Una semana después, Yumiko se había levantado con una sensación un poco extraña. Por lo que ese día no abrió la tienda, desayunó algo ligero y salió a pasear un poco por la cuidad, llevándose un cuaderno de dibujo y algunas pinturas por si se le antojaba pintar algo.
-¿Qué será esta sensación, de que algo está pasando o pasara?-se preguntaba Yumiko cuando llegó a un parque en el que había un hermoso lago con varias parejas navegando en pequeñas lanchas-Que paisaje tan hermoso, un cuadro digno de pintar-se dijo así misma mientras sacaba el cuaderno junto con un lápiz, y en ese momento se dio cuenta de algo-¡Hay no!, me traje las pinturas que uso en mi trabajo en vez de las normales. Bueno no importa, un dibujo a lápiz también resulta hermoso.
Se sentó en una mesa de picnic, y se puso a dibujar. Ya después de unas dos horas ya tenía hecho un hermoso dibujo del lago, satisfecha con el resultado, guardo el cuaderno y se fue del parque para seguir su paseo, mientras caminaba se dio cuenta de que estaba cerca de la escuela a la que Akemy asistía, así que decidió pasar a verlo, ya que según lo que hablo con él la última vez que hablo con él, le estaba yendo muy bien con los poemas que le estaba escribiendo a Kaoru.
Al entrar en los terrenos de la escuela, inmediatamente pudo notar que los alumnos estaban en la hora de su descanso, por lo que fue a buscar a Akemy en el jardín central que estaba detrás de la escuela donde él solía pasar sus ratos libres. Al llegar a dicho lugar pudo notar que había un gran alboroto, ya que varios alumnos se encontraban aglomerados en el centro del jardín, al parecer había una pelea, en ese momento la sensación que tenía desde la mañana se hizo más fuerte, por lo que rápidamente se acercó temiendo que su pequeño estuviera involucrado, y lo que vio confirmo su temor.
Akemy se encontraba en el centro de toda esa gente, su camisa era sujetada con brusquedad por un joven un poco más alto que el, de piel bronceada, cabello rojo, y ojos negros, y a unos pocos pasos de ellos se encontraba un lindo chico rubio que sostenía de forma temblorosa un sobre azul en sus manos, por las características del chico Yumiko dedujo que se trataba de Kaoru, en verdad era una chico muy bello, a simple vista se le podía confundir con una chica, y sus ojos mostraban una gran pureza, ya entendía el por qué Akemy estaba interesado en él.
-¿Cómo te has atrevido a mandarle esos poemas a Kaoru, flacucho?-se escuchó la voz encolerizada del pelirrojo.
-No entiendo que tanto te molesta Ryu, tu no eres nada de Kaoru, y siempre has dicho que él no te interesa, así que no veo razón para que pongas así, él es libre de salir con quien quiera, y tú no tienes derecho a intervenir en sus decisiones.
-Eso es cierto Ryu, te comportas como un novio celoso, cuando tú has dejado más que claro que me desprecias, así que no entiendo tu forma de actuar,¡ Y te exijo que sueltes a Akemy-kun en este instante!-ante la exigencia del chico, Ryu le dirigió una mirada encolerisada.
-Tu cállate maricon de mierda, y claro que lo soltaré, ¡Pero no sin antes darle su merecido!-dijo levantando el puño listo para golpear Akemy, pero antes de que siquiera pudiera tocarlo, alguien lo sujeto de la muñeca impidiendo que tocara el rostro de Akemy.
-¿Quién se atreve a interrumpirme?-pregunto molesto, mientras volteaba a ver a la persona que sostenía firmemente su muñeca.
-Yo que tú jovencito lo pensaría dos veces antes de siquiera golpear a alguien sin motivo alguno-dijo Yumiko con seriedad antes de alejar a Ryu de Akemy-¿Estás bien Akemy?
-Estoy bien "mamá"
-¿Mamá?-pregunto Ryu confundido al igual que muchas de las personas ahí presentes, ya que todos sabían que Akemy no tenía madre, también se estaban empezando a oír algunos murmullos sobre la mujer que esta frente a él-Como lo suponía, Akemy tú solo eres un debilucho que se va llorando a las faldas de su mami, que niña eres, aunque he de admitir, que enserio tu madre esta buena-dijo mientras miraba a Yumiko de arriba abajo con descaro.
-¡No te atrevas a hablar así de mi "madre"!-exigió Akemy furioso tratando de acercarse a Ruy pero Yumiko no se lo permitió.
-Y yo he de reconocer, que jamás en mi vida he conocido a un joven tan inmaduro, maleducado, falto de pantalones y de oxígeno en el cerebro, porque se ve a leguas que eres un completo cobarde e incompetente, además de ser un homosexual reprimido, que se las da de un gran machito, das lastima-declaro Yumiko lo que causo que varios de los alumnos se rieran, y que Ryu la mirara furioso.
-Y usted es una vieja entrometida, y por más buena que este no le permitiré que se meta en lo que no le incumbe, así que váyase de aquí mujerzuela de cuarta, una puta barata.
-¿Me acabas de llamar puta?-más que una pregunta fue una afirmación, y Ryu tembló ligeramente cuando Yumiko lo miro con una mirada indescifrable-Me han llamado de muchas formas, hija, mamá, madre, maestra creadora principalmente, pero nunca me han dicho puta, ¡Tú jovencito insolente debes aprender a respetar a tus mayores!-acato molesta mientras se acercaba a Ryu.
Ryu al ver a la a Yumiko tan molesta, quiso irse corriendo de allí, ya que por algún motivo que desconocida, al verla en ese estado le daba un gran miedo, pero no conto con que ella lo tumbara al suelo con una barrida, y luego lo tomara de las manos impidiéndole moverlas, "Vaya que está mujer tiene fuerza", penso Ryu con miedo al ver que ella se encontraba de rodillas al lado de él y buscaba algo en su bolso.
-Creo que después de todo mis pinturas si me servirán para algo-dijo mientras sacaba unas de sus pinturas junto con un pincel-No se preocupen no le are daño, solo le daré una lección para que aprenda a respetar a los demás, y talvez así deje salir su verdadera sexualidad-dijo al ver que varios maestros se acercaban a ellos-Te verás muy bien cuando termine contigo, ya que te gusta tanto criticar a los homosexuales, veamos como te va cuando empiezan a hablar de ti.
-¡Suelteme vieja loca!
Lo siguiente que Ryu supo fue que el pincel fue pasado varía veces por su rostro, y por más que trato de librarse del agarre de Yumiko, no pudo, cuando por fin lo soltó, vio como ella se levantaba y le pasaba un espejo. Él lo tomo para ver lo que le había hecho en la cara y abrió los ojos amas no poder, ¡esa condenada mujer lo hizo perecer una chica!, le pinto los parpados de una tonalidad anaranjada y eran enmarcados por un ojo de gato, sus cejas estaban delineadas con una de forma fina y simétrica en color negro, sus mejillas tenían un tenue rubor y sus labios eran de un suave tono rojo.
-¡¿Qué demonios me hizo?!
-Solo le aplique a una linda joven una buena capa de maquillaje-dijo ella con una sonrisa-Claro se que no a todos los hombres les gusta el maquillaje, pero como críticas tanto a las personas como Akemy y Kaoru, a lo mejor no eres homosexual, pero si te gusta la ropa de mujer, bueno solo hago una suposición, además de que estoy satisfecha con mi trabajo. Y antes de que corras al baño a lavarte déjame decirte que la pintura que utilice no se caerá de tu piel sino hasta una semana, aunque en realidad deberían ser seis meses, pero no te agregue suficientes capaz, una semana será suficiente antes de que el color se vaya, ya que mis pinturas no tienen el mismo efecto en la piel humana como el que tienen en mis creaciones-termino de decir, y entonces Ryu se fue de ahí como alma que lleva el diablo, ya que todos se estaban riendo de él.
-"Mamá" gracia por ayudarme.
-No fue nada cariño-le revolvió el cabello-Así que este les el famoso Kaoru del que tanto me has hablado-dijo al ver que él chico se acercaba a Akemy.
-Sí, él es Kaoru-dijo avergonzado mientras tomaba a Kaoru de la mano y este hacia una reverencia.
-Gracias por ayudarnos con Ryu señora.
-No me digas señora, mira que aún no paso los treinta, y no tienes nada que agradecer, fue todo un placer darle una pequeña lección a ese muchacho-ante ese comentario Kaoru le sonrió-Como se nota que eres un verdadero encanto, Akemy será mejor que lo cuides y lo valores, y lo mismo va para ti jovencito-ambos jóvenes iban a decir algo, pero se les adelantaron.
-¡Si es ella!, ¡Es la maestra del Yaoi/Yuri!-se escucharon varias voces detrás de Yumiko y antes de que esta se diera cuenta, ya estaba siendo rodeada tanto por chicas y chicos que le pedían un autógrafo, ante esto Akemy y Kaoru se tuvieron que alejar rápidamente antes de que los aplastaran; la pobre de Yumiko paso un momento muy incómodo, pero afortunadamente sonó el timbre que anunciaba el fin del descanso y los chicos la dejaron tranquila, porque debían ir a su clases-¡Jiu!, cielos, ahora sé lo que sienten las celebridades cuando los fans los acosan.
-¿Te encuentras bien "mamá"?
-Si cariño, estoy bien, no te preocupes. Será mejor que tú y Kaoru vuelvan a sus clases, y uno de estos días llévalo a la casa para que así podamos conversar más a gusto.
-Ten por seguro de que muy pronto lo haré "mamá", adiós.
-Adiós seño....señorita, espero verla de nuevo muy pronto- se despidió Kaoru.
-Lo mismo digo-los vio mientras se alejaban-Bueno es mejor que me vaya ya que dentro de unas horas debo ir a cenar con Kou-dijo para sí, antes dirigirse a la salida de la escuela, pero una voz a su espalda la hizo detenerse.
-Disculpe señorita, ¿Podría hablar con usted?
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