Dante
Nos encontramos con Alondra, Luciano y Emma en la cafetería, estaba almorzando entre charlas y risas, pero note una cierta incomodidad de parte de Emma, tome su mano deje un pequeño beso.
Zaíra: hola mi amor ¿así que ahora almuerzos sin mí?
Tanto Alondra como Luciano se burlaron.
"¿amor? ja, ja, ja".
Emma se veía muy angustiada, ella se levantó para irse, pero sujeté su brazo, y la traje para que cayera sobre mis piernas, ella me miró entreabriendo sus labios y yo me acerqué a ella dejándole un beso dulce.
Dante: Ella es mi amor, mi novia Zaíra creo que te deje claro las cosas como eran hace un tiempo.
Pero Zaíra tenía la mirada oscura, y lo que tenía que ella diga lo hizo.
Zaíra: Dante cariño,(sonrió con malicia), te olvidas que hace unos días estabas conmigo, bajo mis sábanas y ahora presumes estar con esta niña.
Emma se levantó soltando un suspiro, ella trató de disimular, pero sus ojos tenían lágrimas, ella se Safo de mí, agarre tomó la cartera y se fue sin decir adiós, Alondra rodó los ojos y se fue con Emma.
Dante: ni siquiera creas que puedes venir y destruir mi relación con Emma, te equivocas Zaíra.
Me di la vuelta para irme cuando ella sujetó mi brazo.
Zaíra: Mm, estoy embarazada Dante,(con lágrimas en sus ojos), ¿acaso vas a negar que es tuyo?
Sentí como un balde de agua fría me di media vuelta, sonreí apartando su mano de mi brazo...
Dante:Eres tan mala que inventas algo tan serio ¿como estar embarazada?
Zaíra: Yo... am... Dante no soy tan cruel(sacó la ecografía, y con lágrimas se la entregó) estás son las pruebas.
Mi corazón latía precipitadamente, cerré mis ojos una y otra vez,¿ cómo podía pasarme esto? Mire fijamente sentía que estaba quedando sin aire, camine dejándola parada fui al baño saqué todo lo que tenía en mi estómago, Luciano palmeó mi espalda, me lave la cara, mi mano estaban temblando.
Quise buscar a Emma, pero me dijo Alondra que se fue llorando, que por hoy ella se iba de la universidad, así que necesitaba hablar con Orlando me fui a la empresa, el me pidió que lo acompañara a la junta...
Afuera el cielo ya se había oscurecido. Emma se levantó en el instante que vio a Dante saliendo de su oficina, junto con su padre y los otros empleados le dirigieron miradas hablaban entre sí porque era la primera vez que Emma fue a la empresa a visitar a su padre.
Emma:Papito, perdón por venir son avisarte.
Ella sonrió triste, se acercó a abrazar a su padre y desvío la mirada hacia Dante ella estaba muy triste no pensó verlo allí.
Dante: mi pequeña...
Emma: Mm, lo siento pero hoy no Dante.
Se alejó de él, caminando por delante al estacionamiento.
Una vez que se halló en el interior de su auto, Emma cerró los ojos para descansar, mientras que Orlando observó a su hija, pero también seguía hablando con Leticia, antes de ir al auto.
Orlando: En el Departamento de Recursos Humanos me informó que revisaste el contrato de trabajo hace dos días.
El corazón de Leticia se aceleró, pero logró mantener la compostura, ella se enamoró de Orlando Torrechelli Salgado, pero sabía que era mucho mayor que ella y seguro que él ni siquiera la notaba.
Leticia:No recuerdo exactamente en qué fecha comencé a trabajar aquí, así que lo necesitaba para actualizar el estado de residencia.
Orlando, seguia concentrado en su laptop cuando miró el perfil de la mujer, esbozó una leve sonrisa.
Orlando:Pensé que ya no te agradaba trabajar para mí y planeabas renunciar.
Leticia:No. Ha sido un honor ser tu secretaria.
Leticia luchó por mantener la calma, pero sus pensamientos estaban hechos un desastre.
Orlando no dijo nada más, pero su corazón seguía acelerado.
Para ser honesta, ella sí estaba planeando renunciar y marcharse; últimamente, trabajar para Orlando se había convertido en algo demasiado desafiante, por lo que llegó a la conclusión de que lo mejor sería renunciar lo antes posible. Cinco años atrás, Leticia había soñado con convertirse en su esposa, pero ahora sabía que eso jamás sucedería.
Leticia:señor su hija espera.
Leticia salió de sus pensamientos cuando noto los ojos azules sobre ella...
Orlando: mi hija ya se fue con el novio, tú y yo nos vamos a una cena.
Ambos salieron de la empresa, Leticia se sentía incómoda pero aun así, ella miraba por la ventanilla apretando su puño. Media hora después estaban frente al Hotel Grandness.
El gerente del hotel hizo que algunos empleados esperaran fuera del establecimiento para que recibieran a la pareja en cuanto llegaran.
Después de volver en sí, Leticia acompañó a Orlando al ascensor; ella pulsó el botón del último piso, desde donde podían ver el paisaje nocturno a través de los enormes ventanales. Cuando se abrieron las puertas del ascensor, Leticia fue recibida de inmediato por el aroma del perfume de alguien.
Richard tenía cabello castaño claro y ojos verdes, y en ese momento el cuello de su camisa estaba desabrochado. El hombre se acercó con la intención de abrazar a Orlando, pero este último se hizo a un lado para evitarlo.
Entonces, la atención de Richard se centró en Leticia; un simple vistazo fue suficiente para que sus ojos se iluminaran al instante. Él tomó su mano y comentó.
Richard: Orlando, pero qué hermosa dama has traído contigo.
Luego, la mano de Richard se deslizó hasta el brazo de Leticia, ella era una mujer de 38 años divorciada.
La mujer resistió el impulso de huir al apretar los dientes mientras soportaba la repugnante experiencia. La única reacción de Orlando fue un pequeño ceño fruncido antes de entrar, como si no hubiera notado lo que Richard estaba haciendo. Richard tomó esto como un permiso para continuar, así que colocó un brazo sobre el hombro de Leticia.
Sin borrar la sonrisa de su rostro, la mujer intentó alejarse, pero falló; varias veces buscó encontrarse con la mirada de Orlando, pero este último siguió ignorándola y se limitó a responder de vez en cuando los elogios de los ejecutivos que acompañaban a Richard.
Todos se sentaron y Richard se acomodó frente a Orlando, con un brazo todavía sobre Leticia.
Richard: Orlando, tu secretaria es realmente hermosa y me gusta. ¿Cómo debo hacer para poder quitártela por un ratito?.
El ambiente se tornó un poco incómodo; los ejecutivos de la mesa estudiaron el rostro de Orlando, temerosos de que esa propuesta lo ofendiera.
Leticia comenzó a apretar sus manos de forma inconsciente.
Orlando:¿La quieres?
Orlando arqueó una ceja mientras miraba a Leticia.
Orlando:Bueno, aunque trabaja para mí, no me incumbe su vida privada.
Los rostros de todos los presentes reflejaban que comprendían lo que estaba pasando; todo apuntaba a que Orlando estaba harto de su secretaria y no le importaba lo que sucediera con ella. De repente, todos comenzaron a mostrar sonrisas significativas.
Leticia, inhaló profundamente antes de encontrarse con la mirada fría de Orlando"¿Qué rayos le sucede a este hombre", penso ella.
Richard se inclinó para acorralarla, pero la mujer giró la cabeza hacia un lado. Las cejas de Orlando se arquearon cuando presenció esto.
Leticia:Primero bebamos, señor Richard.
Ella, forzando una sonrisa, le sirvió una copa y se la entregó a Richard, la verdad que quiso darle celos a Orlando.Todos estaban muy intrigados y solo los miraban en silencio. Complacido, Richard echó a reír, y tras tomar la copa, pronunció con un tono feliz:
Richard:Eres realmente encantadora, ¿lo sabías?.
La sonrisa de Leticia se amplió bajo la intensa mirada de Orlando. Cuando Richard terminó con el contenido de su copa, ella la volvió a llenar.
Leticia:Por favor, siga bebiendo.
Los hombres a su alrededor vitorearon cuando vieron a Richard escuchando a la mujer sin siquiera dudarlo. Actuando de forma deliberada, Leticia decidió derramar la bebida sobre la ropa del hombre.
Leticia:¡Oh! ¡Lo lamento! ¡Lo siento mucho!
Ella siguió disculpándose, con el rostro sonrojado por la vergüenza. En lugar de enojarse, Richard la agarró de la muñeca.
Richard:Está bien, cariño, es solo una camisa. Iré a cambiarme al salón. ¿Por qué no vienes conmigo?.
La intención de la mujer era distraerlo, pero no tenía idea de que ese tipo le pediría que lo acompañara al salón. Al quedarse sin escapatoria, se volvió hacia Orlando, presa del pánico.
Richard:Oh, ¿primero necesitas que tu jefe te dé permiso?.
Richard tomó la barbilla de Leticia antes de volverse hacia Orlando y mirarlo con unos ojos que albergaban un brillo juguetón. Sin inmutarse, Orlando se recostó en el respaldo de su asiento y giró la cabeza hacia otro lado.
Orlando:Bueno, eres la culpable de que la camisa de Richard haya quedado arruinada, así que tienes que ir a ayudarlo.
Él, declaró sin dudarlo. Leticia apretó la mandíbula con fuerza, y antes de que pudiera asimilar por completo la respuesta de Orlando, Richard le pasó un brazo por la cintura y la levantó de su asiento. Ella se encontraba rodeada de puros hombres, los cuales la miraban con frialdad; ninguno de ellos mostró la más mínima intención de ayudarla. Una inmensa sensación de náuseas se apoderó de Leticia antes de que la sacara el hombre de la habitación.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 62 Episodes
Comments
Nancy romero
autora no metas más personajes ,por favor
2023-10-04
3