El que Valentina, no se dejara intimidar, era algo que le molesta aún más a Carmina, pero debía controlarse, pues sabia que con ella no podía dar un paso en falso. Sara no estaba dispuesta a quedarse callada ante el comentario de Valentina, así que se defendió.
_ Estoy en mi casa, así que puedo hablar y decir lo que quiera.- dijo Sara sentándose en el comedor.
¿Tu casa?. - la voz de Valentina estaba cargada de burla. Este lugar está muy lejos de ser tuyo.
Sara apretó los puños, odiaba la idea de siempre perder ante Valentina, siempre Valentina, encontraba la manera de hacerla sentir menos.
_ Paren las dos.- intervino Carmina.
Disculpe señora Carmina, sé que no es del agrado de las dos el que yo este de regreso en casa, pero lamento decirle que tendrán que acostumbrarse, si quieren seguir viviendo aquí.- la voz sé Valentina sonaba suave. Esta es la casa de mi madre, lo que la hace mía, así que me comportaré como me plazca.
_ Estás siendo muy grosera.- dijo Carmina apretando los dientes.
_ Solo soy sincera, ahora si me disculpan tengo que ir a estudiar.- Valentina se alejó en su silla, dejándola a las dos solas.
_ Es una maldita.- dijo Sara llena de enojo.
_ Debemos tener cuidado con lo que hacemos y decimos, hemos llevado la vida que siempre habíamos querido, no podemos dejar que el enojo dañe todo lo que hemos conseguido.- dijo Carmina.
_ Lo sé mamá, pero de verdad ya no la soporto, la muy estúpida es más dura de lo que pensé.- comento Sara.
_ Lo sé, yo, al igual que tú, me imaginaba a una chica sumisa, fácil de controlar, pero esta saco el genio de su padre.- agrego Carmina.
_ Tenemos que buscar la manera, que seda ante nosotras.- Sara opino.
_ Sí, pero por el momento andémonos con cuidado.- finalizo Carmina.
Tomo el vaso con jugo de naranja y bebió del, pero casi al instante lo escupió.
_ Que ocurre.- le pregunto Carmina entregándole una servilleta.
_ Esto está salado.- contestó Sara y Carmina tomo el vaso y lo probo.
Es cierto, pero quien abra tenido semejante equivocación.- Carmina levanto la mirada hacia la casa y por el ventanal de la sala vio a valentina muerta de la risa. Creo saber quién fue.
_ ¿Quién? - preguntó Sara.
_ Mira para allá.- dijo Carmina y Sara volteo.
Valentina no tenía intenciones de ocultarse, así que se mantuvo al pie de la ventana, cuando su mirada se encontró con la de Sara, sonrió y movió los labios para que ella pudiera leer lo que le quería decir.
_ ¿Qué dice?. - pregunto Sara a su madre, ya que no había entendido.
_ Buen provecho.- le contesto Carmina con los dientes apretados.
Sara se llenó de enojo y quiso levantarse de la mesa, pero su madre la detuvo.
_ Es mejor que te quedes quieta.- le dijo Carmina.
_, Pero mamá.- protesto Sara.
_, Pero nada, ella lo que quieres es provocarte, así que no caigas en su juego.- le aconsejo Carmina a su hija.
Sara no tuvo más opción que tragarse su rabia, pues sabia que al momento de atacar a Valentina, la única perjudicada seria ella.
_ Por ahora lo dejaré pasar, pero esta se la cobraré.- dijo Sra.
_ Ya tendremos oportunidad, par lidiar con ella.- dijo Carmina.
Ellas continuaron conversando, sobre lo que debían hacer, mientras Valentina se fue a su habitación con ayuda de unos de los empleados.
…
Valentina.
El día había iniciado un poco interesante, ahora sé que no estaré aburrida, pues estas dos mujeres me darán entretenimiento. Pero sobre todo, sé que debo tener cuidado con ella, pues están detrás de todo lo que por derecho me pertenece, al parecer no saben que esto una vez perteneció a la familia de mi madre y luego paso a manos de ella, lo que quiere decir, que ahora es mío.
Pero las dejaré que sigan ilusionadas con poseer todo esto algún día, veré hasta donde llegaron contal de conseguir mi fortuna, la que creen que es de mi padre.
Después de mi pequeña broma a Sara subí a mi habitación, a practicar lo que mi profesor me indico, así pase el resto de la mañana, hasta que la hora del almuerzo llego. Mi padre llegó para almorzar con nosotras, algo que al parecer sorprendió a la señora Carmina.
_ Que bueno que ayas, venido a almorzar en casa.- dijo la señora Carmina al verlo llegar conmigo en brazos.
_ De ahora en adelante será así.- le contestó él, mientras me acomoda en la silla al lado de la de él.
_ Ya veo.- murmuro ella.
Las empleadas empezaron a acomodar las cosas en la mesa, como sabía que papá venía, pedí que prepararan un poco de comida italiana, la favorita de papá.
_ Quién preparo esto.- dijo la señora Carmina con molestia.
_ Yo di la orden que prepara la comida.- le respondí.
_ Qué clase de comida es esta.- pregunto Sara.
_ Es comida italiana, la favorita de papá.- le comenté.
_ No sabía que te gustaba la comida Italiana.- dijo la señora Carmina.
Sí, es mi favorita, Selena solía cocinármela casi a diario.- con él, con una gran sonrisa en su rostro. Gracias hija.- me dijo él tomando mi mano.
No me agradezcas.- le contesté con una sonrisa. Señora Carmina, si no es de su agrado y el de Sara, pediré que les preparen lago más.- me dirigí a la ahora esposa de mi padre, quien no podía ocultar la molestia.
_ No, por mí está bien.- contesto ella fingiendo una sonrisa en su rostro.
_ Bien, es ese caso comamos.- le dije.
El resto del almuerzo ella y su hija se mantuvieron en silencio, al parecer nunca habían probado la comida italiana, así que no tenían ni idea de como hacerlo. En cambio, mi padre y yo la disfrutamos, mientras conversábamos. Al terminar, él me volvió a subir a mi habitación, en donde espere al profesor y tome mi clase como de costumbre.
Hasta la hora de la cena, en donde mi padre volvió a bajar conmigo al comedor, en donde cenamos en familia entre comillas.
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Updated 75 Episodes
Comments
Melisuga
*hayas
2024-08-28
0
Melisuga
Carmina es una víbora muy taimada.
2024-08-28
0
Melisuga
*ceda, verbo ceder, permitir
(seda, verbo sedar, adormecer)
2024-08-28
0