Capítulo 3

Es sábado así que aprovecho para dormir lo más tarde que puedo, aunque quisiera, mi cuerpo acostumbrado, lo máximo es hasta las ocho de la mañana, me levanto, voy al baño, me lavo los dientes, me acomodo el cabello en una cola alta, voy al closet y busco ropa deportiva, amanecí con ganas de ir a hacer algo de ejercicio.

Bajo a la cocina y mamá está en la barra leyendo el diario y tomando una taza de café. La doy un abrazo por la espalda y un beso en su mejilla.

- ¡¡Oh hija!! Me asustaste, buenos días – .

- ¡Buenos días mamá! Que rico huele, te acompañaré con una taza de café.

- Cuéntame, ¿Cómo te fue anoche con tus amigos? -

- Muy bien, fuimos al cine y al salir fuimos a casa de Karina, donde comimos pizza y hablamos por buen rato. .

- Me alegra que hayas salido, tenías tiempo que no lo hacías –

- A mí también, me divertí mucho con los chicos.- .

- Me alegra mi niña.

- Bueno mamá hare un poco de ejercicio, nos vemos al rato – .

Al salir me coloco los audífonos y reproduzco en mi MP3 mí, repertorio de música clásica, un poco de Bach, Vivaldi, Beethoven, Mozart, Schubert…

Voy trotando con la música en mis oídos, sintiendo cada nota, cada compás y me dejo llevar hasta que llego al parque, me detengo y hago una poco de calentamiento, veo niños pasear en sus bicicletas, abuelos haciendo un poco de estiramiento y chicos jugando al futbol, entre tantos reconozco a Henry, sus pasos, su forma de correr, tantos años verlo jugar que es inconfundible.

Me quedo por un rato viendo el juego, en eso Henry me ve y me da un saludo agitando su mano, una pequeña sonrisa que hizo marcar pequeños agujeros en sus mejillas. Quedó un poco distraído y sus compañeros de juego le gritaron mientras la pelota llegaba a sus pies, hizo unos movimientos y una gran patada metiendo un gol, mientras celebraba me mira y me hace una señal que reconozco:

¡¡Me está dedicando la jugada perfecta que acababa de hacer!!

No sé cómo reaccionar asi que solo le doy una sonrisa amistosa, aunque me siento nerviosa. ¿Pero por qué? No es la primera vez que lo hace, desde pequeños siempre me dedicaba los goles que hacía, ya debería estar acostumbrada, es un excelente jugador aunque sólo lo hace para divertirse y mantenerse en forma.

Regreso a la casa, casi las 10 de la mañana, subo a la habitación me cambio y voy al baño a darme una ducha, antes pongo el reproductor con volumen alto mientras suena La flauta mágica de Mozart. Al salir del baño, veo a la pequeña Victoria sentada frente a mi escritorio, observando algunos dibujos. Voltea y con cara de asombrada me dice:

Tus dibujos son hermosos hermana -

- ¡Gracias bebe! -

- ¿Por qué me dices bebe? Ya tengo 6 años –

- Porque eres mi hermana pequeña, siempre te diré bebe. ¿Qué tienes ahí? -

- ¡Oh! – - Mami te la envió, dijo que estaba en el correo, dice So-o-fii-a –

- Okey Victoria hermosa, es para mí –

- Chao hermanita –

- Gracias – .

Me visto y bajo, en la sala Vicky viendo caricaturas en la televisión, me dirijo hacia donde esta mamá y me ofrezco para ayudarla a cocinar.

Mientras preparo y corto algunos trozos de carne mamá me pregunta.

- ¿Sofi y esa carta que te llego? –

- No lo sé mamá, aun no la he abierto.- .

- Es extraño porque solo tiene tu nombre ¿Quién será? -

- Si es extraño, sabré de quien es a penas la abra –

Terminamos en la cocina y nos sentamos las 3 en la mesa para comer. Al finalizar recojo los platos con mamá y la ayudo a limpiar.

Subo al cuarto me siento frente al escritorio, abro internet, pero prefiero dibujar, cierro la portátil y comienzo a trazar líneas de lo que había visto mientras hacía ejercicio esta mañana, árboles, bancos, el parque, sigo con rostros de niños, pelotas y la cara de Henry, mientras jugaba al futbol, me traslade hacia ese momento mientras lo veía jugar, sonrío y de repente escucho la puerta abrirse, eso hace que salga de mi ensoñación.

Es Vicky quien me mira con su carita ladeada y una media sonrisa.

- No estas lista hermana –

- No preciosa –

- Dame unos minutos y nos vamos. .

- Lista pequeña .

- Sii, vamos! .

Llevo a la pequeña al parque como le prometí, la veo desde unos asientos, comienza a jugar con algunos niños y aprovecho de seguir dibujando, cuando pasa una hora, decido llevar a comer helado a Victoria.

Estando en la heladería le pregunto:

- ¿Qué sabor quieres bebe? .

- M mm Chocolate. .

- Gracias hermana. .

La niña estaba muy emocionada, casi siempre que puedo salgo con ella, me distraigo y ella lo disfruta. Tan inocente y tierna, llega contándole a mamá todo lo que hizo en el parque.

Me hace saber que disfrutó mucho y que quiere volver a salir conmigo, casi comonun recordatorio, haciendo sonreír de felicidad.

*_*_*<*<

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