Capítulo 17
Gerardo pidió que pasaran para cenar, Victoria seguía abrazando a Santiago. La niñera se acercó a ella.
—Permítame ayudarle con el niño señora.—dijo la niñera
Santiago se negó quería quedarse con Victoria.
—No se preocupe yo me encargo, gracias. Disculpa cuál es tu nombre?.—preguntó Victoria.
—Me llamó Lucia y estoy a sus órdenes señora.—respondió la niñera
—Te agradezco Lucia.—respondió Victoria
Emiliano se acercó a su hijo para intentar persuadirlo.
—Hijo ve con Lucia por favor para que Victoria pueda cenar.—dijo Emiliano
Santiago se rehusaba una vez más a dejarla.
—Está bien Emiliano, que traigan su cena yo me encargo de él.—dijo Victoria.
Ella tomó asiento y sentó en sus piernas a Santiago. Gerardo estaba conmovido con el cariño que le tenía su nieto a Victoria. Deborah rompió el silencio, ella siempre trataba de mantenerse al margen de cualquier situación. Pero Victoria era una mujer muy joven le inspiraba confianza, al igual que su suegro estaba sorprendida de que Santiago le tuviera tanto afecto.
—Es un gusto tenerte aquí se bienvenida. Cualquier cosa que necesites búscame con gusto te ayudaré.—dijo Deborah
—Gracias eres muy amable.—respondió Victoria.
Rodrigo analizaba a Victoria no podía creer que una vez más su hermano había conseguido a la mejor mujer. Hermosa, dulce e interesante. Tenía un toque de misterio que era cautivador.
—Rosa por favor comiencen a servir la cena.—dijo Gerardo
—En seguida señor.—respondió Rosa
Victoria acariciaba las mejillas de Santiago, él niño se acurrucaba entre sus brazos. Era un escenario muy conmovedor, Emiliano estaba feliz porque tenía a alguien que cuidaría de ambos y los llenaría de amor.
—Hija, perdón puedo llamarte así?.—preguntó Gerardo
—Si, está bien señor.—respondió Victoria nerviosa.
—Dime hija de donde eres? Pregunto por tu acento al hablar.—preguntó Gerardo
—Nací en Tlaquepaque, Jalisco señor.—respondió Victoria
—No tengas miedo hija, yo soy el padre de Emiliano. Ahora eres parte de esta familia.—dijo Gerardo.
—Perdón estoy muy confundida sólo conocía a Santiago, creí que ustedes ya sabían de nuestro matrimonio. Lamento cualquier impresión que les esté dando.—dijo Victoria
—No voy a negar que fue una sorpresa y no lo esperábamos pero mi hijo tendrá sus razones para no decírnoslo. Además de que me alegra que Santiago tenga tanto afecto por ti.—dijo Gerardo
—Lamento no haberles dicho nada, pero lo decidí cuando me di cuenta que no podía estar sin ella un minuto más. Tenemos meses conociéndonos y créanme es la mejor elección que pude hacer.—dijo Emiliano
—Pues que les parece si brindamos por mi nueva cuñada, Victoria bienvenida a la familia Larios puedes confiar en nosotros.—dijo Rodrigo
—Gracias a todos.—dijo Victoria
Emiliano le sonreía y Victoria agachaba la mirada. Gerardo notó que ella estaba molesta, era obvio que Emiliano no le había hablado de su familia y tampoco de quienes eran. Además no encontraba la manera de disculparse por la grosería que había hecho su esposa hacía su nueva nuera.
—Victoria cuantos años tienes?.—preguntó Rodrigo
—Tengo veinte años.—respondió Victoria
—Eres demasiado joven, y tu familia aceptó tu matrimonio?.—preguntó Rodrigo
—Yo no tengo familia, solo tengo a Emiliano y a Santiago.—respondió Victoria
—Tus padres qué pasó con ellos?.—preguntó Rodrigo
—Por favor Rodrigo que es este cuestionamiento.—dijo Emiliano
—Solo quiero conocer más a tu esposa, que tiene de malo?.—preguntó Rodrigo
—No hay problema Emiliano, pues mi padre murió hace poco tiempo. Mi madre nos abandono cuando era pequeña tenía casi la edad de Santiago, así que también para mi es como si hubiera muerto.—respondió Victoria
—Discúlpame cuñada no es mi intención ofenderte, pero quiero conocerte más. Y a que te dedicas?—pregunto Rodrigo
—Trabajaba en el parían en Tlaquepaque, en las tardes era mesera en la malquerida el restaurante de mi madrina. Por las noches cantaba junto a mi padre y el mariachi.—respondió Victoria
—Increíble así que eres cantante, esperamos tener la oportunidad de escuchar tu talento. Creo que alguna vez visite ese lugar que mencionas hace muchos años cuando estaba en la universidad. Recuerdo a un señor que cantaba ahí con el mariachi tenía una gran voz, ese debe ser tu padre. Uno de mis compañeros le pidió una canción específica, él no quería cantarla pero mi amigo le pagaba mucho dinero para que lo hiciera. Pero él se negó rotundamente, entonces yo pedí otra que le gusta a papá, sobre todo para calmar a mi compañero y al cantante.—dijo Rodrigo
—Si era mi padre, recuerdo esa vez, mi padre se negó a cantarla en primera porque no era ranchera y en segunda porque era ofensiva, tu compañero se estaba burlando o al menos eso pretendía.—dijo Victoria
—Disculpa. No lo sabía.—dijo Rodrigo
—Les agradezco la cena y la platica, pero como verán Santiago ya se durmió. Donde está su habitación?.—preguntó Victoria.
Lucia se acercó de inmediato para llevarse al niño, pero Victoria la detuvo.
—Solo llévame hasta allá, yo lo dejaré en su cama. Por favor.—dijo Victoria
—Por aquí señora.—respondió Lucia
—Solo llámame Victoria.—dijo ella—Provecho un gusto conocerles permiso.—dijo Victoria, se retiró del comedor y siguió a Lucia con Santiago en sus brazos.
Emiliano sabía que se había molestado.
—Que pretendías con tu cuestionamiento?.—preguntó Emiliano molesto.
—Ya te dije conocerla más, no era para que se enojara. Enojados debíamos estar nosotros por no habernos dicho que te casarías.—respondió Rodrigo
—Es suficiente, reiteró somos una familia. Y ahora ella también es una Larios. Pero no voy a permitir que quieran denigrar, marginar o burlarse de la esposa de Emiliano. Entendido Rodrigo.—dijo Gerardo
—Yo no estaba haciendo eso, tengo curiosidad. Es claro que ella no tiene dinero y tampoco pertenece a nuestro círculo social. Espero que realmente se haya casado con mi hermano por él y no por su dinero.—dijo Rodrigo
—Basta Rodrigo ella no sabía que tenía dinero, hasta este momento ella pensaba que era un empleado más de este rancho. Yo no le hablé de eso porque está llena de prejuicios, por eso respondió a la defensiva ante tus cuestionamientos.—dijo Emiliano.
—lo lamento, me disculparé con ella. Pero también nos vamos. Una vez más felicidades hermano, Permiso.—dijo Rodrigo
Rodrigo y su esposa se despidieron. Gerardo y Emiliano se quedaron solos en el comedor.
—Es una muchacha muy joven y me alegra que Santiago la quiera tanto. Lamento la grosería que hizo tu madre hablaré con ella. Pero dime algo hijo en verdad la amas?.—preguntó Gerardo
—Mucho papá ella es dulce, tierna, cariñosa, sencilla y me ama. Como te diste cuenta también ama a mi hijo.—respondió Emiliano
—Y mi nieto a ella. Entonces defiende a tu esposa de quien sea, yo te apoyaré.—dijo Gerardo
—Gracias papá sabía que tú me entenderías.—dijo Emiliano
—Yo creo que deberíamos regresarnos a nuestra casa tu madre y yo para que estes aquí solo con tu esposa.—dijo Gerardo.
No se dieron cuenta pero Pilar bajó al comedor.
—De ninguna manera vamos a dejar a mi nieto y a Emiliano solos con esa extraña. Pero que tenías en la cabeza para haberte casado con esa mujer tan insignificante.—decía Pilar
—Mamá no voy a permitir que ofendas a mi esposa.—dijo Emiliano
—Ofenderla, ella ofende el buen nombre de los Larios. Es una muerta de hambre, no me digas que te dejaste enredar por ella y está embarazada. Esto es intolerable nuestra sangre mezclada con esa. Aquí estaba Cemrre esperando por ti, ahora como me voy a disculpar con los Gaxiola. Que vergüenza.—decía Pilar toda histérica.
—Basta pilar, no ofenderás a mi nuera. Te recuerdo que los Larios venimos de abajo, somos gente de esfuerzo y trabajo. Y se que si no hubiera tenido dinero tú no te hubieras casado conmigo.—dijo Gerardo
—No nos iremos de esta casa, no dejaré que esa intrusa se quede con mi nieto. No la conocemos y no sabemos qué malas mañas tenga. Estoy tan decepcionada de ti Emiliano.—dijo Pilar
—No entiendo que tiene que ver los Gaxiola en esto pero lo que hayas tramado es mejor que lo olvides; el tiempo me dará la razón, iré a buscar a mi esposa.—dijo Emiliano.
Gerardo estaba molesto con Pilar, se cuestionaba porque había mantenido tantos años ese matrimonio distante y frívolo. Sin duda el ayudaría a defender siempre la felicidad de sus hijos, de su nieto y de sus nueras.
Emiliano sabía que era el momento de subir y hablar con su amada esposa. Esperaba que ella lo comprendiera, iba caminando hasta la habitación de su hijo cuando se encontró a la niñera.
—Lucia y mi esposa?.—preguntó Emiliano
—Sigue con el pequeño Santiago, señor es hora de retirarme permiso.—dijo Lucia
—adelante descansa.—respondió Emiliano
Emiliano llego hasta la habitación de su hijo y cuidadosamente abrió la puerta. Victoria lo observó y le hizo la seña de que guardara silencio. Ella cubrió a Santiago con su cobija y miró a Emiliano. Camino hasta la salida y el la siguió.
—Cielo debemos hablar.—dijo Emiliano
—Si, vayamos afuera.—dijo Victoria.
Emiliano la quería tomar del brazo pero ella lo evadió, sin duda alguna estaba en problemas. Ambos salieron de la casa.
—Antes que nada vida mía quiero pedirte perdón.—dijo Emiliano
—Por que me ocultaste todo esto? Acaso pensabas burlarte de mi y después abandonarme. O es para hacer enojar a tu familia? Estoy decepcionada.—decía Victoria entre lágrimas.
—No, no lo hice por eso. Lo oculté porque no quería que me rechazaras, dime la verdad si yo te hubiera dicho todo esto. Tú aún así te hubieras casado conmigo?.—preguntó Emiliano
—Los ricos se casan con ricos, piensa soy un pez y tu un pájaro donde viviríamos? así de diferentes somos. Además sentí todo el rechazo de tu mamá y todas las preguntas que hizo tu hermano eran para saber de donde había salido. Te amo pero no encajo aquí.—respondio Victoria
—Victoria eres mi esposa, eres mi familia y la de Santiago. Tu eres nuestro hogar, te amo con toda mi alma. Perdóname vida mía por haberte ocultado la verdad jamás volveré a mentirte u ocultarte algo.—decía Emiliano suplicante.
—Emiliano por favor no me hagas esto, no soy educada, no estoy estudiada y no estoy acostumbrada a todo esto. Compréndeme.—decía Victoria
—No me importa nada de eso, yo te quiero a ti por lo que eres. Para mi eres lo más valioso que eh tenido, perdóname amor mío.—decía Emiliano mientras se acercaba para abrazarla y besarla.
Victoria cedió a sus brazos y besos, ella lo amaba demasiado. Ya no podía estar lejos de él, era su esposo y un hombre maravilloso.
—No vuelvas a mentirme, prométemelo. Además pienso que deberíamos mudarnos nosotros tres solos. Para no incomodar a tus padres.—dijo Victoria
—Está es nuestra casa, mis padres se mudaron cuando enviudé para ayudarme con Santiago. Dale tiempo a mi mamá se que llegará a apreciarte.—dijo Emiliano
Victoria lo abrazó, pero sabía que esa señora jamás la aceptaría y sería una lucha constante con ella. Era notorio que para la madre de Emiliano jamás la vería como parte de su familia.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 69 Episodes
Comments
Mirtha Varela
ojo Victoria tiene un no se que ,para atraer todo a su favor,sin prometercelo, un don natural
2024-11-27
0
mi vida y razón ser
fecha de la muerte 15/08/2024 hora 5:07 pm es la hora de la sentencia de muerte de la paz y felicidad que tiene victoria según mi calendario
2024-08-16
1
Linda Gomez
Ya salió la vieja bruja, si también viene de abajo y la tal Graciela es la madre, pues de dónde tantas infulas? además lo que cuenta , no es de dónde vienes ,sino la educación que tienes y la moral. Eso es lo que vale, lo demás ( De clase baja mediana o alta ) que importa , ella se puede preparar y aprender , es inteligente. Así hay muchas riquillas consentidas y P......Zorras.Que navegan con carita de , inocentes , quién las conozca que les saque la vuelta . Y yo conozco a varias de ellas. Gracias a Dios mis hijos eligieron bien .
2024-08-06
2