Xiara
Sabía que me había equivocado y hasta el fondo de verdad. Pero como podía hacer para reparar lo que había hecho. Hacia dos semanas que no había vuelto a ver a Doriam. Las prácticas eran cada vez más estrictas, porque el torneo final se acercaba.
-Te doy dos dólares por lo que estás pensando.
La voz de Camila me sobresalto.
-No seas tonta, me asustaste.
-jajajaja. Pues es que estás muy elevada, pena do en no se quién o qué? 🤔🤔
-Estoy enfocada en la carrera.
-Sabes que a otro perro con ese hueso. Tu has estado muy rara desde que llegaste al campamento. Así que es mejor que me cuentes todo y con lujo de detalles. Sabes que a mí no me puedes engañar.
Respiré profundamente. Era momento de contarle mi secreto a Camila, tal vez ella me podría ayudar y entre las dos encontrar la forma de arreglar las cosas con Doriam
-Está bien. Te voy a contar todo, pero por favor que esto quede entre tú y yo, ni una palabra a mi hermano, ni a nadie
-Soy una tumba, suelta la sopa.
Inicié mi historia y ella me escucho con mucha atención... Al finalizar solo me miró con bastante suspicacia.
-Te has enamorado, ¿cierto?
-¿Qué? De todo lo que te dije esa es tu conclusión.
-Pues sí, es que no entiendo por qué estás tan preocupada, por lo que hiciste. Al fin y al cabo el tipo te hizo un favor y tú a él
-Estoy así, porque fui muy grosera y sabes que yo no soy así.
-Eres así cuando se meten con tu forma de manejar. Eso no se lo has permitido a nadie, incluso te has peleado con tu papá
-Sí. Es verdad, es solo que, bueno me siento mal, eso es todo.
-Claro. Bueno pues búscalo y pídele disculpas aprovecha que mañana sábado que no tenemos prácticas porque ha llovido mucho.
-Sii. Tienes razón mañana será mi oportunidad de disculparme
-¿Oye tengo una duda, el chico del que hemos hablado es el que vimos en la pista el grandote de ojos claros?
-jajajaja si ese mismo.
- Ay Dios. En serio que tus gustos son muy particulares, ese hombre es una mezcla de miedo y lujuria, además que debe de tener como cinco años más que tú. Quien diría que la que menos corre vuela.
-Baje las revoluciones a tu mente cochambrosa. Solo a Sido mi mentor, eso es todo.
Las dos nos dirigimos a nuestra última clase. Sobre el mantenimiento del motor, cuando llega la directora.
-Profesor, me da un momento por favor quiero darle información a los estudiantes.
-Por supuesto.
-Buenas Noches, estudiantes. Espero que ya estén preparados para la carrera final. Lo que se viene para ustedes es la carrera de sus vidas. El día lunes daremos un recorrido por la pista, esté recorrido se realizará a pie, para que hagan un excelente reconocimiento de pista. Estamos a solo cinco días de competir. Les recuerdo que solo los ganadores de la competencia anterior podrán participar...
Mis compañeros comenzaron a renegar, diciendo que no era justo.
-Silencio, las reglas siempre fueron muy claras, como iba diciendo solo los ganadores competirán, lo harán contra otros campamentos y este año le daremos la oportunidad a los lugareños para que se inscriban.
No podía creer si los lugareños podrían competir, Doriam podría y estaba segura que ganaría..
-Todos competirán por la gloria y el dinero por supuesto.
Ese momento levanté la mano. Necesitaba saber, como era todo el proceso para inscribirse
-¿Disculpe y cuántos cupos habrá, para los lugareños, ellos me imagino que pagan?
-Solo hay cupo para ocho personas y por supuesto que tienen que pagar por la inscripción, son cinco mil dólares.
¡Carajo! Eso era mucho dinero. Pero estaba segura que Doriam ganaría. Además, se lo debía. Yo me encargaría de que él participará.
Por fin era sábado. Aprovecho la tarde libre para ir al pueblo, al llegar todo estaba tan hermoso como siempre, me dirigí al lugar donde lo ví por primera vez, era una especie de garaje. Al llegar no lo ví por ningún lado. Cuando estaba a punto de volver
-Princesita, que dicha tienen mis ojos de volver a verte. ¿Qué hace su majestad por aquí?
Era el chico de las carreras.
-Hola. Busco a Doriam.¿Sabes dónde lo puedo encontrar?
-¿Doriam, qué Doriam?
-El tipo que competía, grande de ojos claros, tú lo conoces
-Ahh te refieres a Black, no tenía idea que así se llamaba. En fin ¿qué asuntos tiene una hermosa princesa con un plebeyo como ese?
-No es asunto tuyo. ¿Sabes dónde está o no?
-jajajaja. Vaya, vaya. Me agrada que tengas carácter princesa. Bueno te lo diré, creo que está su casa. Ese lugar queda a las afueras de aquí. Por el sur, debes tener cuidado, no es una zona muy hermosa. Su casa es la 07
-Gracias. Adiós.
No espere ni que contestará. Me dirigí directo al lugar aunque antes me detuve en una panadería. Mis padres me enseñaron que es de mala educación ir a una casa sin nada en las manos, así que compre, pan, queso y leche.
Las casas del sur estaban muy retiradas de verdad que todo se veía triste y abandonado, no había colores vibrantes, todas las casas se veían casi en ruinas con puertas de maderas sueltas, ventanas tapadas con cajas.
Vi a unos niños jugando bola, todos se veían tan delgados Me acerque y les pregunte por la casa 07 ellos me dijeron dónde estaba y yo les indicaron y les regale algunos dulces. Cuando por fin llegué me di cuenta que estuve caminando por dos horas. Toque la puerta, pero nadie salió lo hice una vez más y escuché la voz débil de una mujer
-Pase, por favor.
Al ingresar lo primero que vi fue una casa muy humilde no había sillones, las mesas eran muy antiguas. Habían muchas medicinas en el comedor y la cocina estaba en un pequeño rincón. Al darme vuelta para cerrar noté a una mujer en silla de ruedas, su piel era blanca tenía unos guantes rotos y sobre sus piernas una sábana vieja, sus ojos eran del mismo color de Doriam, pero su expresión era tan dulce.
-Buenas Tardes. Disculpe llegar así, mi nombre es Xiara Mitchell, yo vengo buscando a Doriam. Extendí mi mano
Ella me observó y vi que intento levantar su brazo, pero no pudo. Me sentí fatal. Así que me puse de cuclillas y tome su mano.
-Hola. Yo soy Alicia su madre. Sabes que casi nadie sabe su nombre. Es un placer conocerte, mi hijo no suele traer visitas... Me dio una cálida sonrisa. A pesar de verse tan pálida, debo admitir que era una mujer muy hermosa.
-El gusto es mío, señora.
-No me digas señora, dime Alicia. Que pena contigo no tengo nada que ofrecerte.
-No se preocupe. Antes que vergüenza llegar así. Mire, le mostré lo que compré, si gusta puedo calentar la leche para comer con pan.
-Claro. Me parece estupendo y de paso me cuentas dónde conociste a mi hijo.
-Si señora.
Me dispuse a organizarlos todo en menos de diez minutos y las dos estábamos charlando y comiendo.
-¿No te dan miedo las motos, accidentes?
-No señora, la verdad me encanta, no me imagino mi vida sin poder montarlas, es más papá me decía que aprendí a montar antes que a caminar. Las dos reímos en ese momento la puerta se abrió, mostrando a Doriam quien le dedicó una cálida sonrisa a su madre que solo duró segundo, porque apenas me vio su cara se oscureció.
-Buenas Tardes, hijo. Ven siéntate. Tu amiga me está contando unas buenas anécdotas. Además, trajo leche y pan, siéntate y come
-Madre, ella no es mi amiga. Es más ya se va.
-Doriam Stiff Samders No te permito, esas faltas de respeto en mi casa, es que acaso yo no te he enseñado modales. Diciendo esto comenzó a toser.
Doriam se acercó de inmediato y yo traje un vaso de agua, ella lo tomo lentamente.
-Madre no te esfuerces, es mejor que vayas a descansar.
La señora Alicia asintió, pero antes se despidió.
-Xiara, me encantó mucho conocerte, espero que regreses y tomemos un buen café, creo que tenemos mucha tela por cortar, diciendo esto me guiñó un ojo. Doriam la tomo en sus brazos y la llevo escaleras arriba. No tardó mucho en bajar.
-¿Qué haces en mi casa, como supiste dónde vivía, de que hablaron tú y mi mamá?
- Bueno te voy a responder una por una.
-Perfecto, pero vamos de una vez de camino a tu escuela. Está muy tarde y este lugar no es seguro.
-Vale. Deje lo que había comprado en la mesa y me puse en marcha junto a él
-Comienza a hablar.
-Bueno vine, porque te debo una disculpa, yo nunca debí decir lo que dije, de verdad te debo una parte muy importante de triunfo y eres mucho más que un corredor callejero.
-Disculpa aceptada. Sigue respondiendo. ¿Que Qué hablaste con mi madre?
-Bueno ella pregunto qué cómo nos conocimos y yo le dije que tú me habías estado ayudando a mejorar mis técnicas de manejo en este tipo de terrenos, luego hablamos de mi historia con las motos y eso es todo.
No me había dado cuenta que ya estábamos cerca de la escuela. Doriam se mantenía tan callado como siempre.
-¿Oye de verdad me disculpas?
-Si. Si estás preocupada, por qué te siga entrenando, no tengo problema en seguir haciéndolo.
Sonreí para mis adentros.
-No creo poder. El tiempo no me da y ya en cinco días es el torneo final.
-Entiendo. Entonces ya vas a regresar.
-Si.Pero sobre el torneo, ayer nos informaron que hay ocho cupos para los lugareños y pensaba que tú podrías participar, estoy segura que ganarías, yo puedo comprarte la inscripción y ayudarte
Su cara me hizo parar mi verborrea. Creo que sí en ese momento las miradas matarán, yo estaría muerta y enterrada.
-No. No quiero tu caridad. No me interesa correr con niños riquillos que lloran si se rompen una uña. Ese no es mi lugar.
-Pero si tú lugar es correr, porque no intentar hacerlo como un profesional, si ganas estoy segura que las puertas se te abrirán, por eso te digo que el dinero es lo de menos. Yo creo en ti de verdad Doritú, tu tienes que mostrarle al mundo tu potencial.
-Ya te dije que no. Solo dices eso por lástima, ya te dije que no quiero nada de ti. Yo puedo únicamente, siempre he podido. Ya estamos en paz ni tú me debes ni yo te debo.
-Doriam, que desilusión de verdad no sabía que fueras tan cobarde, te asusta ganar. Sabes que me voy gracias por todo.
Diciendo esto me fui y regrese a la escuela de dos cosas estaba segura, antes de irme debía ver a Alicia y la segunda Doriam era el ser humano más terco del mundo y creo que me había enamorado.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 49 Episodes
Comments