Comienza la historia, *nos estamos quedando en la ruina*

Ándale Scarlett, vamos al antro, va a estar muy bueno, te prometo que solo será por pocas horas.

Sus amigas Josefina y Graciela la instaban a divertirse, al fin y al cabo iban bien en la prepa, ya estaban en exámenes finales y ya estaban aprobadas, ya no había ningún problema...

Scarlett, niña al fin, decidió irse de antro con sus amigas, llegó a la casa a cambiarse de ropa, a llegar sus padres la estaban esperando con la noticia más desgarradora que pudiera imaginar...

Hija, qué bueno que llegaste, tenemos algo muy importante que decirte...

Mamá, ahora no, mis amigas me están esperando... Scarlett hizo el ademán de irse a su cuarto pero la mamá la tomó del brazo y la encaró...

Tú no te mueves aquí hasta que hablemos... Dinorah siempre había demostrado tener un gran carácter y no dejó que se moviera su hija ni un milímetro.

¿Qué pasa mamá?, mis amigas me están esperando...

Hija, lo que tengo que decirte es muy importante, y por lo pronto siéntate porque necesitamos hablar bien... Scarlett obedeció a su madre y se sentó no tenía ganas de escucharla pero ella siempre se las ingeniaba para hacerse notar, era muy estricta y tenía un carácter muy difícil de tratar.

Dinorah empezó a hablar con la seguridad de que su hija la escucharía hasta el final... Hubo problemas en nuestra empresa, los trabajadores de tu padre manejaron mal los fondos y estamos al borde de la quiebra, m'ija...

¿Y eso que tiene que ver conmigo?, preguntó Scarlett, que tenía prisa por irse...

No me interrumpas, déjame hablar; Dinorah se veía que estaba impaciente, hemos hecho los arreglos necesarios para que te cases dentro de dos semanas, y no es pregunta, es una orden.

Pero, ¿por qué?, mamá, yo quiero seguir estudiando, prepararme para un futuro, no quiero depender de nadie, además, "yo no me quiero casar", al menos no por ahora.

Pues ni modo, no tienes opción, entiéndeme hijita, a veces hay que sacrificarse por la familia...

¿Ah, sí?, ¿y por qué tengo que ser yo?... Scarlett no entendía lo que estaba pasando, ¿por qué su madre quería casarla a fuerza con un hombre que ni siquiera conocía, ¿Y por qué tendría que sacrificarse ella y no cualquier otro miembro de la familia?, como por ejemplo su papá, su mamá, o su tía, qué sé yo...

Porque tú eres mi hija, tú tienes que salvarnos de la ruina, pero no te preocupes el hombre ese ni siquiera se puede mover, se está muriendo. Así es que por ese lado no tendrás ningún problema, en cuanto él se muera heredarás una gran fortuna... En los ojos de Dinorah se veía la codicia, ella antes de ser millonaria era una pobretona que no tenía dónde caerse muerta, pero se casó con un hombre adinerado, desgraciadamente los malos manejos de los contadores, hicieron que los dos cayeran en la ruina...

Mamá, ¿cómo quieres que me case con un hombre que se está muriendo?, eso es increíble. ¿De verdad eres mi madre o qué?

Por favor m'ija, entiende lo hago por nuestro bien, y por el tuyo y también.

Mamá, sabes que a mí nunca me ha importado el dinero...

¿No te ha importado el dinero? Entonces, ¿de dónde crees que sale para pagarte la preparatoria y después la universidad? ¿A poco piensas que las cosas son gratis? Además, ya no vas a necesitar estudiar porque serás una mujer casada y después viuda con mucho dinero, ¿para qué quieres estudiar?, ya no tendrás necesidad de trabajar... Míralo por el lado amable...

Pues será el sereno madre, pero no me voy a casar, y por favor no insistas...

Scarlett dio por terminada la discusión y se fue a su cuarto, ya era tarde para reunirse con sus amigas así que mejor decidió acostarse un rato.

"Mis padres están locos, ¿cómo piensan casarme con un moribundo?, ni siquiera lo conozco"...

"Que no se hagan ilusiones, no me voy a casar así sea lo último que haga en la vida"...

Dos días después los padres de Adolfo se presentaron en la casa de Scarlett...

Buenas tardes, doña Dinorah, ella es mi esposa Sandra...

Mucho gusto y él es Hugo mi esposo...

Mario tomó la palabra... Bueno, hablemos de lo que nos interesa, de nuestros hijos...

Sí, entonces, ¿cómo le vamos a hacer?, Dinorah quería estar segura antes de tomar una decisión.

Esa decisión usted la tiene que tomar, tiene que "convencer" a su hija de casarse con mi hijo, no olvide que él se está muriendo...

No se preocupe, mi hija se casará con su hijo, quiera o no... Solo que necesito dinero para poder solventar todos los gastos...

Por eso no se preocupe, con esta tarjeta puede comprar todo lo que necesite, es de gastos ilimitados, solo hay una condición, si su hija no se casa con mi hijo, inmediatamente le retiraré la tarjeta...

No se preocupe, como que me llamo Dinorah, Scarlett se casará con su hijo...

Bueno, eso espero, hagamos los arreglos para dentro de dos semanas, ni un día más, si en ese tiempo no hay boda olvídese del dinero, vámonos mi amor, dijo tomando a su esposa del brazo...

En cuanto llegó Scarlett de la preparatoria se puso a hablar con ella, entre Hugo y ella la convencerían a como diera lugar...

Qué bueno que llegaste hija, desde mañana te olvidas de ir a la prepa, te vas a casar con Adolfo, es mi última palabra y no hay vuelta atrás, Hugo era experto en hacerse obedecer...

Por favor papá, no me obligues a casarme, tengo una vida por delante, quiero disfrutar mi soltería, tener novio normal, ser una muchacha como cualquiera de mi edad.

Ay hija, esas cosas son solo niñerías, cursilerías, aquí lo que verdaderamente importa es el dinero, con amor no comes, ¿o acaso vas a la tienda y le dices le voy a dar amor por un pan?, no, ¿verdad?

Además, el amor puede llegar más tarde...

Scarlett bajó la vista, no dejaba de llorar, sus padres eran injustos con ella, aunque se sentía muy triste hizo la pregunta, y, ¿qué pasaría si me niego?

Si te niegas puedo ir a parar a la cárcel porque tengo muchas deudas, y tú serás la única responsable por no quererme ayudar. La voz de Hugo sonaba amenazante, Además de que ustedes se quedarán desamparadas porque no habrá quien las mantenga, hasta la casa podemos llegar a perder, ¿realmente es eso lo que quieres?

No papá, pero podemos buscar otra solución, un préstamo por ejemplo...

Nadie nos va a querer prestar, es una cantidad enorme, por favor hija, solamente durarás casada muy poco, porque el tipo se está muriendo, entonces, ¿qué me contestas?

Con lágrimas en los ojos Scarlett le dijo a su padre... Está bien papá, me casaré...

Y diciendo esto las lágrimas salieron a borbotones de sus ojos...

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