Perdón por ser tan cruel contigo

Zaíra espero que la muchacha salga de la habitación, tomo la ropa que estaba en la bolsa, se cambió, ella pudo notar a través del espejo que tenía al frente, la cantidad de marcas y huellas que había en su cuerpo, si Mateo o Belice la veían así pensarían lo peor de ella, como había llegado tan lejos, Zaíra sabía que no debía beber, ella perdía la conciencia y se convertía en una persona totalmente diferente cuando lo hacía, pero estaba tan decepcionada y dolida, que solo la bebida la calmarían.

Cuando era más chica bebió hasta perder la conciencia y termino bailando sobre una tarima en la fiesta de cumpleaños de Belice, ahí fue cuando conoció a Mateo, él había ido acompañando a otra muchacha esa noche, y no pudo despegar sus ojos de Zaíra ella y Mateo pasaron una noche y fue suficiente como para que ella quede embarazada, tiempo después él se fue al extranjero y de regreso fue a buscarla y ella acepto comenzar una relación con él, y desde ese momento Mateo nunca permitió que ella bebiera una sola gota de bebida, él sabía perfectamente que su novia perdía los papeles cuando lo hacía. Por eso era complicado entender porque había querido darle de beber ese día, acaso Mateo se enamoró realmente de Belice y ya no quería nada con Zaíra a, si ese fuese el caso, porque no terminar con ella y estar con su amiga, ellos no habían tenido intimidad, solo tenían seis meses de relación, Zaíra a podría comprender la situación sin problema, acá pasaba algo extraño, no era algo que ella no quisiera era Mateo Lombardo.

Zaíra estaba pensando en ese momento irse de la ciudad. Ella quería alejarse del traicionero de Mateo y la empresa nada le importaba ya que eso seria tener a Belice cerca, como pudieron hacerle eso, ella ahora no tenía nada que la retenga en esta ciudad y pensando en eso, Zaíra termino de arreglarse, busco su bolso y lo encontró sobre una mesita, en él habían puesto varios billetes, ella se llevó las manos al pecho, lo último que le faltaba, ese hombre con el que paso la noche le había pagado por sus servicios, pensaba ella, Zaíra tenía mil preguntas en su mente, lo que podría estar imaginándose aquel extraño.

-- acaso pensaría que yo era una mujer de la calle – murmuraba entre dientes mientras terminaba de vestirse, Zaíra se moría de la vergüenza ahora, pero al ver la cantidad de dinero que había adentro de su bolso, se dio cuenta de que era muchísimo, seguro que ser una mujer de la calle valió la pena, al menos con ese dinero tendría para comenzar una vida nueva en otra ciudad.

--Ella tomó el dinero, aunque no quisiera era lo único que tenía en ese momento, volver al departamento, por su pequeño y algunas de sus cosas, no quería encontrarse con esos traicioneros, salió de la habitación, no se encontró con nadie, en su camino, Pablo había dado órdenes explicitas para que nadie haga sentir mal a su mujer, así que todos los empleados del piso no podrían aparecer hasta que ella se haya ido, la única que entro fue la muchacha que le llevo la ropa, y quien no quiso darle el mensaje que Pablo había dejado para Zaíra.

Zaíra bajo por el ascensor, en el lobby estaban Belice y Mateo, los muy descarados recién salían, eran casi las doce del día y ellos se habían pasado toda la noche y gran parte del día en su habitación, Zaíra tuvo que esconderse para no ser vista, pero no se acordaba de la moto que había dejado el día anterior en el hotel, esta seguía estacionada en el mismo sitio en el que la dejo, espero a que la pareja saliera y luego camino despacio, afuera en el estacionamiento estaba la moto, pero ella no la utilizaría, no tenía fuerzas ni ganas de hacerlo, quería llegar al departamento antes de que llegue Belice, Zaíra detuvo un taxi que pasaba frente al hotel y le pidió que la lleve lo más rápido posible a la dirección que le dio, al llegar no imagino que Dante estuviera allí esperándola.

-¡Zaíra! ¿mujer dime te sientes bien?- Dante se levantó y fue a hasta ella.

Zaíra lo miró fijamente, sorprendida porque el no la atocigo con gritos,sus lágrimas comenzaron a salir, él la abrazo.

Zaíra: perdón por ser cruel contigo, por hacerles daño a Emma y a ti, yo...( trago saliva)... Dante tu...

Dante ya sabía que ella quería confesar algo, esa noche fue furioso, sus padres le confesaron que Máximo no era su hijo, pero al no encontrar a Zaíra se durmió con Máximo envío a la nana a descansar.

-No te preocupes entiendo,¿porque mentirme de esa manera, si sabías que yo no era padre de Máximo?- Él sonrió con tristeza ella sintió vergüenza y tristeza a la vez.

Zaíra:perdóname, estoy pagando, (sollozando) el papá de Máximo, se llama Mateo Lombardo él y yo estuvimos juntos, pero no se lo dije ahora que regreso, hace seis meses estamos sal, pero pero resulta que ayer salgo de trabajar y me preparo para mi fiesta de cumpleaños...(sollozando)...me encuentro con la sorpresa que Belice mi mejor amiga se acuesta con él.

Dante sintió pena, el abrazo ella se desahogó en sus brazos, hasta calmarse.

Dante: Zaíra me duele mucho que hayas perjudicado mi vida y la de Emma, ella nunca más me hablo, sabes como me siento.

Ella sonrió triste, limpio sus lágrimas.

Zaíra: juro que haré que te perdoné hablaré con ella, ¿la sigues amando verdad?

Él acarició su cabello, y caminó hasta el bar se sirvió whisky, lo bebió de un solo sorbo.

Dante:más de lo que imaginas...(carraspea y limpia sus lágrimas)... No tienes ideas de cuanto la extraño.

Zaíra: Entiendo, ¿puedes ser padrino de Máximo? Yo me voy de la ciudad.

Él la escucho y quedo sorprendido, ella tenía su empresa que iba a hacer ahora.

Dante: ¿vas a dejar tu empresa de mensajería? Si claro que voy a ser padrino de Máximo...(sonrió abrazando a Zaíra)... siempre estaré para ustedes, Zaíra yo amo a Máximo no podría dejarlos como si nada.

Zaíra:eres muy bueno, te quiero mucho Dante nunca cambies prometo hablar con ella...

Candela: perdón que interrumpa señora ya está todo lo que me pidió.

La nana de Máximo lucía triste, se notaba que había llorado, minutos antes de llegar Zaíra envió un chat que preparé cosas del pequeño Máximo y de ella, pero nunca dijo que llevaría a Candela con ella.

Zaíra:(sonrió) Candela tu vienes con nosotros, ve y prepara tus cosas.

Candela, abrazo a Zaíra con tanto amor que ella le correspondió por primera vez en tanto tiempo Zaíra parece ser otra persona.

Después de aquella charla Zaíra prefirió que Dante saque al pequeño del edificio, aun no quería afrontar las cosas con Mateo Lombardo, Máximo y Candela se fueron juntos, iban a esperar afuera a Zaíra.

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