María llegó corriendo al sitio, sacó todo lo que traía en la cesta, tendió la sabana grande, en las puntas colocó una piedras envueltas en otras telas y sobre estás cojines, prendió unas velas, en esta cesta habían pétalos de rosas rojas las cuales esparció por todo lo largo de la tela... En una bandeja unos pequeños dulces que había tomado de la despensa en la tarde...
Ella lucía algo nerviosa, pero segura, su prima le había aconsejado que usará un vestido holgado de flores pequeñas, un sombrero y unas zapatillas suaves, por si tenía que correr, ella se veía muy hermosa, su cabello castaño claro ondulado suelto, sus labios carmín y sus ojos verdes esmeralda hacían contraste con el vestido, además por debajo una lencería que su prima le había dado a escondidas por si pasaba algo más esa noche...
Oía a su prima no pierdas la oportunidad de entregar todo a tu ser amado, con eso serás feliz, atrévete la vida es corta y la belleza se esfuma pronto... Ella estaba decidida a ser la mujer de Paolo esa misma noche...
Ella se sentó a esperar a su amado, al pasar un rato decidió acostarse mejor lo espero así, falta aún para la media noche... Paolo espero que no hubiese nadie en las calles y salió rumbo a su cita, iba confiado, seguro de sí mismo, nunca se había sentido así, estaba recién bañado, olía a perfume, pensando que quizás María se acercará a oler su cuello...
Iba con una sonrisa de oreja a oreja, estaba a punto de llegar cuando vio unas luces de velas, no puede ser María estaba tendida en una sábana estaba hermosa, era una diosa, no podía creer que ella lo esperaría así, que linda sorpresa me tiene, la voy a sorprender así que dejó la cesta y las cosas que traía en la mano y se fue muy lentamente para no hacer ruido, total la noche era para ellos... Solo los insectos y animales nocturnos podían ver lo que estos dos seres estaban haciendo el uno por el otro...
Él llegó despacio y vio que su dulce amada estaba dormida, desde que momento estará aquí, que hasta decidió tomar una siesta... Se arrodilló y se fue acercando muy despacio olía a rosas, eso lo puso muy excitado, no podía controlar sus impulsos estaba al frente de la mujer qué toda la vida soñé, era como entrar en la gloria, se acercó tanto que podía sentir su respiración... En ese momento ella abrió los ojos y él se fue directo hasta sus labios sensuales la beso intensamente, se recostó sobre ella, no podía parar, María se dejó llevar de ese enorme beso que le estaba dando...
Al terminar se separó y la ayudo a sentarse se abrazaron y él le dijo María estás hermosa, no puedo creer que me hayas dado está hermosa sorpresa, me siento el hombre más afortunado de la tierra, serás una buena esposa, madre y compañera para mí... Eres mi todo la tomó de las manos y se las beso...
Ella estaba tan emocionada de sentir todo eso en su ser, que no podía decir nada... Solo mostraba su sonrisa, y sus ojos verdes brillaban como luz de estrella... También traje algo para ti mi amor... Espérame aquí...
Camino unos pasos y agarro la cesta y una manta para el frío, no quería que su amada se volviera a resfriar, ella lo miraba deslumbrada, aquellos cabellos negros ondulados, su cuerpo escultural, fuerte, un hombre joven muy guapo, estaba derretida por él...
Además, aparte de amoroso y detallista que más podía pedir a la vida... Era la vida perfecta que había soñado, como enfrentar a sus padres, como decirle que este era el hombre que ella amaba... y que no quería estar con ese Muller... sentía asco por él...
Paolo se acercó y la cobijó, coloco la cesta muy cerca de ellos y le dijo cierra los ojos te traje un regalo, que bien un detalle más... Tomo el vino de manzana lo sirvió en unas copas altas, le acercó la copa a la boca y la hizo beber ese sabor le encantó, ella nunca había probado licor, esto es para que brindemos mi amor... Ella abrió los ojos, tomo la copa que Paolo le daba y así pudieron unirlas para brindar por esa noche...
Por primera vez en la vida estoy probando licor, nunca me dejan dicen que no está bien para una dama tan joven... Paolo debes ir aprendiendo solo esta y ya, a ver toma sorbo por sorbo, así no te mareas... Ellos estaban disfrutando mucho la velada, conversando, se reían, comían, seguían bebiendo vino, se daban besos, era todo perfecto, hasta que unas gotas de lluvia, comenzaron a caer...
O no puede ser, no puedo creer esto, no quiero irme Paolo, quiero seguir aquí contigo, te amo mi amor, no quiero separarme más nunca de ti... Él sabía que tenía que protegerla de esa lluvia no puedo permitir que te vuelvas a enfermar... así que decidió recoger las cosas y llevarla a una cabaña que estaba cerca, ahí no habitaba nadie, la usaban de vez en cuando para venir a pescar, así que él agarro todo y dijo sígueme rápido, María se cubría con la manta que él mismo había llevado...
Llegaron a la cabaña esta era muy cómoda y calientita, la lluvia se hizo intensa, no paraba de llover, los dos se cubrieron con la manta, Paolo seguía bebiendo el vino de manzana estaba acostumbrado al licor, María quiso seguir probando le encantaba ese sabor... Además, unos besos con ese sabor eran más que excitantes, ellos se miraban, no podían apartar la mirada el uno del otro, María no podía creer que su amado era tan especial...
Él ya había prendido una pequeña chimenea y aprovecho las velas que María había traído, esa noche era perfecta para los dos... María no dejaba de pensar en su prima Loren de todas las cosas que ella le había hablado y de como había perdido su virginidad...
Paolo la respetaba mucho, pero María tenía ya este licor en su cabeza y no podía dejar pasar esta oportunidad... así que se abalanzó de frente a Paolo y comenzó a besarlo sin parar, él sabía que ya estaba algo ebria, así que dejó que ella solo disfrutará de ese momento, pero lo que él no esperaba que ella se sacará su vestido y quedó impactado al ver su cuerpo perfecto, era una diosa hecha mujer, encima esa ropa negra de encajes se le veía hermosa, su masculinidad subió hasta la cima, no podía creer lo que estaba pasando en ese momento, él se quedó paralizado y esta chica lo estaba encendiendo más que el fuego de la chimenea...
Ella le dijo quiero ser tuya esta noche, Paolo tómame, quizás es tu última oportunidad... Antes de que me vaya al internado o me llevas contigo no quiero regresar a casa... Él no sabía que decir ella estaba aflorando todo lo que podía pasarle... Y este sin saber que decisión tomar, se sentía demasiado cobarde, pero no podía defraudar a María, él le dijo es tu decisión entregarte a mí en este momento, es necesario todo esto mi amor...
Siii besame quiero ser toda tuya, así que estos dos chicos no podían contener las ganas, se besaban tanto que la respiración se hacía imposible, ya estaba muy acelerada, el inicio a tocar su fruta esto la llenaba de placer y gemía, sigue Paolo esto es demasiado rico, él se atrevió a quitar su ropa interior y empezó a besar sus pezones, María estaba descontrolada, quiero más Paolo... Le arrebato su sostén y vio esos pechos perfectos como dos melones redonditos, estás muy divina mi amor, él se la quería comer toda... Cuando vio que estaba muy mojada esa fruta, se dijo así mismo está lista para ir ahí dentro con mi masculinidad...
Serás mía María esta noche, la subió en una mesa ella se recostó hacia atrás, él bajo sus pantalones y ahí estaba tratando de empujar una y otra vez para abrir paso a lo desconocido por ella, el dolor se confundía con la pasión, ella gemía de placer, estaba muy excitada, nunca había sentido estás emociones, sigue Paolo continúa, quiero sentir más...
Así que poco a poco el dolor pasaba, la sangre brotaba entre sus piernas, la masculinidad salia y entraba con mucha pasión, y facilidad sus cuerpos vibraban, sudaban, era toda de él, ella se llenaba de él, de sus líquidos estaba a punto de estallar, no podía creer en lo divino que era sentir el amor de su amado, él la besaba incontrolablemente... Hasta que sintió tanto placer que se vino todo sus fluidos sobre ella, y ella gritaba con los espasmos musculares involuntarios que sentía dentro de su fruta, el orgasmo se hizo presente... ya todo estaba consumado... Los dos estaban algo agotados, sudados y muy enamorados el uno del otro...
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