CAP 20 Idiota

Salí del club emocionado; ya quería ver a Ali. Conduje a casa con Gato. Cuando llegamos, se me hizo muy extraño: todas las luces estaban apagadas y la puerta abierta. Observé el carro de Ali afuera. Así que saqué mi arma y entré sigilosamente, pero sentí el frío metal en mi cabeza y el sonido de quitar el seguro de un arma. La luz se encendió y vi a Ali apuntándome.

Horas antes:

Me despierto totalmente desnuda, mientras Kai me observa. Las imágenes de anoche regresan a mí; solo puedo sonreír.

Kai: Buenos días, hermosa. —sonríe.

Ali: Buenos días. ¿Qué hora es? —mi voz suena un poco ronca.

Kai: Todavía es temprano. —La tomo por el cuello y la beso; ella me corresponde de la misma forma, un beso lleno de pasión e intensidad...

Retiro la sábana que me limita de su desnudez y empiezo a besar su cuerpo, que es una adicción para mí. Desgastaría mis labios en su piel suave, mientras nos besamos y mis manos están en su intimidad. Ella solo se deja llevar con su cuerpo y me pide más. La cargo arqueada mientras ella me envuelve con sus piernas en mi cintura, entrando en ella de un solo golpe, perdiéndonos en el placer. La llevo hasta una pequeña mesa que está en la ventana, mientras nuestros besos húmedos y el movimiento de mis embestidas se escuchan en la habitación. Estamos sudados y sumergidos en placer.

Kai: Dime, Ali, que de ahora en adelante serás solo mía —con mi voz un poco agitada, pero la tomo por el cuello para besarla.

Ali: Este hombre me está volviendo loca de placer. Mientras su hombría está en mí, sus movimientos rudos y secos me hacen ver las estrellas.

Mi respiración está agitada; nuestros cuerpos, sudados.

—No lo diré —robo sus labios. Siento que él me carga nuevamente sin dejar de moverme sobre él. Hasta llegar al baño, sus movimientos son rudos; al instante en que el agua moja nuestros cuerpos, sus movimientos son más bruscos y certeros. Siento que mi zona se contrae; tengo ganas de orinar, pero él empieza a castigarme. Sabe lo excitada que estoy, detiene sus movimientos, haciendo que me sienta necesitada de que vuelva a hacerlo.

Kai: Dilo, que serás solo mía, nadie te tocará que no sea yo. —El agua cae sin cesar.

—Solo dilo —veo cómo su pecho sube y baja por la agitación y le falta la respiración.

Ali: Me rindo, seré solo tuya. —(Él me besa con intensidad, recorriendo mi cavidad bucal y moviendo su longitud dentro de mí con fuerza, llevándome al éxtasis como nadie lo ha hecho). Terminamos agitados, mojados y mis piernas tiemblan tanto que Kai termina ayudándome a bañar. Luego me lleva cargada a la cama, dándome un analgésico para calmar un poco el dolor en mis piernas. Espero un rato a que el analgésico haga efecto para vestirme e ir a trabajar. Pero al observar a Kai vestirse, me llama la atención su collar; sé que lo he visto en alguien. ¿Pero en quién? Kai me saca de mis pensamientos.

Kai: ¿Está bien, hermosa? —me besa la frente.

Ali: Sí, ya estoy lista, voy a ir a trabajar. ¿Kai, ese collar? —intrigada.

Kai: Me lo dio un viejo amigo. Ali, hermosa, esta noche me toca ir al club, pero puedes esperarme despierta. Necesito hablar contigo de algo muy importante.

Ali: Ok, vamos a desayunar que ya es tarde. Debemos llamar a Jimmy para saber qué descubrió sobre mi padre y por qué el general quería la computadora de mi padre.—

Kai: Vamos, ¿puedes caminar o te cargo? —Me sonríe y guiña el ojo.

Ali: Jaja, tan chistosos. Sí puedo. Caminar, tonto —(tomando mi mano para darme un beso corto).

Kai: Esto parece un sueño estar así contigo.

Ali: (Sonrió)

Bajamos y vemos a Gato y Jimmy con el desayuno listo.

Gato: Buenos días, tórtolos.—

Ali: Buenos días, un poco tímida.—

Jimmy: Por fin se acabó tu sequía, hermano —(susurrando a Kai).

Kai: ¡Cállate! —Dándole un codazo.

Ali: Desayunando un poco incómoda porque creo que nos escucharon y sabe lo que pasa entre Kai y yo.

—¿Encontraste algo en la computadora de mi padre? —Mirando a Jimmy.

Jimmy: Sí, estoy en eso. Es una lista de nombres de los que están involucrados en una red de prostitución. Hay muchos peces gordos: abogados, alcaldes, jueces, gobernadores. Esta red clandestina de prostitución está desde hace décadas. Ahora entiendo por qué tu padre se ha escondido. ¿Qué haremos con esta información, Ali?—

Ali: (Pensativa) Por ahora, guardarla. Debo encontrar a mi padre y quiero la información del periodista, él será de ayuda.—

Jimmy: Lo haré. Para la noche tengo esa información.

Kai: Terminamos de desayunar. Ali se despide de mí y la observé irse en su auto. Yo quedo con Gato y Jimmy.

—Hoy pienso decirle la verdad, es mejor que ella lo sepa de mí—

Gato: Es verdad, es mejor que lo sepa de ti y no que lo descubra por ella.

Jimmy: Así es, amigo.

Ali: Llegó al hospital. El día transcurre con normalidad, la paciente no se encuentra apta para hablar con nadie, ha tenido muchas crisis como si le temiera a algo y no deja que nadie la toque. Pero algo me tiene pensativa desde que vi el collar de Kai, no sale de mi cabeza. Hasta que una imagen de mi padre discutiendo conmigo viene a mi mente; él tenía puesto ese collar.

¿Por qué Kai tiene el collar de mi padre? ¿Qué tiene que ver Kai con mi padre? Decido salir temprano del trabajo, voy a una tienda de autoservicio, compro algunas cosas para sorprender a Kai. Voy a ir al club; si Kai esconde algo, no lo tendría en casa Decidí preparar un rico postre para usarlo como excusa para verlo. Ya está listo, me baño, me cambio; son alrededor de las siete después de cansarme de revisar las cosas de Kai y no encontrar nada. Encuentro un arma con su cargador. Tomé el auto y conduzco hasta el club; el lugar está lleno, ya que era viernes. Así que estacioné en el restaurante de la otra acera, caminé hasta el club con mi postre, me detuve en un callejón ante del club, escucho que golpean a alguien y decido acercarme sin hacer ruido, pero nadie me prepararía para ver y escuchar lo que pasaría. Me acerqué y pude ver a Kai y Gato golpear a un hombre; hablaba de una deuda, el hombre le suplicaba que pagaría a su hermano, pero por último, este hombre que suplica lo llama el diablo, mientras que Gato y Kai lo golpean. Yo quedé en shock. ¿Cómo pude ser tan idiota?. Solo tiré el postre a la basura, tomé mi auto y conduje llena de rabia porque Kai me vio la cara de idiota todo este tiempo. Llegué a casa, subí, busqué el arma, la cargué y esperé a Kai para enfrentarlo...

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