Capítulo 5
Ya era tarde en el parían y Victoria estaba cantando aún. De pronto observó a Emiliano sentado en una de las mesas él había cumplido y regresó para saber si su salvadora le tenía una respuesta. Victoria cantaba Albur de Amor, para unos clientes que la habían solicitado.
Emiliano ordenó algo de tomar mientras ella terminaba, realmente admiraba la gran voz que ella tenía además se veía muy hermosa vestida de mariachi. No entendía porque la buscaba tanto, acababa de recibir una decepción amorosa pero cuando estaba cerca de Victoria lo hacía sentir tranquilo. Tal vez era eso, que no quería pensar en lo que le había sucedido.
Victoria termino de cantar, y se acercó a Emiliano.
—Me cambió de ropa y regresó para que hablemos.—dijo Victoria
—Aquí la espero señorita.—respondió Emiliano
Victoria fue a cambiarse, su madrina seguía ahí. No pudo evitar preguntar.
—Así que el desdichado si vino como te lo prometió, y que vas a hacer?.—pregunto Rosario
—Pues obvio le dire que no, no nos conocemos. Si me quiere secuestrar.—respondió Victoria
—Bueno, eso es cierto. Pero no fuiste tú la primera que propició el acercamiento, hasta lo llevaste a su habitación. Por eso te ganaste su confianza, además es muy guapo. Tal vez solo quiera una amistad. Igual sabemos y sabe que dejada no eres.—dijo Rosario
—Tiene razón madrina, si se pasa de listo me lo pongo barrido y trapeado. Voy a quitarme el traje.—dijo Victoria
Unos minutos más tarde, Victoria se acercó de nuevo a Emiliano.
—Listo, Emiliano tengo algo que preguntarte.—dijo Victoria
—Dime, pregunta lo que sea.—dijo Emiliano
—Que es lo que quieres de mi? Y se honesto.—preguntó Victoria
—Primero agradecerte y segundo que seamos amigos. Me inspiras demasiada confianza y eres honesta. Además cuando estoy cerca de ti me siento tranquilo. Tengo años sin sentirme así.—respondió Emiliano
—Está bien mañana es mi día de descanso. Te puedo ver a la una de la tarde. Bueno debo irme ya es tarde, si quieres te doy rait hasta tu coche o vas a quedarte aún falta para que cierren.—dijo Victoria
—Hablas diferente, que es rait? suena gracioso. Vamos deja llevarte a tu casa.—dijo Emiliano
—Bueno significa que te llevó a tu coche. No te preocupes vivo aquí cerca muy cerca.—dijo Victoria
—Me sentiré más tranquilo si te llevo, así evitaré que dañes a los delincuentes.—dijo Emiliano bromeando.
—Eres un grosero, pero está bien sirve de que ubicas mi casa, tu casa. Para mañana.—dijo Victoria
Definitivamente Victoria era por mucho una mujer distinta a lo que había conocido. Auténtica y alegre. Sabía que serían buenos amigos. Al llegar a su casa Emiliano recordó todo.
—Ya recordé aquí fue donde me secuestraste.—dijo Emiliano y se carcajeó
—Eres un grosero de lo peor, no te secuestre te lleve a un lugar seguro. Gracias por el aventon, nos vemos mañana.—dijo Victoria
—Hasta mañana.—dijo Emiliano
Victoria le dio un beso en la mejilla, bajó del coche y entró a su casa, su padre ya estaba dormido. Ella era muy cuidadosa con lo que hacía y las decisiones que tomaba. Le gustaba pensar que Emiliano se convertiría en un amigo más. El le agradaba.
Emiliano se sorprendió por el beso fue cálido e inesperado, él debía volver a su casa, su hijo lo esperaba. Pero antes quería conocer más a Victoria.
Al día siguiente Victoria se levantó muy temprano para tener todo listo para poder salir, le pidió a doña chole si cuidaba a su padre por unas horas. Que tenía una cita con un amigo, Doña Chole aceptó con gusto. Su padre no sabía de quien se trataba, José sabía que su niña ya era una mujer. Le daría gusto que tuviera una relación antes de que él se marchara del mundo.
Era la una en punto, y llamaron a la puerta.
—Debe ser él, ya vuelvo. No tardaré.—dijo Victoria
Efectivamente Emiliano estaba ahí. Victoria era sencilla, pero su belleza era difícil de esconder. Sus ojos eran grandes y dejaban ver su alma.
—Te ves muy bonita, Nos vamos?.—preguntó Emiliano
—Por supuesto.—respondió Victoria
Durante el trayecto Emiliano escuchaba música romántica. Pero mientras conducía recibió una llamada, él respondió en el altavoz del coche.
—Hola hijo cuando vas a volver?.—preguntó Pilar.
—Hola madre, por la noche estaré allá. Cómo está Santiago?.—preguntó Emiliano
—El está muy bien, extrañándote.—respondió Pilar
—En la noche los veo.—dijo Emiliano y colgó
Esa llamada despertó el interés en Victoria, pero se preguntaba quién era Santiago.
Emiliano había reservado en un restaurante Argentino en la glorieta Chapalita. Un lugar muy concurrido en la ciudad de Guadalajara.
No eran lugares que frecuentaba Victoria, pero sabía comportarse. Además preguntaría si fuera necesario, ella no le temía a mostrar cuando ignoraba las cosas.
Llegaron y los recibieron con toda la amabilidad del mundo. Ella se sentía fuera de lugar pero para salir de la rutina estaba bien.
Los meseros les entregaron la carta, y les entregaron una bebida de cortesía.
—Has probado anteriormente comida Argentina?.—preguntó Emiliano
—No, pero veo que son cortes de carne. Que te parece si ordenas por mi, como de todo no soy melindrosa.—respondió Victoria
—De acuerdo, lo que ordené te va a gustar.—dijo Emiliano
Mientras llegaba su orden, Emiliano rompió el silencio.
—Victoria y cuantos años tienes?—pregunto Emiliano
—Tengo diecinueve años, en seis meses cumplo veinte. Y tu?—preguntó Victoria
—Tengo veintiocho años, y en seis meses cumplo veintinueve. Me veo mayor?.—preguntó Emiliano
—No, te ves más joven. Y a que te dedicas?.—preguntó Victoria
Emiliano dudo contarle todo sobre él, Victoria se veía una persona con prejuicios.
—Trabajo para una pecuaria, soy agrónomo.—respondió Emiliano
—Entonces por eso estás aquí, por trabajo.—dijo Victoria
—Si, me envió mi jefe.—dijo Emiliano
—Por un momento pensé que eras algo así como un hombre rico, ahora ya me puedo relajar.—dijo Victoria
—Eso estaría mal?.—preguntó Emiliano
—No, pero sinceramente un hombre con tanto dinero no tendría porque salir con alguien inferior a él. Aunque sea para amistad, es algo arriesgado. Que no.—respondió Victoria
—Yo pienso que todos somos iguales, tienes prejuicios muy marcados. Por qué?.—preguntó Emiliano
—Pienso que son personas distintas en costumbres y creencias, y seamos honestos una persona común y corriente como yo de que hablaríamos. Pero dejemos ese tema me incomoda.—respondió Victoria
—Está bien, pero deberías dejar todos esos prejuicios de lado. Todos somos iguales y tú vales mucho por tu honestidad. Me imagino que eres soltera.—dijo Emiliano
—Si, jamás eh tenido un noviazgo. Me eh dedicado a trabajar y estudiar. Bueno ahorita solo a trabajar, y tu?—pregunto Victoria
—Soy viudo desde hace tres años. Tengo un hijo pequeño se llama Santiago, y acaba de terminarme una mujer que me engaño. No acepto a mi hijo. Se casó con alguien más.—respondió Emiliano
—Que mal plan, como dice un dicho. Él que quiere la vaca, quiere al becerro. Tú podrás sacar a tu hijo adelante, te pondré un ejemplo. Cuando mi madre nos abandonó, yo era muy pequeña. Y mi padre me sacó el solito adelante, jamás se rindió. Se que tú también podrás sacar adelante a Santiago.—dijo Victoria mientras le tomaba la mano.
Emiliano se daba cuenta más y más. Que Victoria tenía un corazón muy noble y era una mujer muy fuerte.
—Quien en su sano juicio abandonaría a una hija tan excepcional como tú.—dijo Emiliano
—Solo espero que haya encontrado la felicidad que anhelaba. Que por eso jamás volvió.—dijo Victoria
Emiliano y Victoria tuvieron una comida muy agradable, ella era tan ocurrente que era imposible para Emiliano no carcajear hasta que le doliera el estómago. Había sido la mejor cita que había tenido en años hace mucho que alguien no lo hacía reír tanto.
Más tarde Emiliano la llevó devuelta a su casa, antes de despedirse. Intercambiaron números telefónicos.
—Gracias por la comida y la compañía.—dijo Emiliano
—Gracias a ti, no olvides cuidarte. Y salúdame a tu bebé, a ver qué día lo traes para conocerlo. Nosotros te ayudamos a cuidarlo cuando tengas que trabajar.—dijo Victoria
—Créeme te tomare la palabra.—dijo Emiliano
Ese no era un adiós, era un hasta pronto. Victoria tenía un nuevo amigo.
Emiliano volvía a casa, pero volvía más tranquilo. El conocer a Victoria le ayudó a sentirse mejor; Después de la desilusión amorosa que acababa de pasar.
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Comments
Mirtha Varela
más que seguro lo va a llevar, Victoria en un segundo Santiago se enamora de ella 😍
2024-11-26
2
mi vida y razón ser
jejeje que lo lleve los lunes que tiene libre así poco a poco la conoce mejor y ella y el bb se van conociendo
2024-08-15
3
Linsol
🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰
2024-08-06
1