Flor de loto 4. El sueño.
Elsa Elena Isasa
Jose Maria Riera mandó dos oficiales que cuiden a la chica todo el tiempo. Ella estaba abocada a la cremación de los restos de su hermana después de retirarla de la morgue. Finalmente participó de una misa en la capilla de Santa Luisa donde veló el pequeño cofre de cenizas.
Había que llevarla a declarar. Eso él sabía pero no quería estar cerca de esa mujer. Marga Esquivel era inteligente, era mujer, había estudiado psicología y dispuso que ella hiciera el interrogatorio. Necesitaban saber de la vida de su hermana gemela y en el night club donde bailaba nadie sabía nada, ni siquiera su verdadero nombre.
Además dos cosas impedían al inspector estar en ese interrogatorio:
1- Se había desmayado frente a esa mujer. Todo tuvo que ver con los ojos abiertos de la fallecida. Jamás, aún en los crímenes más horrendos, se había desmayado.Ese evento le produjo vergüenza y cierta sensación de que este maldito caso sería diferente.
2- Estaba convencido que esa mujer tenía el espíritu de la muerta dentro de sí. Que de alguna manera se comunicaba con ella. No creía en esas estupideces. Era un tipo racional hasta este caso. Y tenía miedo, esa era la puta verdad. Tenía miedo de ese rostro de ángel que tenía María Cristina Kioto.
Supo por la gente que la cuidaba cada paso que dio la señorita Kioto. La chica después de velar a su hermana fue al departamento de la difunta a dormir. Dos policías custodiaban el lugar toda la noche. De la delegación avisaron a la señorita Kioto que al otro día la esperaban a declarar.
Maria Cristina recorrió el departamento de su hermana. Era hermoso. Tal como lo suponía. Marilù siempre prefería lo hermoso y sofisticado. Apretó un camisón de su hermana de encaje de hilo sobre su nariz y sintió el aroma de su gemela. Se tiró en la cama donde la mataron. Quedó allí, acurrucada, con la prenda entre sus brazos.
Vió a los hombres de la policía seguirla durante todo el día. Y allí estaban en la puerta del edificio. Un edificio donde el asesino entró con su propia llave.
¿Conocía el asesino a su hermanita?Había hecho el amor con ella antes de matarla. ¿Qué era hacer el amor? La cópula entre el hombre y la mujer descrita como “amor”. Eso no era amor, era instinto primitivo.
El amor es un sentimiento profundo. Lo que una madre siente por su hijo: despojado y brutalmente perfecto. Recordó el abrazo cálido de su madre cuando tuvo que dejarlas en el convento. Incluso le parece sentir ahora el sabor de las lágrimas de su madre pero son las suyas, con el mismo dejo de sal y tibieza.
Cerró los ojos y se dejó ir al país del sueño, así como en el avión. No necesitó llamarla. Ella estaba allí a su lado, le abrazaba y le besaba en sus mejillas. Estaba junto a ella como dentro del vientre de su madre.
– Te extraño Marilù. Te extraño mucho– susurró.
–Tonta. Siempre estaré. Mírate al espejo y me verás. Perdóname por quemarte monjita– le dijo en su oído.
– Quemarme. ¿Qué dices Marilù?-
– Quemé tu foto en el baño. Justo antes que él llegara.--
– ¿Quién es él? Dime su nombre Marilù.
– Él es hermoso y está enojado. Tú y yo tenemos algo suyo. Es muy hermoso y matará a otra está noche. Veo sangre Monji. Mucha sangre.--
Su hermana muerta le habló al oído mucho tiempo y luego se fue, en un caballo negro entró a un mar embravecido. Gritó dormida y su grito la despertó.
Se levantó al baño. Al agacharse a beber , vió en la pulcra bacha blanca unas pocas cenizas. Tocó con sus manos. Su hermana no le había mentido. Eran los restos de su foto, de la foto de ambas.
Y entonces sintió el galope del caballo que entraba al mar. Salió del baño temblando. El plasma se había prendido. Una amazona desnuda en un caballo blanco corría por la arena de una playa. Supo que Marilù prendió el plasma. Dejó de tener miedo. Su hermana estaba con ella. Y algo intentaba decirle.
***
Caminaba en la playa aturdida aún por el alcohol que había tomado en la fiesta. Tiró la botella de whisky que traía en la mano y empezó a sacarse la ropa. Primero desprendió su cierre y su maravilloso vestido dorado cayó a sus pies. No tenía ropa interior. Aún sentía sus muslos pegotes por el semen del hombre con quién follo en el baño de la hermosa mansión que se alzaba junto al mar.
Se bañaría desnuda. Eso haría. El agua no podía estar tan fría y le llamaba a hundirse en ella.
Entonces lo vió. Tenía solo un bañador pequeño y su cuerpo musculoso y magnífico se veía bajo la luna poderoso como ninguno. Corría descalzo y en el silencio de la noche sus zancadas parecían el trote de un caballo.
– ¡Ey! ¡Ven amorcito! Tengo algo para ti.-- Gritó Analía y le mostró sus pechos desnudos con un gesto obsceno.
– ¡Voy! ¡Yo también tengo algo para ti! - gritó él con voz profunda. Se acercó al ella y sonrió. Su sonrisa impactó a Analía. Era el hombre más hermoso que había conocido.
Él le tendió los brazos y ella se arrojó feliz a la muerte.
El cuchillo ingresó limpiamente en su cuello y la sangre salió a borbotones. En ese momento, en el mismo instante que el cuerpo de Analía se sacudía en los últimos estertores de la vida, su asesino, por primera vez comenzó a culminar.
Se arrodilló sobre la arena con sus manos en su intimidad y derramó chorros de su semilla que el mar las recogió y ocultó entre su espuma.
El cuerpo desnudo cubierto de sangre, hizo al homicida agacharse y escribir con la punta de su cuchillo la palabra que era su sello: zorra.
Después entró al mar y se bañó. Su deportivo no estaba lejos. Llegó hasta él y dentro se vistió. Esta vez, los inútiles de la policía sabrían quién era. Había dejado suficiente sangre para que entiendan de una vez que esto no era un juego.
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Updated 40 Episodes
Comments
♱❤️🔥AπD¥❤️🔥♱
hasta cierto punto estuvo bien, por qué así el asesino no sabe de su existencia y no la perseguirá para matarla
2025-02-02
1
Luz Gonzalez Lambaren
se le brincaron los engranes , o se le cayó de cabeza a la mamá , está loquito del centro
2024-12-21
1
♱❤️🔥AπD¥❤️🔥♱
falta y que sea a esa chica de la tele a la que mate 🥺😧
2025-02-02
1