Capitulo VI El inicio de la venganza

El desfile fue todo un éxito las modelos de la agencia son demasiado buenas y ya tenemos contratos con otras empresas, cuando llegue a la casa Arturo me dice que hay un problema urgente en la sucursal del sur exactamente de donde vengo y como yo conozco mejor que ellos esa ciudad decidieron enviarme a mí para solucionar el problema, decidí llevar a Antonella conmigo y así aprovecho pasar tiempo con ella, Marcos un buen amigo y se que quiere ir más allá de una amistad nos acompañó al aeropuerto nos despedimos de él y abordamos el avión, estábamos ya en nuestros lugares cuando a mi lado escucho esa voz que tanto odio, esto debe ser una broma pensé, no puedo tener tan mala suerte de encontrar a este sujeto en el avión, intento sacarme conversación así que yo simplemente lo corte lo más amable que pude y me puse a trabajar, Antonella estaba a mi lado y mi mayor preocupación era que esté hombre se enterará de que ella es su hija, la hija producto de una vxxxxxxxx, aunque fue concedida de esa manera, es mi hija y mi mayor logro la amo y por eso trabaje duro para llegar a donde estoy.

El avión por fin aterrizó al bajarnos del avión Dylan quiso seguir hablando conmigo yo solo lo ignore no quería hablar con él estando Antonella cerca, agarre un taxi y nos llevó al apartamento que Arturo tenía en esta ciudad, era un apartamento muy bonito en una buena zona, sería tan bueno vivir aquí para siempre la vista es espectacular y el ambiente es agradable, contraté a una niñera por un mes para que cuando yo tuviera que ir a la agencia está se quedará con mi hija, cuando llegamos a la ciudad era fin de semana así que teníamos dos días para las dos, la lleve a un centro comercial me hacían falta algunas cosas así que fuimos a comprarlas, estábamos felices comprando cuando a lo lejos vi a Dylan con una mujer, era la misma mujer con la que él salía mientras que era mi esposo, jajaja esposo de mierda, esa mujer no es lo que pinta, es solo una fachada para engañar al imbécil ese, ella también me las va a pagar nunca olvidaré el día que me llamo y con engaños me llevo a un almacén donde me dio una buena paliza rompiendo dos de mis costillas, la bruja de la madre de Dylan sabía todo y solo se hizo la que no sabía nada, cada golpe lo va a pagar. Llame a la niñera de Antonella y le pedí que la llevara a la casa, este era el momento preciso para empezar mi venganza.

Katherine: Dylan eres tú? ¿Cómo estás? Disculpa no haberte podido atender antes, es solo que tenía mucho que hacer.

Dylan: hola Katherine, te entiendo a veces también me lleno de trabajo y no tengo tiempo para nada. ¿Y eso que haces por aquí?

Katherine: vine por algunas cosas que necesito y te confieso que me perdí no tengo ni remota idea de dónde estoy.

Dylan: si gustas puedo ayudarte, puedo llevarte a tu hotel, o donde sea que te estás quedando.

Katherine: no quiero molestar, mejor busco un taxi.

Natalia: si mejor te buscas un taxi, él está conmigo en este momento.

Dylan: Natalia está salida la podemos dejar para otro día, yo te llamó disculpa.

Natalia: no, no acepto que me dejes tirada aquí, llévala a agarrar un taxi y ya.

Katherine: de verdad no quiero molestar, disculpen estamos en contacto.

Dylan no tardó en seguirme y ofrecer llevarme a mi casa, y así empezó mi gran plan, ahora tengo que volverlo loco por mí y hacerlo que me entregué el poder de todas sus acciones, y así como voy será más fácil se lo que pensé.

Llegamos a un apartamento que había rentado aparte tenía el de Arturo.

Katherine: gustas subir por un café?

Dylan: hablas en serio? Pues claro que sí.

Subimos al apartamento, este era bastante bonito nada que ver con el de Arturo, pero si quería parecer humilde debía empezar por mi casa.

Katherine: bienvenido a mi hogar, espero te guste.

Dylan: está muy bonito tu apartamento, piensas quedarte mucho tiempo aquí?

Katherine: el necesario para solucionar algunos problemas.

Dylan: por qué fuiste tan cortante las veces que nos hemos visto?

Katherine: soy una mujer muy ocupada y cuando estoy metida en el trabajo no me gusta ser interrumpida.

Dylan: lo tendré en cuenta.

Katherine: como te gusta el café?

Dylan: en las mañanas y que me lo lleve una hermosa mujer.

Katherine: bueno en eso no puedo ayudarte, ahora solo te lo puedo dar en este momento.

Dylan: bueno con dos de azúcar, gracias.

Mxxxxxx infeliz ya quería llevarme a la cama es un mujeriego poco hombre, pero te vas a arrepentir de todo.

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