Luego de que la tía Giorgina y su hija Loren se fueran de casa de los Aristiguieta... Todo se volvió calma y silencio, parecía que un huracán había pasado por ese sitio y ahora luego de la tormenta llega la calma...
María reposa en su cuarto leyendo un libro, sus hermanos juegan en el jardín, ella los mira desde el balcón de su habitación, recuerda cuando ella tenía esas edades y nada pasaba, todo era feliz, no había tantas reglas que cumplir y no existía tanta exigencia por parte de su familia...
María ve venir un auto a lo lejos, debe ser su Padre tan temprano en casa, se levanta de la silla y se acerca al barandal, para observar mejor, si es papá, y con quién viene? Es extraño esto... Se queda pensativa...
Pasa unos minutos, María se vuelve a sentar para continuar su lectura, de repente oye unos pasos, es la Nona Laura que toca la puerta... Toc, toc, toc... Niña María apúrate que tú papa y tú mamá te esperan en la sala...
María se levantó apresurada para abrir a la Nona, pero que pasa, qué sucede... Solo baja mi niña... La Nona se ve algo triste, sus ojos casi soltando lágrimas... María no entendía lo que sucedía, así que bajo corriendo a la sala...
Al llegar ve que hay otras personas!!!
No puede ser, son los Muller, ahora que quieren?
Ella entró y dijo buenas tardes, su mamá Fabiana brinco de la emoción!!!
Por fin llegas hija, te estamos esperando para brindar, Carlos Muller te tiene una sorpresa...
¿Pero mamá que pasa? Has silencio solo escucha esta propuesta te va a encantar...
Carlos Muller se acerca hasta María, la mira detalladamente, se lame el labio inferior, le toma la mano, saca de su bolsillo un pequeño cofrecito, se arrodilla y le dice delante de todos... Te quieres casar conmigo?
María quedó paralizada, su mundo se vino abajo, sintió un poco de mareos, estaba pálida, suelta la mano de Carlos, busca donde sentarse y de sus ojos salen lágrimas...
Los padres de Carlos ven la reacción de la chica, vieron que ella no se esperaba esa propuesta, Carlos se acerca nuevamente, y le repite, María no escuchaste!!! te quieres casar conmigo? Ella lo mira y dice NOOOO...
Estaba aturdida ella no sabía que decir, solo ese No, que la perseguía desde lo más profundo de su ser...
Fabiana grito Nona trae la Champagne, tenemos que celebrar!!!! Todos en la sala la miraron... Esta señora no escuchó... Dijo la mamá de Carlos a su marido...
Giorgio se acerca a María y le dice disimuladamente, a ver niña levántate de esa silla inmediatamente, pide disculpas a los invitados y sonríe, mis empresas están en juego, tu verás si las salvas o nos vamos a dormir en la calle, no seas egoísta, tampoco está tan mal Carlos es un partidazo...
María se limpia la cara, no puede creer lo que escucha de su papá... pensó en sus hermanos, mamá y la Nona, debo hacer algo... Pero Paolo que hago con Paolo? Yo lo amo, él me ama, yo fui ya de él... ¡No lo puedo traicionar!!! Se sentía contra la espada y la pared...
Perdón señores Muller, Carlos Muller... Esto me ha sorprendido mucho, no me lo esperaba, sabía que al cumplir mis 16 años tenía que cumplir unas responsabilidades que mis padres me impusieron, pero no es la fecha aún, no he terminado mi preparación en el internado a la cual estoy yendo, aún me falta un año... Giorgio interrumpe a María...
A ver hija, ya no tienes que volver a ese internado, disculpa que las cosas se den tan rápido, lo que pasa es que Carlos Muller debe irse a París por tres años, y él ha tomado la decisión de llevarte con él, ya...
En los próximos días estaremos realizando todo para su boda, él te pondrá una tutora, ahí junto a su madre la señora Muller terminarás la preparación, ser una buena esposa, buena mujer y buena madre, no requiere tanto estudio... sonreía!!! limpiando su cara con un pañuelo...
En eso llegan las empleadas con las copas de champagne, y les dan una a cada persona, Giorgio levanta la copa y dice: brindemos por los novios...!!!
María estaba súper enojada, pensaba en Paolo tenía que escaparse ya, esa noche, debo hacer algo, tengo que huir de aquí….
No hay tiempo que perder... lo siento papá, pero no puedo permitir me cases con alguien a quien yo no quiero, me da es asco... Me mira con esos ojos Azules del infierno, además es viejo para mí... No me gusta para nada ese hombre.. Se decía María en sus pensamientos...
María disimuló muy bien, se dejó agarrar la cintura, él la abrazo y le dijo al oído, ya eres mía... Y se saboreó tan cerca de mi cara... Ella inmediatamente se soltó, pero que asqueroso... pensó... Él la tomo de la mano y le coloco el anillo de brillantes, era hermoso... Fabiana y la señora Muller se acercaron para verlo, María sentía repulsión por todo aquello...
La visita fue corta luego que se bebieron esas copas, decidieron marcharse, había trabajo que hacer al día siguiente, se despidieron y Carlos ya como si hubiese comprado una mercancía, se acercó a María la tomó entre sus brazos, y le dio un enorme beso, con lengua incluida, bajo su mano y le apretó una pompi... Y su otra mano le acaricio con fuerza su seno, María se soltó y se limpió... salió corriendo a su cuarto y iba llorando...
La Nona estaba ayudando a recoger y observó todo, lo que había pasado... Fabiana y Giorgio no se dieron cuenta de nada... será que digo algo a la señora Fabiana? No está bien lo que acaba de hacer ese Carlos Muller... ¡Pobre de mi niña María!!! Dijo amargamente...
Mientras tanto El señor Giorgio y el señor Muller se despedían con un fuerte abrazo, al igual que Fabiana y la Sra Muller... Carlos ya estaba al volante del auto... Hasta luego, mis queridos suegros...
Giorgio entró a la casa y subió directo al cuarto de María, abrió la puerta de golpe, María estaba en su cama boca abajo llorando desconsolada... Al oir el golpe de la puerta ella volteó y vio la rabia en los ojos de su papá, jamás lo había visto así... él se fue directo a ella y la levantó del brazo muy fuerte, mira niña jamás se te ocurra volver a contradecirme y menos delante de mis invitados, para eso te mandé al mejor instituto para damas, pero veo que no te enseñaron lo suficiente como para que obedezcan una simple orden mía... presentaré mis quejas y ahora que seré el nuevo gerente del banco, se las verán conmigo... ¡Entendiste!!! Y la lanzó lejos a la cama... Me obedeces por las buenas o por las malas... De aquí no saldrás más, todo se te traerá a este cuarto, de aquí sales para contraer matrimonio...
María estaba aún más aturdida le dolía el brazo, no pudo decir ni una palabra más, el llanto la consumía, Giorgio era cruel hasta con su propia hija... y todo por el sucio dinero...
Esa noche María no podía dejar de llorar, miraba el anillo con desprecio, se lo quito y lo tiró lejos de ella... debía hacer algo... No podía quedarse con los brazos cruzados... Esperando la guillotina...
Recordó que podía dejar cartas bajo la piedra de laja en la cabaña, buscó papel y pluma y se puso a escribir para contar a Paolo todo lo que le estaba pasando, no había tiempo que perder... Él debía hacer algo como secuestrarla e irse muy lejos donde nadie los encontrará, hasta esa idea le coloco ahí en la carta, también le dijo que lo amaba mucho y que deseaba volver estar con él, sentir sus cálidos besos y sus abrazos donde ella se sentía protegida, amada y deseada...
Muy temprano salió con las cartas había hecho tres... No había tiempo que perder, se dispuso a bajar las escaleras y salió al jardín, uno de los empleados de su papá la vio y la siguió... Iba detrás de ella, no lo vio ella había llorado toda la noche sus ojos estaban muy hinchados... este la vio entrar a esa cabaña, ahí vio cuando levantó la piedra, recogió unas cartas de Paolo, dejó las de ella y salió corriendo...
El hombre entró a la cabaña subió la piedra agarro las cartas de María y se puso a leer, espero un rato a ver si llegaba el dueño al que estaba dirigido las cartas, como eso no paso se fue directo a buscar a su patrón... Él debía conocer toda la verdad…
María ya estaba devuelta en su habitación y se encerró en el baño, quería leer lo que su amado Paolo le había escrito, para sorpresa de ella, él se estaba despidiendo, le dijo que estaba saliendo del pueblo, que se armara de paciencia que él no la estaba dejando, se fue a trabajar y buscar un futuro mejor, que cuando tuviese el dinero suficiente volvería por ella... que le diera unos meses, que él sabía que ella iba a estar bien en el internado, que él volvería por ella, que la amaba con todo su corazón... que ella era su mujer, iba a ser su esposa, la madre de sus hijos, su amante para toda la vida... Nunca más se separarían... Tu amado Paolo...
María le habían clavado un cuchillo en su corazón, ya Paolo quien era su única salvación se había ido... Lloró amargamente... hasta empapar las cartas y la tinta se corría dejando borrado y atrás todo lo que él había escrito...
María se fue a su cama metió las cartas debajo de su colchón, ya su destino estaba terminado, lo único que quedaba era un milagro de Dios... siguió llorando debajo de sus sábanas...
Por otro lado, el hombre que cargaba las cartas de María, lo habían enviado hacer unas diligencias y no pudo entregarlas a su patrón, pero de este día no pasaría...
La casa estaba como si alguien se hubiese muerto, la Nona subió a llevarle el desayuno a su niña... Ella está dormida, sus ojos se veían tan inflamados de llorar... ! Pobre mi niña, que destino le tenía que tocar...!!!
María despierta aquí está tu desayuno, debes alimentarte mi niña... Le dijo la Nona...
María solo la miró y se dio vuelta, no comeré más llévate eso Nona Laura, yo solo me quiero morir... Sollozó…
Hija no es tan malo, que tengas una familia, ya verás serás muy feliz, saca el lado positivo a todo esto, ese Carlos es un hombre guapo, con dinero suficiente para darte todo lo que le pidas, anda come un poquito... Hazlo por tu Nona, que te adora tanto...
María le hizo caso y se levantó y comió, pero sus lágrimas caían en la bandeja...
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