5 meses atrás...
Ándale mi amor vamos a nadar el mar está riquísimo... Daniela era el tipo de mujer a la que no le importaban los sentimientos, ella vivía feliz y no quería que nadie le molestara.
Andaba con Adolfo, que representaba un signo de pesos, hijo de un comerciante muy acaudalado y muy conocido en la ciudad...
Lo había conocido en una reunión, ella no era rica pero vivía bien, sin embargo, anhelaba más, quería más dinero. Como Adolfo era millonario, bueno, su papá, ella quería ligarlo para que en un futuro ella pudiera casarse con él y sacarle todo el dinero posible...
Adolfo, en cambio, estaba enamorado de ella, para él ella era su princesa...
Pues cuídate que ahí te voy, y diciendo esto se lanzó un clavado al mar... Ambos chicos chapoteaban en el mar, en la parte menos honda, por supuesto...
La diferencia entre los dos es que Daniela solo lo estaba usando y él sí la quería de verdad...
Adolfo era un muchacho sencillo y trabajador le gustaba mucho disfrutar de la vida al lado de su novia. No sabía los motivos que hacían a Daniela andar con él simplemente confiaba mucho en ella porque la amaba.
Adolfo, mi amor, ¿me puedes llevar a comprar algunas cosas que necesito?, aquí tengo una tarjeta que me dejó mi papá, es de crédito no creo que haya ningún problema...
De ninguna manera mi amor, yo te llevaré, pero yo te compraré todo lo que tú necesites... Adolfo selló sus palabras con un beso profundo con sabor a mar...
Rato después ambos personajes salieron del mar y se fueron a su cuarto a dar una ducha, habían ido a pasar unas vacaciones en la playa porque Adolfo trabajó mucho ese tiempo y necesitaba un descanso...
Era la hora de regresar, pero antes se fueron de compras...
Daniela era feliz visitando todas las tiendas, compró muchas cosas muy bonitas, pero era la hora de regresar.
Sabes amor, mis padres han decidido hacernos una fiesta de bienvenida ya les avisé que llegaríamos en unas cuantas horas y nos han preparado una gran fiesta... Adolfo hablaba con gran entusiasmo...
Daniela escuchó las palabras de Adolfo y se puso eufórica, ¡Oh gracias, mi amor!, no esperaba esto de tus padres...
Así es que antes de subirnos al avión te arreglas y te pones bien hermosa para que mis padres vean la mujer que elegí para ser mi esposa...
¿Qué estás diciendo mi amor, tu esposa?, a Daniela no le caía el 20 todavía...
En eso, Adolfo sacó una cajita de su saco, puso una rodilla en el suelo y le hizo la pregunta del millón; ¿quieres casarte conmigo?
Para Daniela fue una gran sorpresa eso que estaba pasando, ella se quería casar con él pero no pensaba que Adolfo le pediría matrimonio tan pronto. Así que su respuesta era más que obvia; sí, mi amor, sí quiero casarme contigo y dicho eso se le lanzó a los brazos con marcada emoción...
Lo que pasó después ya se lo imaginarán, Adolfo la tomó en sus brazos y la acostó en la cama, el hombre fue muy delicado con ella, la abrazó y acarició todo, después le hizo el amor tan suave y delicado que a ella le encantó, ese día fue la mujer más feliz de la tierra...
Claro, no nos equivoquemos, ella solamente estaba pensando en la gran fortuna que heredaría al casarse con él...
Su padre pensaba dar una gran dote a la mujer que se casara con Adolfo, ya que como el muchacho era muy tímido no podía conseguir novia, pero eso él no lo sabía...
Ella lo descubrió por pura casualidad cuando sin querer estaba viendo las noticias y el señor decía eso por la tele...
Ella, ni tarda ni perezosa lo buscó y le empezó a coquetear hasta que se hicieron novios, llevaban ya como tres meses de relación y ella supo ser lo bastante inteligente como para hacer que él se enamorara de ella...
Y ahora ya hasta estaban a punto de casarse...
Una vez que terminaron de hacer lo que estaban haciendo, decidieron darse una ducha y ella se arregló bastante bonita de lo que ya estaba...
Se puso un vestido color rosa palo, con unos adornos dorados en el cuello y en los puños, la falda le llegaba un poquito arriba de la rodilla se veía divinamente hermosa...
Ahora se explicaban por qué Adolfo se había enamorado de esa chica...
Cuando llegaron a su casa, los padres de Adolfo ya los estaban esperando al igual que su hermano Joaquín...
Daniela y Joaquín se miraron intensamente, no era una mirada cualquiera, sino una como de seducción... Joaquín no perdía la oportunidad de coquetear con cuántas chicas se le pusieran enfrente y esta no sería la excepción, ya que era demasiado hermosa.
Al parecer nadie se dio cuenta de esto solo ella que también le encantaba el guato.
En sus miradas se notaba que ambos estaban deseosos de estar en los brazos del otro.
El padre de Adolfo lanzó una exclamación, ¡hijito qué bueno que has regresado!, preséntanos a tu novia, por favor...
Papá, ella es Daniela, mi novia, le he pedido que se case conmigo...
Te felicito hijito, tu novia es verdaderamente hermosa, y, ¿para cuándo piensan casarse?... El padre de Adolfo veía con buenos ojos que su hijo se quisiera casar con esa chica tan hermosa y tan preparada, tan culta, porque su apariencia así lo demostraba... Lo que nadie sabía es que Daniela no tenía nada que ver con su apariencia, ella era fría y calculadora, una mujer sin escrúpulos que no le importaba hacer lo que fuera por dinero...
Hasta casarse con un hombre insípido según su propio juicio.
Ella sabía fingir muy bien para hacer creer a Adolfo que de verdad estaba sintiendo un orgasmo cuando en realidad solo era pura fantasía de su mente.
Mientras estaban todos sentados alrededor de la mesa del comedor, por debajo de ella Joaquín le rozaba la pierna con su pie desnudo del zapato...
Ella sentía estremecerse de placer, ya que le gustaban mucho esas cosas, además, trataba de disimularlo para que su novio no se diera cuenta.
Sin que nadie se diera cuenta Daniela escribió una notita cuando entró al baño y luego se la guardó con cuidado en su bolsa...
Bueno, papá, voy a dejar a Daniela a su casa, en cuanto la deje me regreso...
Sí hijo, ve con cuidado... Daniela se despidió de Joaquín le dio la mano y le dio la mano y un abrazo, mucho gusto en haberte conocido Joaquín... cuando retiró la mano le dejó la notita que le había escrito y Joaquín muy disimulado se lo guardó en su saco.
En cuanto Adolfo y Daniela salieron, Joaquín entró a su cuarto y leyó la nota.
"Joaquín, te espero hoy en mi casa, esta es mi dirección, (hagan de cuenta que anotó la dirección en ese papel), no me vayas a fallar. Daniela".
Haciendo un gesto de satisfacción con la cara, Joaquín se dispuso a salir al encuentro de esa chica tan cautivadora...
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Comments
Rosy Martinez
que mañosa
2024-07-17
3
Haidee González
fotos de los protagonistas, gracias
2024-06-02
3
Adriana Trejo
faaaa ... asi de rapidita la 🦊
2024-05-29
0