero seguimos nuestras vidas, ya que si permitimos que el miedo nos controle nuestras vidas correrían peligro.

— Tú ya conseguiste a tu pareja destinada?

— Se puede decir que si, solo que ella aún no lo sabe. — Me dijo eso mirándome a los ojos, mientras yo sentí una fuerte punzada en el corazón, sabía que los lobos solo se mezclaban entre ellos, que ilusa pensar que él se fijaría en mí, una simple humana.

Ya no hable más, me concentre en el camino, pensando en que hacer ahora, tenía que ser fuerte y es que no sé porque siento que lo de aquella noche fue solo el comienzo de una gran pesadilla, llegamos a mi casa, bajamos del auto y seguimos camino a la casa, saqué mi llave y entramos en la casa, saludé a mi familia que estaba en la sala, Gabriel hizo lo mismo.

— Buenas tardes, espero se encuentren bien.— Dijo Gabriel serio.

— Buenas tardes. — Contestaron todos al unísono.

— Bien ya que llegaron, pasemos al comedor, pero antes mi niña ve cámbiate. — Dijo mi mamá muy cariñosa.

Subí a mi cuarto me lave la cara, cambié mi ropa y después de diez minutos ya estaba en el comedor con mi familia, el almuerzo fue ameno, mi papá hacia chistes malos, pero igual nos reíamos, al finalizar mi papá nos pidió pasar a la sala, ya no estaba riendo y se veía muy serio, mientras que mi mamá y hermanos solo se miraban a la cara.

— Por favor sientensen. — Dijo mi papá preocupado.

— Qué pasa papá, de repente se ha puesto muy serio? — Pregunté también preocupada.

— Ya lo vas a saber hija, Gabriel te invitamos a venir, ya que eres la persona que más confiamos ahora, sabemos que nunca lastimarlas a nuestra niña, y una vez ella sepa la verdad nunca más querrá estar cerca de nosotros, solo te pido que la cuides bien y si necesitan algo no dudes en llamarnos.

Mi papá estaba diciendo cosas sin sentido, esto no estaba bien, por qué le pedirían algo así a Gabriel, apenas y lo conocen.

— Papá que está pasando? No me asustes por favor.

— Hija como ya sabes, existen criaturas sobrenaturales que conviven en este pueblo.

— Espera ustedes ya sabían de eso y no me habían dicho nada, por qué? Por que ocultarme algo así?

— Tranquila, deja que tu papá termine de explicar. — Me dijo Gabriel, así que hice silencio.

— Si, hija lo sabíamos, solo buscábamos protegerte y que tuvieras una vida normal, sin tener que preocuparte por esas cosas.

— No entiendo nada, si sabían que esas cosas viven aquí, por qué entonces no nos fuimos a otro lado y por qué solo protegerme a mi, que hay de mis hermanos? O acaso ellos tenían más derecho que yo de saber estas cosas?

— Hija escucha y perdona por no decirte antes lo que nosotros somos.

Ya esto no me estaba gustando.

— Como que lo que son? — Acaso ustedes también son lobos o hechiceros. — Dije en un hilo de voz.

— No hija, nosotros no somos de esa clase de criaturas, nosotros, nosotros somos vampiros.

No podía creer lo que estaba escuchando, mis padres, ellos son vampiros, no eso no era verdad, me estaban mintiendo, no podía creer en eso, todo a mi alrededor se oscureció y perdí el sentido.

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