tu te quieres quemar conmigo

Pablo era un primo lejano de los Lombardos, él era millonario y todos le temían por ser un hombre desalmado e implacable en los negocios y en su vida diaria, nunca se le había visto con una mujer, decían que si alguna se le acercaba podría terminar muerta solo por la simple osadía de hacerlo, por eso Belice se conformaba con quitarle a su amiga y prima huérfana, a su novio Mateo, quien era lo más cercano a Pablo que conocía.

Belice no sabía que sería Zaíra quien llevaría los regalos este día, ella pensaba que su amiga estaba disfrutando del salón de belleza, ellas habían quedado en que no abrirían la empresa ese día, aunque Belice quería ver sufrir a Zaíra, no le convenía hacerlo todavía, porque todo el negocio estaba a nombre de ella, primero debía hacer que la empresa pase a nombre suyo y eso lo conseguiría con ayuda de Mateo, él debía convencer a Zaíra de entregarle el poder a Belice luego de la fiesta de cumpleaños, pero para Belice acostarse con el novio de Zaíra era una manera de joderle la vida, aunque Zaíra no lo supiera.

Pablo empujó varias veces a Zaíra para que se levante, pero ella volvía a echarse sobre él, José su chofer sudaba frío viendo la situación por el espejo retrovisor, el hombre trataba de manejar rápido para poder llegar al departamento del joven Mateo rápido y dejar a la señorita Zaíra ahí antes de que su jefe la castigara, Pablo había perdido gradualmente la paciencia, él se había dado cuenta de que era muy difícil deshacerse de una tomada, lo peor de todo es que Zaíra había tomado más confianza y ahora estaba casi sentada sobre el regazo de él.

-- Quieres volver a tu sitio – le pide Pablo por enésima vez, pero ella no solo había perdido la vergüenza, sino que había comenzado a interrogarlo haciéndole preguntas que no debía, y con las manos sobre el cuello del hombre con una sonrisa pícara en los labios Zaíra le pregunta al empresario,

-- Pablo ¿tú tienes problemas de disfunción en eso? –

Solo a ella se le ocurrió preguntar tal cosa cuando Pablo escucho esa pregunta la cara se le puso roja del coraje, podría decirse que esa fue la gota de derramo el agua, como se le pudo ocurrir a esta mujer hacerle semejante pregunta, Pablo era considerado un hombre despiadado en los negocios, el empresario tenía solo 28 años de edad, pero ya era dueño de todo un monopolio en el país, muchos le temían y eran incapaces de dirigirle la palabra, su chofer José escucho la pregunta dicha por Zaíra y quiso frenar el auto para salvar la vida de la muchacha, lo mejor era dejarla en medio de la nada en ese momento.

-- ¿Estás jugando con fuego preguntando eso? – responde Pablo con los dientes apretados, él podía notar la mirada curiosa de la mujer tomada, inclusive podía notar cierto brillo coqueto en la mirada, Pablo no podía creer que esta mujer le estuviera hablando de esta manera tan vulgar, acaso estaba buscando la muerte.

-- Tú te quieres quemar conmigo, no te das cuenta de que te puedo acabar – le dice serio y con los puños cerrados, sus ojos ahora lanzaban dardos de fuego.

Zaíra había activado una pasión oculta en el hombre y sería muy difícil aplacar, ella acerca su rostro al de él, ella no puede verle bien, la bebida no le permitía hacerlo, tampoco entendía claramente su respuesta, ella quería oír si tenía o no ese problema, así que de pronto su mano la lleva a la parte del pantalón y toca al hombre, ella puede claramente notarlo en el pantalón de Pablo, Zaíra abre sus labios de la impresión, al sentir la forma del mismo, pero Pablo ya no aguantaba más la osadía de la chica, él toma su cabeza con las manos y la acerca hacia él, en ese momento sus labios se apoderaron de los de Zaíra.

Pablo beso a Zaíra de manera posesiva, demandante, sin el menor cuidado, a ella ese saludo la tomo por sorpresa y su boca estaba abierta de la impresión, pero ese saludo no se parecía en nada a los que su novio Mateo le daba, así que le gusto, Zaíra prefirió responder el beso que este hombre comenzó a darle y su mano que había estado sobre ese lugar subió hasta el cuello de él, José el chofer y asistente de Pablo ya había llegado al lugar donde quedaba el departamento del joven Mateo, el edificio estaba totalmente a oscuras, parecía que estaba desierto, pero no le importaba debía dejar a la muchacha ahí, antes de que sea demasiado tarde, él podía escuchar claramente lo que pasaba en la parte de atrás del auto, José podía escuchar los besos que la novia de Mateo se estaba dando con su jefe y si miraba por el espejo retrovisor podía notar que la muchacha estaba sentada en el regazo de su jefe.

El hombre no comprendía como era posible que su jefe permitiera que la novia de su sobrino lo besara de esa manera a él, sobre todo porque ella estaba tomada, lo más probable es que ella no recuerde nada de lo ocurrido al día siguiente, pero su jefe estaba en sus cinco sentidos, y era un hombre responsable y mayor.

Continuará...

Mis queridos lectores, aquí les dejo capítulos atrasados mil disculpas estos día, fueron horrible estuve algo descompensada, y para mal de todo me jackearon mi cuenta telefónica, así que les pido sepan entender... muchas gracias a todos no olviden, que su apoyo es muy importante para mí.❤️❤️❤️

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