Capitulo IX Esa voz

No podía creer mi mala suerte, en esta cafetería que estaba bien lejos de la mansión Casanova me vine a encontrar Dylan y lo más importante mi hija estaba hablando con él, tenía que irme de aquel lugar no quería que él estuviera tan cerca de Antonella, al llegar estos me convencieron de desayunar con ellos, esto no me agradó mucho, pero ya no tenía escusas este hombre fue muy insistente, hubo un momento que sentí su mirada en mí, eso me puso nerviosa porque y si me reconoce y quiere quitarme a mi hija, no eso no lo puedo permitir tengo que irme de esta ciudad cuanto antes, ya me hubiese ido porque el problema que tenía la sucursal fue resuelto con el arresto del asqueroso ese, solo que ahora la empresa encargada del desfile anterior se enteró de que yo estoy aquí y quieren que seamos parte de su equipo de trabajo, es decir, quieren a nuestras modelos y en especial a mí para encargarme del desfile, así que no tengo de otra que estar unos tres meses más aquí, y si acaso no sea más, al terminar el desayuno salí prácticamente corriendo de aquel lugar, fui a buscar a unos amigos, tenía la esperanza de convencerlos de que fueran a un lugar donde les brindarán ayuda y que ellos pudieran estudiar, pero no pude convencerlos, yo tenía un proyecto en mente y era crear una casa para niños desamparados, ya que aunque yo tenía mucho dinero al final también fui una niña desamparada y utilizada por la familia de mi esposo, esa parte tan triste de mi vida me hizo botar una lágrima, lleve a Antonella a nuestro apartamento y yo me fui a trabajar en el camino llame a María y le hable de mi proyecto y como era de esperarse ella me brindó todo su apoyo al igual que Arturo, una vez en la compañía, mi secretaria me informo que tenía a un publicista queriendo hablar conmigo, ya que este sería el encargado de llevar la publicidad de este nuevo desfile y es que la propuesta de los dueños del desfile era muy grande este sería el mega desfile, no entendía la razón de algo tan grande, pero como dice el dicho, el cliente siempre tiene la razón. Hice pasar al publicista del cual no pedí su nombre y es que era una mala costumbre mía no preguntar por quién me visitaba.

Dylan: buenos días, señora De La Garza. Es un placer volver a encontrarme con usted el día de hoy.

Katherine: buenos días, señor Casanova, por favor siéntese.

Dylan: gracias, así que usted se encargará de las modelos y de la organización del evento.

Katherine: así es, no es mi trabajo, pero el cliente lo pidió así.

Dylan: debe haber llamado mucho la atención de los Gonzalaz, ya que ellos no aceptan a nadie que no sea de su familia para hacer semejante trabajo.

Katherine: no sé cuál serán las razones de ellos, a mí no me pagan por estar preguntando, yo solo hago mi trabajo.

Dylan: lo entiendo, ahora sabe que tendremos que trabajar juntos, así que estaremos viéndonos más seguido.

Katherine: solo nos veremos lo necesario, no tengo tiempo de socializar.

Dylan: así es no tengo interés en verla para algo que no sea trabajo.

Katherine: que bueno que lo tiene claro, ahora dígame a qué vino.

Dylan: este es una propuesta de mi empresa, necesito que responda algunas preguntas y lea estás especificaciones, son algunas cláusulas para llevar esta cuenta con ustedes.

Katherine: no tengo nada que ver con eso, esos puntos debería discutirlo con los dueños del desfile.

Dylan: el señor Gonzalaz pidió que usted se encargará de eso.

Katherine: ya mismo lo llamo, a mí nadie me habló de esto.

Llame al señor Gonzalaz, al otro lado de la línea una voz muy sexi llamo mi atención, este me dijo que él no tenía tiempo de encargarse de estos asuntos y que por favor lo ayudará que confiaba en mí, estás palabras eran demasiado para mí, este señor ni siquiera me conoce y prácticamente me estaba entregando un gran proyecto, no entendía que estaba pasando, pero este señor alegro mi día.

Dylan: veo que le agrado la conversación.

Katherine: por qué lo dice?

Dylan: por su sonrisa y sus ojos, la sonrisa nunca la había visto y sus ojos ahora son más brillantes.

Katherine: suele pasar cuando hablo con personas que realmente me agradan. Aquí tiene estos son los puntos que hay que cambiar y mis sugerencias, ahora sí no hay nada más que discutir aún tengo mucho trabajo por terminar.

Dylan: gracias señora fue un placer hablar con usted.

Al fin este pesado se fue de mi oficina, lo odio demasiado como quisiera verlo comiendo de la basura, mejor me concentre en mi trabajo hasta el final del día.

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