Ayer Diana pasó toda la tarde en la casa, comimos juntas un pasticho o lasaña que mi mamá preparó, vimos una película de dibujos animados con Victoria, se marchó a su casa cuando ya estaba oscureciendo.
Es lunes y me dirijo hacia la universidad, entro a clases temprano, media mañana tengo dos horas libres y me voy a la cafetería para tomar algo, con ganas de ver a algunos de los chicos para no estar sola. Me acerco a pedir algo para tomar y cuando voy caminando hacia una de las mesas, tropecé con alguien y mi bebida terminó sobre su camisa, inmediatamente comienzo a disculparme sin mirar el rostro de la persona
- Lo siento mucho, que distraída, de verdad no se en que ando pensado –
- Tranquila, no hay problema –
- Disculpa he arruinado tu camisa –
- No te preocupes, por suerte no está caliente –
- Si pero estas todo mojado -
- Esto se puede solucionar, además cargo camisa extra por si una chica distraída me lanza su bebida - < comenta en tono sarcástico soltando una carcajada>.
- Por lo menos lo tomas en broma –
- Que hermosa sonrisa tienes, creo que no me cansaría de verla -
Creo que me he ruborizado por lo que acabo de escuchar, siento mis mejillas calientes, en un intento por parecer tranquila volteo la mirada a otro lado, pero fallo en el intento.
- Perdona si dije algo que te incomodara -
- No, descuida – respondo de forma calmada <¡NO!, esa es una gran mentira, acaba de usar una de las palabras que te escribió tu admirador secreto – escucho decir a mi voz interior- rodeo los ojos y respondo una -pequeña casualidad- aunque eso me haya dejado pensativa>.
- Está bien, te invito a tomar algo –
Quise negarme, pero creo que al menos le debía eso después de haber manchado su ropa y realmente era muy guapo. Ojos azules intensos, cabello rubio, sonrisa sexy, cuerpo atlético que marcan sus definidos músculos, mirada encantadora
- Acepto –
- Realmente me agrada tu sonrisa – añade indicándome con su mano una de las sillas donde nos sentaríamos>.
- Gracias –
- Lo se
- OK, y tú eres Nick si no me equivoco. -
- Si, Nicolás en realidad, pero todos me dicen Nick.
Continuamos hablando durante un buen rato, hasta que tengo que volver a la siguiente clase y me despido. Nick me ha invitado a salir el próximo viernes y he aceptado. Me dejó una pequeña curiosidad al decir que ya me conocía, por un amigo aunque nunca me menciono el nombre de éste y aún más con las palabras que uso anteriormente siguen dando vueltas en mi cabeza.
Mientras voy al salón donde tengo la próxima clase, me consigo a Henry en el pasillo, me da un saludo rápido y continúa su camino. Si no fuese mi mejor amigo, diría que está huyendo de mí. Estas últimas semanas lo he sentido más alejado, a pesar de su saludo amistoso en el parque ya no hablamos como antes y viene a mi cabeza que seguramente son las ocupaciones de cada uno.
Ya en casa en la tarde, sigo pensando en la distancia que siento entre Henry y yo, debían no ser más de las cuatro de la tarde, asi que decido ir al parque a distraerme un rato. Decido llevar conmigo mi cuaderno de dibujo y mis lápices.
Cuando estoy en el parque busco un sitio para sentarme, veo un árbol a la distancia, me acerco y decido tumbarme sobre el césped, la tarde estaba fresca, suficiente luz solar y muchos niños jugando, saco mi cuaderno y al levantar la mirada al horizonte para mi sorpresa veo a Henry de perfil sentado, con su guitarra en mano, no más de 15 metros nos separaban, parecía tan concentrado que no debía darse cuenta que lo miraba fijamente, inmediatamente quise dibujarlo, parecía el cuadro más hermoso, su rostro iluminado por leves rayos del sol, la suave brisa ondeaba su cabello, y su mirada estaba puesta en su instrumento, tocaba unos cuantos acordes, comienzo trazos y líneas que definen su torso, sus manos posadas de una manera profesional y a la vez delicadamente sobre su guitarra. La dulce música que llegaba a mis oídos permitía que me concentrara aún más en mi dibujo…
Quedo completamente absorta de lo cautivada que estaba con el solo echo de describirlo de esa manera a través de mis bocetos, salgo atónita de mis pensamientos, recojo y me encamino a casa.
Solo podía pensar, – como puedo ver tan inspiradamente a mi mejor amigo sin cansarme de eso, ¿acaso Henry me gusta? – Eso no podría ser, es mi amigo –
- Jamás podría sentir algo por mi amigo. ¡Creo! –
Llego a casa, subo directamente a mi habitación, dejo las cosas que tenía sobre la cama, entro al baño y me doy una ducha rápida. Al salir me cambio y siguen los pensamientos sobre Henry < Siempre me he sentido bien a su lado, algunas veces sentía celos cuando salía con alguna chica, pero siempre me calmaba diciéndome que solo era porque no quería verlo lastimado>
- Pero será eso cierto, eran simples celos de amiga? o en realidad siempre he querido a Henry de una forma diferente?, muchas preguntas como estas vienen a mi mente.
Al ver la hora, siete de la noche me siento frente a mi escritorio abro el portátil, para hacer algo de tarea y al encenderla tengo un e-mail, remitente desconocido, - algo extraño pienso -, hago clic en el correo y al abrirse sale en grande la imagen de una rosa que ha sido dibujada, seguido de un pequeño escrito:
📩📧*Bandeja Entrada*
No se compara con tu belleza, pero desearía tanto poder entregarla en tus manos, para admirar el hermoso brillo que posaría en tus ojos y la bella sonrisa que tus labios me regalarían. Eres mejor artista que yo sólo es un pequeño intento de dibujo, admiro tu destreza artística y muchas cosas que te hacen ser diferente. Eres realmente especial ¡Princesa Sofi!
_____________________
Este mensaje me ha dejado desconcertada, boquiabierta; quien es, apenas he recibido dos notas anónimas, pero es como si este chico me conociera, ha descrito mis ojos, mi sonrisa en pocas palabras... El correo hizo que me olvidara por un momento de mis pensamientos hacia Henry, pero al mismo tiempo entran tantas dudas.
– ¿Quién podría escribir esto? ¿Quién es? -
- ¿Por qué no me dice estas cosas personalmente? –
Realmente me gustaría saberlo, no puedo ni siquiera imaginar a alguien conocido escribiendo esto, pero sin duda sea quién sea me conoce. Me levanto de la silla y comienzo a dar vueltas alrededor de la habitación, voy y vengo sin parar de pensar en esas palabras escritas, son bonitas, con cierta rima poética.
- ¿Princesa? ¿Por qué me dice así? -
Usa esas palabras para hacerme sentir diferente, pues está equivocado, si está linda sus palabras, sus dedicatorias, pero no es suficiente quiero conocerlo -
- Cualquiera me escucha hablando sola y dirá que estoy enloqueciendo y más que aún no paro de dar vueltas.
Vuelvo a sentarme frente al escritorio, busco una pista en el mensaje, para descubrir quién es, pero nada, el nombre de su perfil son letras sin sentido, no hay foto de perfil ¡es un total desconocido! De repente mis ojos se abren totalmente cuando veo que está en línea, comienzo a escribirle sin siquiera pensarlo:
📨📤
Yo: ¿Quién eres?
Unknown: ¡Hola! Creo que primero deberías saludar, o pensare que tus modales se te han olvidado.
-
Yo: ¡Hola! ¿Conforme? Solo quiero saber quién eres.
-
Unknown: confórmate en saber que es alguien que piensa en ti y te quiere de la forma más bonita.
Yo: Eso no ayuda mucho. ¿Por qué te escondes?
Unknown: No me escondo, simplemente no dejo que lo sepas.
Yo: ¿Nos conocemos?
Unknown: Probablemente, pero eso tampoco te lo diría.
Yo: ¿Por qué me escribes?
Unknown: Es más sencillo, creo que puedo expresarme mejor…
Yo: y no crees que es mejor personalmente?
Unknown: No sé cómo reaccionarias.
Yo: ¿Por qué no lo intentas?
Unknown: quizás no tengo el valor suficiente para hacerlo
Yo: Al menos una pista sobre ti…
Unknown: No hay ninguna, princesa.
-
Yo: ¿Por qué?
Unknown: ¿qué cosa princesa?
Yo: ¿Por qué a mí?
Unknown: Porque me gustas. Delante de tu belleza nada tiene comparación, de solo pensarte mis manos te describen en letras que se vuelven poemas. Hasta la más bella flor se sentiría en desventaja a tu lado.
-
Unknown: Eres la musa que inspiras las mejores canciones. Me encantaría estar siempre a tu lado, para mi eres realmente hermosa Sofía.
Yo: si eso es lo que quieres, no te ocultes. Déjame conocerte.
Unknown: Buenas noches princesa, descansa.
-
- Aff realmente no se en que pensar, ahora tengo más dudas, escribe diferente. Pienso que ningún chico que conozco escribe o habla de esa forma. Quiero conocerlo y no sé cómo podré hacerlo.
Tengo que pedirle ayuda a Diana o no sé a quién, pero de verdad esta se ha vuelvo una nueva misión.
Con esta idea en mi cabeza de descubrir a este desconocido romántico, decido ir a dormir, pero mis pensamientos me dejan dando vuelta en la cama, y es bastante tarde cuando logro conciliar el sueño.
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