el karma

Zaíra

Mi nombre es hoy cumplo 20 años, llevo seis meses de novia con Mateo Lombardo, él siempre me está molestando porque no quiero tener eso todavía, no es que sea una mojigata simplemente no se ha dado la oportunidad para que lo hagamos, Belice mi mejor amiga opina igual que yo, ella siempre me da la razón, las dos hemos puesto una empresa de servicios de mensajería, hoy es 14 de febrero día de San Valentín Belice me está organizando una fiesta increíble en uno de los hoteles de la ciudad, he pensado que luego de que termine la fiesta podríamos tener Mateo y yo nuestra primera noche juntos, Máximo, ya tiene 8 meses nació prematuro, él es mi gran amor. Siempre quise a Dante, pero él solo me despreció, se me ocurrió la hermosa idea de que con un hijo lo podía volver a tener, no fue así.

Mateo Lombardo es padre de mi bebé, pero aún no se lo digo y ni siquiera sabe de la existencia, yo siempre lo veo fuera de mi apartamento, como trabajo yo no tengo casi tiempo con mi hijo, lo poco que comparto es en el apartamento, Candela se encarga de llevarlo al parque 2 veces por semana.

Estoy en mi puesto mientras bebo mi café.

-- Hola buenas días, mensajería en que podemos ayudarles – respondo la llamada, de pronto una señorita me pregunta si puedo recoger un paquete urgente de una tienda de juguetes para dejarlo en un hotel cercano.

-- Lo siento, lo que pasa es que en estos momentos no contamos con personal – le digo, pero esa persona insiste, al parecer es un cliente VIP quien requiere de sus servicios,

-- Le pagaremos el doble, por favor necesitamos que lo entreguen cuanto antes – la verdad es que hoy es mi cumpleaños, quede con Belice que hoy no trabajaríamos pero como no hacerlo, este día es cuando más trabajo tenemos, todos los empleados están haciendo entregas, yo misma he trabajado todo el día, todavía no voy al salón de belleza, Belice debe estar viendo todos los preparativos para la fiesta, me parece que también me merezco un descanso, no me pareció justo, así que decidí que yo misma tomaría ese trabajo y sería el último del día, después de dejar ese paquete, iría a prepararme para mi gran día y mi “fiesta sorpresa”, claro también es el día del amor y como no pasarlo con la persona que amo y totalmente descansada.

Cerré el local y me subí a una de las motos que estaban estacionadas afuera, no se manejar muy bien, pero no creo que sea tan difícil, he montado bicicleta toda mi vida, así que encendí la moto y coloque en el GPS la dirección de la tienda de juguetes, no me imagino quien necesita un juguete urgente a esta hora, pero ahí voy.

Llegue a la tienda y grande fue mi sorpresa cuando me encontré con que los juguetes que estaba recogiendo eran todos para los que no son niños, mejor dicho eran juguetes diferentes, por suerte la caja estaba envuelta en una bolsa de color plateado porque si no, no sé cómo podría hacer la entrega, el hotel donde debía dejarla era el mismo donde sería mi fiesta, llegue rápido, estacione la motocicleta y baje con el paquete en mi mano, llegue a la recepción y pregunte por la habitación 1015, se supone que alguien debía estar esperando por este paquete, ese cliente VIP debía estar desesperado por sus regalos,

-- Suite 1015 reserva del señor Mateo Lombardo, deje el paquete acá. Muchas gracias -- me dice la recepcionista, no puedo creer cuando escucho que la suite está a nombre de Mateo, acaso él también ha pensado que luego de la fiesta tendremos nuestra noche juntos, después de tanto no podía creer que hayamos pensado lo mismo, nunca me imaginé que ha Mateo le gustaran estos juguetes, seguro que quería darme una sorpresa. Tendré que mostrarme sorprendida, no les contare que abrí la empresa hoy, ahora entiendo porque Belice me pidió que no abriéramos ella también sabe de mi sorpresa, son tan increíbles y los quiero tanto deje la bolsa ahí con todos esos regalos y me fui.

-- Querido sabes si llegaron los regalos que pedí para esta noche – era Belice, la amiga de Zaíra quien llamaba a Mateo que estaba en la suite, ella siempre estaba queriendo todo lo que Zaíra tenía, la familia Vitales conocía a la familia de Mateo desde que eran pequeños, Belice siempre estuvo enamorada del primo segundo de Mateo, Pablo Lombardo.

La fiesta comenzó, los invitados empezaban a llegar, entre ellos también estaba Pablo Lombardo, Belice se encargó de que el empresario reciba la mejor invitación a la fiesta, los encargados de recibir a todos eran los padres de Belice, ellos eran los que habían cuidado. De Zaíra luego de la muerte de sus padres.

(Ellos eran los padrinos de Zaíra, y por esa razón se hicieron presente en aquel momento, no podian dejarla a la deriva).

Zaíra ingresó al salón dejó a todos con la boca abierta, el vestido que Belice había preparado para ella al final no fue el que utilizo, cuando Zaíra estaba en el salón de belleza una de las empleadas derramo por casualidad el vestido con agua con bebida, el dueño como compensación, mando llamar a una amiga diseñadora, la mejor de la ciudad y ella llena con unos vestidos de su última colección, al ver la belleza y el perfecto cuerpo de Zaíra, no dudo en entregarle su mejor diseño, Sabía perfectamente quién era la muchacha y donde vestiría su diseño, así que ahora Zaíra deslumbraba como una princesa en medio del salón.

Belice estaba tan molesta que comenzó a decirles a todos los invitados que Zaíra era una simple huérfana, y que la fiesta la habían hecho sus padres por pena.A mitad de la noche Mateo subió a la suite para revisar si el paquete que pidió había llegado, él se había encargado de darle de beber a Zaíra, su intensión era emtomarla y enviarla a pasar la noche a una habitación cualquiera para luego acostarse con Belice. En la suite que tenían reservada, Belice que lo vio alejarse fue tras él, ella quería adelantar todo, ya no soportaba que todos estén pendientes de Zaíra, así que le envió un mensaje para que su prima vaya a la habitación 1015.

Zaíra vio el mensaje y pensó que era Mateo quien la estaba llamando, ella estaba feliz porque esa sería su noche especial, intentaba buscar a su prima para que la disculpara con los invitados, pero no lograba verla, así que se fue sola al ascensor, Zaíra subió al piso diez y llegó a la suite 1015 la puerta estaba abierta, ella entraba cuando comenzó a escuchar sonidos adentro, parecían voces bajas y sonidos los que compartían una pareja, Zaíra llegó hasta la puerta de la habitación y vio claramente a su novio ya su amiga en la habitación.

Zaíra no podía creer lo que estaba viendo, como era posible que su prima de corazón su amiga a quien quería tanto, quien consideraba su mejor amiga, como una hermana, estaba teniendo relaciones con su novio.

Zaíra sale de la habitación corriendo, no puede mantenerse ahí.Los traicioneros y desgraciados solo le provocaban asco y náuseas.Ella llegó al lobby del hotel, las lágrimas en sus ojos comenzaban temblarle su cuerpo, Zaíra pensaba que ahora no tenía a donde ir, el departamento donde vivía era de Dante. La mansión era la misma que compartía con sus padrinos y Belice y ella no quería volver ahí, salió del hotel y camino por la calle, vio un bar al final de la calle y me metió ahí, estaba oscuro y nadie podía darse cuenta de lo hermosa que estaba vestida, además por la hora muchos ya estaban pasados de copas.

Ella se ubicó al fondo de este, donde estaba la parte más oscura y pidió una botella de bebida, no le importa lo que sea, le dijo al mesero, cualquier cosa que sirva para hacerle olvidar un amor era bueno.

Zaíra lo bebió sin parar, un vaso, y luego otro y otro y otro más, se terminó toda la botella, y no sentía nada, todavía recordaba lo que había visto esa noche.

-- Mozo, tráeme otra botella más – le pidió con lágrimas, el Mozo asintió con tristeza una joven tan bella y está ahogada en alcohol.

-- Necesito olvidarme de todo, solo así me sentiré mejor – le dijo, y fue verdad, luego de terminarse la segunda botella logró olvidarse de todo.

Cuando Zaíra salió del bar ya estaban cerca de las doce de la noche, ella estaba sola y completamente tomada, Zaíra caminaba por la mitad de la pista sin importarle nada, su cuerpo iba tambaleándose de un lado para otro, unas luces de un auto se. acercaban a gran velocidad, pero ella no las veía, Zaíra continuaba caminando en zigzag en mitad del camino, de pronto el chofer del auto se dio cuenta de la mujer que caminaba de manera inestable en la pista, este piso el freno del auto para disminuir la velocidad, nunca se imaginó que a esta hora de la noche alguien caminara por ahí y menos a mitad de la pista, el auto patino y el sonido de los neumáticos paralizo a Zaíra, la luz brillante, el sonido de los frenos, y todo la bebida que tenía adentro Zaíra la llevaron a la inconciencia.

Cuando el chofer logró detener el vehículo estuvo a solo unos centímetros de ella, el hombre que estaba descansando en el asiento de atrás abrió los ojos por la brusca maniobra de su chofer.

¿Qué fue lo que paso?– pregunto un poco molesto, Pablo.

Zaíra se dio cuenta de que el auto seguía el mismo camino, al parecer esa noche la dejarían en contra de su voluntad en el departamento de Dante, así que Zaíra se molestó por la actitud del hombre, ella se acercó a él y lo miró fijamente, en ese momento logró reconocerlo, él era el tío lejano de Mateo y un amigo de su familia, ella lo había visto en el entierro de sus padres, él era Pablo Lombardo, ella lo tomo del cuello molesta, lo atrajo hacia ella y le grito. Muy cerca del oído.

-- ¿Acaso has escuchado lo que te he dicho?– Pablo que no estaba para aguantarla le aparto las manos de su cuello y la hizo caer sobre él, la cara de Zaíra callo sobre su pierna muy cerca de ese lugar, cuando Zaíra abría la boca para respirar todo el aliento lo sentía muy claramente en las partes de Pablo, debido a la delgada tela de su pantalón, ahora ella estaba muy cómoda acostada sobre el regazo del hombre, pero Pablo estaba volviéndose loco.

-- Podrías levantarte, no te das cuenta de que las señoritas decentes no se echan así – le dice llamándole la atención, pero a ella eso no le importa, ella solo quiere escuchar que no la llevarían a donde Mateo, además este hombre era el tío lejano de él, Pablo debería ayudarla y debería darle una lección a ese sobrino detestable que tiene.

-- Levántate en estos momentos sino quieres que te enseñe una lección – le dice Pablo a Zaíra.

Él ya había perdido toda la paciencia, lo suyo estaba a punto de estallar adentro de su pantalón y ella seguía hablando recostada sobre su pierna.

-- Una lección, eso es lo que debes enseñarle a ese sobrino tuyo, seguro que tú eres igual, todos los hombres son iguales, todos son unos tipos malos, mm el karma– le increpa ella, Pablo ya no aguantaba más, Zaíra se había vuelto muy imprudente , ella no solo insultaba a Mateo, sino que también insultaba a Pablo.

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