Yo cuidare de tu hija.

La conversación de Valentina y Javier era amena, no hablan de cosas importantes, pero se sentían bien con dicha conversación.

_ Como la, estás pasando hermanita.- dijo Sara interrumpiéndolos.

Valentía la volteo a mirar sin expresión, pues sabia que su cambio de actitud no era nada sincero.

_ Sí, la estoy pasando muy bien.- le contestó Valentina.

_ Me alegra, si necesitas algo no dudes en decírmelo.- le dijo Sara con una tierna sonrisa.

_ Te agradezco.- le contestó Valentina.

Javier solo observaba a las dos hermanas tratando de descifrar la situación, pues para él, era más que obvio que Valentina no la soportaba.

_ Hacía que ya conocías a mi hermana.- Sara se dirigió a Javier.

_ Sí, tuve el placer de conocerla en la universidad.- le contesto él.

_ Eso es bueno, espero que la cuides.- le dijo ella.

_ Cuenta con eso.- le respondió ella.

Valentía tenía cara de pocos amigos, pues le estaba constando contenerse, para ella era increíble la manera de actuar de Sara.

Valentina, me gustaría mostrarte el jardín.- le dijo Javier. Me acompañas.

_ Por supuesto.- le contesto ella.

_ Si nos disculpas, saldremos un momento.- le dijo Javier Sara.

Ella asintió incrédula, pues era más que obvio que Javier quería estar a solas con Valentina.

…

Valentina.

La estaba pasando bien, el lugar era increíble, y el ambiente tranquilo, como me gusta, en él me volví a encontrar al chico del examen de la universidad.

Él resultó ser el hijo de unos conocidos de mis padres, estuve conversando con él y me pareció una excelente persona, además es la primera persona con al que me relaciono desde que salí de la clínica.

Nuestra buena conversación fue interrumpida por la sangrona de Sara, ella quería aparentar ser una buena hermana, pero sé que lo hace porque quiere conseguir algo.

_ Gracias por alejarme de esa mujer.- le dije a Javier mientras avanzábamos al jardín.

_ No fue nada, pude notar que estás incómoda con ella al lado, ¿no se llevan bien?.- pregunto.

_ Digamos que no soporto a la gente aprovechada.- le conteste.

_ Entiendo.- me dijo él.

Después de unos pasos más llegamos aún hermoso jardín, él estaba iluminado haciéndolo lucir increíblemente romántico.

_ Es como entrar a otro mundo.- dije.

Sí, este es el lugar favorito de mi madre.- me contó. Le encanta dedicarle tiempo.

Y ha valido la pena el tiempo dedicado, están hermoso.- era un lugar muy lindo, daba paz y mucha tranquilidad Yo podría pasar horas aquí.- le dije.

_ Pues cuando quieras puedes venir.- me dijo.

_ Muchas gracias.- le dije con una sonrisa.

…

Mientras Valentía conversaba con Javier, su padre y a Alonso conversaba sobre sus familias.

_ Pensé que Miller estaría presente.- preguntó Fernando.

No debe tardar, dijo que ya estaba en camino.- contestó Alonso mientras miraba en reloj de su muñeca. Ya sabes como es, siempre llega tarde a todos lados.

_ Tienes razón.- le dijo Fernando con una sonrisa.

_ No sabían que es de mala educación hablar de alguien a sus espaldas.- dijo Miller, quien llego en ese momento.

_ Vamos amigos, si no es mentira, no más mira la hora.- dijo Fernando.

_ Tú cállate.- le dijo este.

Fernando y Alonso soltaron la carcajada.

_ Hermano feliz cumpleaños.- dijo Miller a Alonso mientras lo abraza.

Gracias, hermano.- le dijo Alonso. pensé que ya no vendrías.

_ Sabes que nunca te dejaría solo en este día.- dijo este.

Miller era hermano menor de Alonso, Miller, a diferencia de Alonso, se había decidido por la medicina, mientras Alonso se hizo cargo de la empresa familiar.

Cariño, hay algunas personas que preguntan por ti.- le dijo Diana a su esposo, luego se dirigió a Miller. Tú como siempre llegando tarde.

_ Tu también cuñada, hoy todos se pusieron de acuerdo par atacarme.- dijo con cara de tragedia.

_ No exageres.- le dijo Diana.

Todos rieron ante la cara de Miller.

_ En un momento regreso.- le dijo Alonso a su hermano y a Fernando.

_ No te preocupes, atiende a tus invitados.- le dijo Fernando.

Alonso se alejó en compañía de su esposa, dejando a Fernando y Miller solos.

_ Como has estado amigo.- le pregunto Miller.

_ Por el momento bien, pero los dolores de cabeza van en aumento.- le contó Fernando.

_ Que has pensado sobre lo que hablamos.- volvió a preguntar.

_ No hablemos de eso aquí.- dijo Fernando mirando para todos lados.

_ Acompáñame.- le dijo Miller a su amigo.

 Fernando lo sigo hasta el despacho, en donde se dejó caer en el sofá, mientras Miller le sirvió un vaso de agua.

_ Por qué me sirves agua.- pregunto Fernando.

_ Debes cuidarte, en tu condición no es bueno que consumas alcohol.- le dijo Miller.

_ De qué condición hablan.- preguntó Alonso quién había ingresado al despacho.

Miller y Fernando se miraron y se quedaron callados, pues les había tomado por sorpresa la llegada de Alonso.

_ Porque se quedan callados.- volvió a preguntar.

_ No es nada.- dijo Fernando.

_ No me vengan con eso, ahora hablen.- dijo Alonso.

Miller miró a Frenado como buscando su aprobación, Fernando asintió, pues sabia que Alonso no se detendría hasta saber que era lo que estaba pasando.

_ Hermano, siéntate.- dijo Miller a Alonso.

Él se sentó y Miller camino hasta el pequeño bar y le sirvió una copa a su hermano, este la recibió.

_ Hablen.- ordeno.

Miller suspiró y le empezó a contar a su hermano sobre la condición de Fernando, Alonso no podía creer lo que escuchaba.

_ Y por qué no te has operado aún, no podemos perder tiempo.- dijo Alonso, con molestia.

_ Es lo mismo que le dijo, pero él no se decide.- agrego Miller.

_ Para ustedes es fácil decirlo, pero pónganse en mi lugar, tengo ami hija, no pude dejarla sola.- dijo Fernando con preocupación.

Claro que te entendemos y sabemos el miedo que debes tener.- dijo Alonso., Pero solo ponte a pensar, unos meses, podrías no reconocer a tu hija, sabe solo doloroso que sería para ella eso.

_ Lo sé amigo, pero tengo miedo de entrar a esa cirugía y nunca más salir.- los ojos de Fernando se llenaron de lágrimas.

_ Eso no pasará y mientras te recuperas yo cuidare de tu hija.- dijo Alonso mientras le sujetaba las manos.

_ Gracias, amigo, no saben como me tranquiliza saber que puedo contar con ustedes.- les dijo Fernando.

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