Solos son cobardes.

María.

Mi primer día de clases fue fatal, extrañe a mis amigos, a mis compañeros y sobre todo extrañe mucho a mí escuela, fue un terrible día en el curso que me designaron hay unos niños patanes y sin educación y mucha falta de amor decidieron molestarme, pero lo que no saben es que yo no soy tan frágil como creen.

Los días que siguieron fue un dolor de cabeza esos chicos se creen que solo ellos son importantes, no sé cómo pude detenerme y no golpearlos a cada uno de ellos, pero por el momento solo espero que me quieran agredir físicamente porque ahí no tendré misericordia.

Continúe con mis clases de judo vaya que los necesito, en él puedo desahogar todo mi coraje, claro que lo hice con él saco de boxeo, cada golpe y patadas que le daba al saco me los imaginaba tener a esos patanes frente a mí y golpearlos hasta cansarme.

Ubaldo---: Ey tranquila, que culpa tiene el pobre saco.

María---: Solo calentaba.

Ubaldo---: Eso no era calentamiento, eso era odio y mucho coraje... ¿qué ocurre?

María---: No pasa nada.

Ubaldo---: ¡María!

María---: Está bien, solo imaginé a unos compañeros qué en esta semana me han hecho la vida imposible, tengo miedo de perder la paciencia y caerles a golpe.

Ubaldo---: Te quieren golpear.

María---: No, solo me molestan por mi segundo apellido y como conteste unas preguntas correctas me dicen come libros, y la verdad que tengo muchas ganas de hacerle comer mis libros a ellos hasta que se atoren (enojada).

Ubaldo---: No, puedes hacer eso te recuerdo que tu nombre está en la liga cantonal y haces algo malo a esos chicos podrían denunciarte y para los directivos será la escusa perfecta para sacarte.

María---: Me acordé de eso y me detuve... Pero algún día les haré tragar todas esas palabras especialmente a ese Hidalgo que se cree que es muy guapo.

Ubaldo---: No le tengas odio, podrías enamorarte de él en el futuro (ríe)

María---: ¡Qué asco! Jamás me enamoraría de ese niño que es un patán y cuando sea grande segura será un monstruo y sus hijos serán igual, yo no quiero ser la madre de sus hijos monstruo.

Ubaldo rió nunca ha visto tanto coraje en el rostro de María, como lo estaba viendo ahora, sus alumnos llegaron y las clases de judo empezó solo ahí María podía ser ella misma, sin ocultar sus emociones, su coraje fue descargado en aquel saco de boxeo que lo soporto todo en el lugar de Manuel y sus amigos.

Mientras tanto en la casa de Manuel, el caos no se podía evitar ahora sus hermanos mayores discutían pero Manuel se mantenía al margen de las discusiones, su hermano Huber había tomado cosas de Henry y había vendido para obtener dinero, comprar sustancias ilícita y saciar su ansiedad de consumir.

Huber---: Me estás botando de mi propia casa.

Henry---: Estás perjudicando a los tuyos y así no se puede vivir.

Vilma---: Porque pelean.

Henry---: Es hora que decidas mamá, tienes que escoger a uno de los dos, no puedo vivir con alguien que es capas de robarme.

Vilma---: No me pidan eso, los dos son mis hijos...

Henry---: Ya veo a quien está de más aquí.

Henry salió de la presencia de su madre, tomo su moto y se fue, por su parte Vilma le llamo la atención a su segundo y le exigió que tenía que trabajar, por la noche Henry regreso ingreso a su habitación empacó algunas cosas personales y salió con la maleta en presencia de su mamá.

Vilma---: Hijo no es necesario que te vayas.

Henry---: Tu hijo anda en malos pasos, consume droga, roba lamento decirte madre que Huber se ha vuelto una mala persona y si él no se va de aquí podría inducir a Manuel en malos pasos, prácticamente Huber es mal ejemplo para Manuel (se va).

Vilma lloro sus hijos discuten y se pelean y ella no puede controlarlos, cerro sus ojos y recordó cuando su esposo estaba vivo y lo bueno que era vivir juntos y felices, Manuel miraba a su madre no le gustaba verla sufrir eso le hacía doler su pequeño corazón.

Manuel----: Mamá no llores, verás que todo va a cambiar.

Vilma---: Usted nunca ande con malos amigos, prométeme que no seguirás los pasos de tu hermano.

Manuel----: No mamá, no lo haré prometo que trabajaré tanto que cuando sea grande tendré grandes empresas y tendré mucha plata para que tú ya no trabajes de noche en esa fábrica.

Vilma---: (abraza a su hijo) Ay hijo es bueno soñar.

Manuel era un niño humilde y tenía muchas aspiraciones en la vida y una de ellas era tener su propio negocio salir adelante y ayudar a su madre y a su hermana más pequeña, el fin de semana fue un caos para la familia Hidalgo, su hermano mayor los abandonó y su ayuda económica era muy importante en la casa.

Otra semana de clases iniciaba, Manuel trataba de dejar sus problemas en casa y divertirse junto a sus amigos, por su parte María al llegar lo primero que encuentra en el aula es uno de sus acosadores, Jacob estaba esperando a sus amigos ya que solo no se atrevía molestar a nadie, María lo miro y salió al patio empezó a escribir en un cuaderno especial las características de sus compañeros molestosos y armar una estrategia para vengarse sin tener que llegar hasta los golpes.

María---: Se burlaron de mi, que creen, grabé muy bien sus apellidos dentro de mi mente, Jacob Miranda el negro como se hace llamar, no, nooo. Eso no es negro es prieto porque los negros son guapos y el no lo es.

Fabián Cedeño, se cree ricachón que tiene mucha plata, solo es un farsante porque si tuviera dinero no estaría estudiando en este colegio.

Manuel Hidalgo, fuiste el primero en molestarme así que serás el último, te consideras guapo y bellos, vamos a ver que tan guapo eres cuando te quedes de año.

Si creen que soy igual a Intriago de cobarde y pueden molestar cuando quieran están muy equivocados porque lo que puedo ver es que solos son unos cobardes (ríe).

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