Capitulo 9. Yo podré

Xiara.

Darme cuenta de que probablemente no podría caminar fue un golpe muy fuerte, pero algo dentro de mí me hacía pensar que yo sería capaz de caminar, y la voz en mi interior gritaba que yo volvería a competir, además no quería preocupar a mis padres si me ponía mal, pues ellos estarían peor, así que ponía siempre la mejor de mis sonrisas.

Cinco meses después

El tiempo en el hospital pasaba muy lento, ya había recobrado mucha fuerza en mi tren superior, la verdad es que ya podía comer sola, peinarme y cepillarme los dientes e incluso mover mi silla. Decidí seguir en Italia en la clínica durante esta parte del tratamiento. Aunque el plan era regresar a casa, esperaba que por lo menos daría mis primeros pasos, en las noches intentaba mover los pies, bueno más bien los dedos, pero me dolía muchísimo...

-Xiara es hora de dormir. Me interrumpió la voz de mi padre.

-Ya lo sé papá. Oye tú crees que está nueva cirugía, servirá...

-Claro que si. No puedes dudar de tu palabra cariño.

-Está bien. Tienes razón, es solo que me canso

-Mi amor es normal que te canses, pero no te preocupes, todo pasará, además lo haces muy bien. Tu recuperación ha sido muy rápida

-Sigo sin caminar papá.

-Mi amor que camines o no es muy difícil

-Papá lo que más quiero es caminar... Quiero volver a competir.

-Que estás loca, eso jamás lo voy a permitir casi te perdemos

-Papá la única razón que tuve para no dejarme llevar por la oscuridad es competir, eso es lo único que me hace feliz

-Xiara. No quiero hablar más. Mañana es tu última cirugía aquí. Así que por favor. Duérmete.

-Te amo papi.

-Te amo cielo

****

Me desperté de la cirugía bastante adolorida, tenía que reconstruir y hacer un injerto para mis rodillas o algo así, la verdad es que el médico me dijo que eso era solo para evitar que perdiera mis piernas, pero no tenía que ver con funcionalidad... Aunque yo esperaba que sí.

El tiempo transcurría y yo seguía en terapias y tratamiento, hoy era uno de esos días donde todo iba mal, no me encontraban la vena por lo que me piqueteban doble, vomite mi almuerzo, en fin... Todo mal . Llegue a Terapia con Andrea y Jorge, hoy era en la piscina, ingrese con ayuda comenzamos con movimiento articular, en uno de los movimientos sentí un pequeño cosquilleo en la planta de mis pies, pero no dije nada, así que seguimos con los masajes y paso lo mismo.

¡-Oigan!! Siento mis piernas, siento un cosquilleo.

Los dos me miraron sorprendidos.

-¿Estás segura? Me preguntó Andrea

-Te lo juro.

Ella procedió a masajear mis piernas y a moverme lentamente estirando y contrayendo y pude sentir lo que hacía.

-Por favor cierra los ojos me dijo Jorge

Eso hice.

-Trata de mover los dedos de tu pierna izquierda.

Me concentré lo más que pude y seguí las indicaciones y le di la orden a mi cuerpo, rezando para que efectivamente se movieran

-Abre los ojos y mira lo que estás haciendo.

Al abrir mis ojos, vi el movimiento de mis dedos y yo no podía estar más dichosa, estaba perdiendo mis esperanzas. Comencé a llorar y ambos llegaron a consolarme

-Ey Niña. No llores, antes alégrate que esto es un gran avance.

Después de eso me hicieron algunos estudios, los cuales sirvieron para enfocar mi terapia en el fortalecimiento de mis piernas, aunque la lesión en la médula seguía...

Las terapias a veces eran dolorosas y muy cansadas, la verdad es que me costaba muchísimo incluso elevar un par de centímetros, pero mi familia, Camila, Andrea y Jorge me apoyaban, aunque de verdad dolía físicamente era muy agotador y mentalmente que ni se diga.

Estaba en la barra sosteniéndome de ambas manos, tenía que dar mis primeros pasos sola. Estaba tan frustrada, ya lo había intentado mil veces y me caía como sapo.

-Xiara. Enfócate. Tú puedes lograrlo.

André me ayudó a levantarme como enésima vez me acomode nuevamente, me sostuve de la barra y di mi primer paso, seguí dando el segundo, en el tercero afloje el agarre en la barra y me caí. Ni siquiera intenté levantarme, solo lloré, como debí haber llorado desde que me dijeron que jamás volvería a caminar, lloré por estar aquí, lloré por las cirugías, lloré por las inyecciones, lloré porque era una carga para mis padres, lloré por mis sueños y grité tanto, que ya no me quedaba una lágrima más. Me quedé allí no sé por cuánto tiempo. Ni Andrea ni Jorge intervinieron...Supongo que yo necesitaba este espacio. Eran tantas cosas contenidas. Necesitaba poder drenar todo eso de mi sistema.

Después de rato me posicione, Andre me ofreció sus manos, pero la rechace.

-Este es mi último intento, si ya no logro de verdad le creeré a todos que no voy a caminar y me iré a mi casa.

Se los dije a ellos pero más me lo dije a mi, no podía seguir así, ni mucho menos hacerle más daño a mi familia.

cerré mis ojos e intenté pensar en las pistas, tome la baranda y me puse de pie... Respiré y di el primer paso, di el segundo y exhale el aire que había contenido. Afloje un poco el agarre de la barra y di el tercer paso, tambalee, pero no me deje caer, di el cuarto paso con mayor fuerza y no perdí el equilibrio, solté las barras de apoyo sin alejar manos y me pude mantener en pie, pero está vez no quería quedarme allí, cerré los ojos y respiré nuevamente me transporte a las carrera y escuché el control y el fuera, así que di el siguiente paso y luego el que sigue a ese, abrí mis ojos y sentí que una lágrima rodo por mi mejilla...

Mi familia hace unos meses se mudo aquí, dado que no me quisieron regresar. La verdad es que no creo que hayan pasado dos años y yo siga en recuperación, pero hoy por fin les quiero mostrar a todos algo muy importante.

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