Capitulo V La criatura

Llegue a la universidad muy entusiasmada, ya no tenía problemas con el profesor y esperaba verlo en clases, él nos daría la última clase así que me tocaba esperar la mañana completa, estaba caminando al salón cuando me encontré con los peores amigos del mundo.

— Y como amanece la niña más bonita de la universidad? — Dijo Manuel entre risas.

— No vas a empezar a molestar, Manuel no le hagas caso Layla él está mal sé la cabeza. — Dijo Carol haciéndole mala cara a Manuel.

— Tranquila Carol sabes que las niñeras de Manuel no me molestan.

— Ayer ya no pudimos hablar más, qué tal término tu día? — Pregunto Carol mientras continuamos nuestro camino al salón.

— Bien, ayer me quedé en casa todo el día, no paso nada sorprendente.

Carol y Manuel se miraron extrañados, realmente ellos son extraños así que no le di importancia y entre al salón, a primera hora tenía clases de dibujo básico, aunque yo ya sabía dibujar me tocaba entrar a todas las clases, pues era parte de la carrera, la profesora nos pidió dibujar un lugar de nuestra imaginación, donde nos hayamos sentido en paz y protegidos, yo imaginé ese lugar y empecé a dibujar, está vez fue muy raro, ya que me teletransporte a ese momento y comencé a dibujar como si estuviera en trance, pero en control todo el tiempo, hice mi dibujo en tiempo récord, en este dibujo se reflejaba el lago, también está yo mirando al lago, mi cara no se veía, pero sabía que era yo y a mi espalda había un hombre abrazándome como si estuviera protegiendo me dé algo, me sorprendió mucho haber dibujado algo así, pues nunca lo he vivido, ese hombre no lo reconocía, mi mente me había jugado sucio, la profesora se acercó a ver mi trabajo, pues se dio cuenta de mi confusión.

— Felicitaciones señorita Suvillan, este dibujo es asombroso, plasmó cada parte del lago a la perfección, imagino que ese chico es su novio. ¿— Dijo la profesora esa última parte en voz alta, todos mis compañeros voltearon a ver mi dibujo, mientras yo sentía que me estaba poniendo demasiado roja para mi gusto, al terminar la clase mis amigos se acercaron a preguntar por aquel hombre, pero ni yo sabía quién era, así que no tuve respuesta para ellos, les dije que era producto de mi imaginación y ya, así pasaron las otras dos clases, al fin llegó la hora de la clase de mi profesor bipolar, no sé porque tenía tanta ganas de verlo, entramos antes de que él llegara, ya que si llevábamos tarde nos dejaría afuera, tomamos asiento y después de unos minutos la puerta se abrió, pero fue la mayor desilusión del mundo, el que entró fue otro profesor, uno muy viejo tan viejo como el arte antiguo, se presentó como el nuevo profesor y no nos dio ninguna explicación de qué pasó con el profesor Gabriel, mis amigos y yo nos vimos y con gesto nos dijimos que no entendíamos nada, la clase paso muy lenta, este tipo era demasiado aburrido para mi gusto, después de dos largas horas acabo aquella clase y mis amigos y yo salimos nos despedimos, cada quien se fue por su lado, espere el bus en la parada, pero este tardaba mucho y caminar no era una opción, después de quince largos minutos llego el mentado bus y fui camino a casa, solo que para mi mala suerte el bus se descompuso y me tocó caminar a casa, como hoy salía de la universidad a las cuatro de la tarde y además el bus se descompuso, la noche empezó a caer mientras yo caminaba, estaba ya muy oscuro y yo estaba sola, ya que la gente que venía caminando conmigo legaron rápido a sus destinos, pero al yo vivir más lejos siempre era la última en llegar, me estaba dando miedo no veía por donde estaba y de paso mi teléfono se apagó, estaba muy asustada, sentía pasos a mi alrededor, y juro que vi ojos entre los árboles, de pronto escuché a un lobo aullar, un lobo? Eso era imposible, el miedo me calo hasta los huesos, solo pedía al cielo ver mi casa rápida, empecé a caminar más rápido cuando frente a mí se apareció una horrible criatura, yo me quedé pasmada del miedo, nunca antes había visto algo así, trate de correr,. Pero esta cosa me tapo el paso.

— Déjame en paz, por favor no me lastimes. — Rogué para que se fuera, pero este mostró unos horribles colmillos saliendo sé su boca.

— No te asustes querida niña, verás que esto no te dolerá nada. — Dijo aquel horrible animal, cosa o bestia, cuando se acercó a mí, sentí unos fuertes brazos empujando mi cuerpo a un lado, por un momento creí ver a Gabriel, pero al enfocar la mirada vi a un lobo blanco enorme peleando con aquella cosa, al ver aquello me desmaye y no supe más de mí.

No sé cuánto tiempo estuve inconsciente o si estaba viva o muerta, solo sé que al abrir mis ojos estaba en mi habitación, mi hermana estaba a mi lado.

— Hola hermanita al fin despiertas, nos tenías muy preocupados. — Dijo Sara con preocupación.

— Qué me pasó? — Al preguntar recordé lo que vi en el camino a casa, me asusté de nuevo y empecé a gritar. — Ayúdame no dejes que me atrapé por favor Sara protegerme. — Empecé a llorar y me abracé a mi hermana.

— Tranquila, tranquila estás en casa, no sé qué piensas que vistes, pero ya estás aquí y nada malo te va a pasar. — Sara intentaba calmarme, pero nada me hacía sentir menor.

Mi mamá entró a mi habitación junto con mi papá, hermano y el profesor Gabriel, qué hacía el aquí me pregunte, entonces recordé que lo había visto transformarse en un enorme perro, miente trataba de recordar algo, pero ese recuerdo no llegaba a mí, y si decía que había visto a mi profesor volverse un perro enorme pensarían que estaba loca, mejor me quedé callada, mientras que mi mamá se acercaba a mí.

— Querida niña, nos diste un buen susto anoche el profesor te encontró en el camino sin sentido, al parecer tropezaste y te golpeaste la cabeza. — Sabía que mi mamá estaba mintiendo, no recuerdo haberme caído por mi cuenta y menos recuerdo haberme golpeado la cabeza, aquí estaba pasando algo extraño y yo lo iba a averiguar.

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