Mi Flor De Acero
Manuel.
En un tiempo donde el hombre señoreaba en la sociedad, donde su palabra y opinión era la única que valía y la muchas veces la mujer callaba y soportaba todo maltrato especialmente en las zonas rurales (campo), había ley para la protección de la mujer, pero no las ejecutaban porque muchas veces la misma mujer desconocía su derecho, por falta de estudio porque habían mujeres que no sabían leer ni escribir, pero esa fue la vida cruel en aquel tiempo para las mujeres que nacieron y vivieron en el campo.
En ese tiempo, nació en los campos silvestres una flor, hermosa como las rosas, pero dura como un acero, una niña que no se doblegará ante nadie, porque vivió en sus hermanas el maltrato físico y la discriminación hacia su género, aprendió a defenderse, y a formar su dura personalidad de cuál su carácter y su forma de ser me enamoró perdidamente de ella.
Soy Manuel Hidalgo y está es mi historia de amor
Manabí, Ecuador.
En amplios cafetales de la parroquia rural Chirijos del cantón Portoviejo capital manabita, una pareja caminaba muy de prisa, prácticamente Aurelio llevaba casi arrastrando a su mujer de cuatro meses de embarazo, aquel hombre no considero el estado de gestación de su esposa lo único que quería era llegar pronto a la casa de la partera.
Fidelina---: Espera, por favor estoy cansada.
Aurelio---: Escucha bien, si la partera dice que es un varón, te trataré como es justo (serio).
Fidelina---: No importa si es mujer o no, lo importante que es nuestro hijo.
Aurelio---: Piensas que me darás puras mujeres como le diste a tu difunto marido.
Fidelina---: Pero está Felipe.
Aurelio---: Pero él es tu hijo no mío, yo quiero mis propios hijos, acepte a Martha por ser la mayor, pero quiero que mi segundo hijo sea un hombre como yo.
Fidelina lloraba de decepción ella sabía muy bien que su marido era un hombre obsesivo, por tener un hijo varón, ella era una mujer viuda con 4 hijas y un solo varón cuando ella conoció a su segundo marido Aurelio, le puso a su disposición toda la finca, donde el hizo lo que quería con ella hasta que un día la finca frondosa y llena de buenos cultivos quedó en la ruina, a pesar de eso, ella seguía creyendo en él, no podía pedirle a su único hijo varón que se hiciera cargo de la finca porque el era un joven que apenas cumplía 13 años, pero a pesar de eso, ella le dió a su primer hija a su marido de la cual llamo Martha.
Cuando estaba por su segundo embarazo, ellos anhelaban un varón, pero los rumores del nuevo miembro de la familia era una niña no se hacían esperar, ya que la pancita de Fidelina era redonda y achatada, Aurelio empezó a creer los dichos rumores, que no solo le decía sus amigos sino también su joven amante, eso hizo que Aurelio se llenará de irás, tenía que asegurarse que todo lo que decían era una vil mentira, por eso fue en busca de su mujer y la llevo a la partera más certera de la parroquia Chirijos.
Sixta---: Que ocurre Aurelio, porque traes a Fidelina así de agitada.
Aurelio---: Quiero saber si el niño que lleva en su barriga es varón.
Sixta---: Sea varón o mujer igual es tu hijo no cambiará nada.
Fidelina---: Lo mismo le digo yo.
Sixta---: Ven hija.
Aurelio no se separó de su mujer, estuvo pendiente de cada movimiento que hizo la partera y cuando terminó, la partera suspiro no le gustaba para nada el rostro que Aurelio tenía, aparte de estar un poco ebrio que le hizo temer por la vida de aquella joven mujer, pero no podía mentirle y tuvo esperanza de que el llegué a querer como a su segunda hija como a la primera.
Aurelio---: ¿Que es?.
Sixta---: Es una niña.
Aurelio---: (Mirando a Fidelina) maldita seas ni para darme a un heredero me sirves, veras que haces con ese engendro que llevas en tu panza, señora Sixta hágale un brebaje para que expulse a esa criatura.
Sixta---: No lo puedo hacer tiene cuatro meses, es muy complicado.
Aurelio---: Yo no la quiero, esa no es mi hija ya tengo a Martha para qué quiero más mujeres en mi casa.
Fidelina---: Aurelio es nuestra hija, no digas eso.
Aurelio Tubay la miro con desprecio, el ya no quería tener a su mujer enfrente de el porqué estaba a punto de perder la paciencia, ignoró las palabras de su mujer y salió del lugar dejando sola a una Fidelina en vuelta en lágrimas, porque sabía muy bien cuál iba a hacer el final de su hija, se despidió de la partera y fue directo a su casa, mientras hacía la merienda, pensaba en lo sucedido durante la tarde, tenía la esperanza que Aurelio recapacitara y quiera a su segunda hija como a la primera.
Dolores---: Mami Aurelio está tomando.
Fidelina---: ¡Que!... Lleva a tus hermanos a la casa de mi madre.
Felipe---: Yo no quiero ir, quiero defenderte.
Fidelina---: Cuida a gus hermanas.
Mirella---: Mami Marthita está dormida.
Fidelina---: Déjelan dormir vayan rápido.
Mientras Dolores salía con sus hermanos menores, Aurelio se acercaba con una botella en sus manos, se había perdido en el alcohol, mientras caminaba gritaba el nombre de su mujer mientras la insultaba, al llegar a la casa, ingreso y llamo a su mujer.
Fidelina---: ¡Aquí estoy! ¿que pasa?.
Aurelio---: Perra desgraciada, como te atreves a decir que pasa, tienes que deshacerte de ese engendro si me quieres tener a tu lado.
Fidelina---: Es nuestra hija, le pondremos Elena como tienen de tradición ustedes, Aurelio no mataré a mi hija.
Aurelio estaba furioso la miro con desprecio, la agarro de los cabellos y estrelló su puño derecho en el rostro de Fidelina dejándola aturdida en el suelo y con mucho dolor, no basto con aquel golpe sino qué descargo todo su furia en el abdomen de su mujer aunque ella por instinto cubría su vientre, pero aún así no pudo con la fuerza y rabia de su marido, mientras la golpeaba le decía que se iba con una mujer que daría hijos varones se lo gritaba una y otra vez, que solo se calmo cuando vio que Fidelina estaba inconsciente y ensangrentada.
Aurelio---: Fidelina, despierta (asustado) no puede ser la mate.
Aurelio estaba asustado, pensó que su mujer había muerto, ingreso a su habitación empacó parte de su ropa, tomo a su hija que estaba en la hamaca dormida y se fue, llevando consigo también a su amante, mientras que Fidelina no daba señal de vida, estaba inconsciente, pero dentro de su vientre un ser que a pesar de no estar bien formada sentía todo lo que su madre estaba viviendo, sintió el rechazo de su padre, el gran dolor que le transmitía su madre atraves del cordón umbilical, quiso llorar pero no pudo y su boquita la abría como si gritara en silencio, porque ahí adentro sus gritos no serán escuchados por nadie.
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Comments
Auribeth
wow empieza muy interesante
2024-09-26
1
🌺 Diglass 🇵🇦🤗🌺
en esa época el machismo predominante, solo se tomaba la palabra de los hombres.
2024-08-15
0
Azul sofia hardy
mal hombre 😭
2024-05-16
1