CAP 19 Perfección

Siempre he sentido que algo me oculta Kai, pero este sentimiento que tengo cuando estoy con él es totalmente diferente al que sentía con William. Nuestra relación era linda, pero sentía que algo me faltaba, aunque lo amé. Con Kai es otra cosa; ese sentimiento de que ya nos conocemos sigue ahí, en la forma de mirarme, en sus besos. Estoy confundida.

Tian me saca de mis pensamientos diciéndome que la paciente tuvo una crisis y tuvieron que sedarla. Atiendo a otros pacientes, salgo a casa; mientras conduzco, hago hipótesis de lo que pasó con mi padre, si no se lo llevaron y está huyendo de algo, porque ahora que sabe mi padre, sin dudas, él está involucrado.

Llego a casa de Kai, Gato y Jimmy; al verme, todos me sonríen.

Jimmy: Kai me contó lo de tu padre. Así que investigué un poco usando su contraseña de Gmail. Descubrí que tu padre estaba recolectando pruebas después de la muerte de tu hermana, pero se contactó con un hombre que lo ayudaba; es un periodista. Pero necesito el disco duro de la computadora de tu padre.

Ali: Sí, necesito saber si es el mismo periodista que peleó con Kai la noche que murió Jennie. Si él está investigando esto, nos puede servir de mucho. Tenemos muchas pruebas, pero en este pueblo no podemos hacer nada; debemos llevar esto a otro nivel. Esta gente debe pagar por la red de prostitución que tiene, pero debemos saber qué pasó con Jennie y Alana; ellas son las claves de todo. A nosotros nos faltan piezas para entender este rompecabezas. —Recalcando.

Kai: Ali, esta noche recuperaremos la computadora de tu padre. Según Gato, averiguó que el comandante le pidió la computadora a Dylan. Aunque él la revisó, no encontró nada. Así que, según sabemos, Dylan sacará la computadora de la comisaría para llevársela al general. Así que armamos un plan. Así que cámbiate, Ali.—

Ali: Me cambié y comimos la comida que pedimos a domicilio. Mientras me explicaba el plan, todo estaba en marcha. Salimos con el propósito de recuperar la computadora de mi padre.

Kai: ¿Estás nerviosa?— mientras conducimos.

Ali: Un poco. —Nos miramos y él toma mi mano.

Kai: Todo estará bien. Esperemos la señal de Gato.— Mientras bajo del auto.

Ali: Empezamos a observar la propiedad de Dylan. Sabíamos que él estaba en casa. En el instante en que Kai me pasa una máscara de gas, observamos a Gato que se escabullía por el techo. Ahora entiendo por qué le dicen Gato: para soltar humo y dormir a Dylan. Gato da la señal, yo abro la puerta para entrar al lugar con unas pinzas. Mientras entramos, buscamos la computadora, pero debíamos destruir algunas cosas para hacer pensar que era un simple robo. Lo que no imaginamos es que el gas no dejaría a Dylan totalmente inconsciente y él saliera con su arma, totalmente mareado, apuntándome... En ese instante, Kai lo derriba, aprovechando la oportunidad para salir corriendo, con el corazón en la mano. Hasta donde estaba el auto escondido, conducimos hasta estar lejos de la propiedad de Dylan. Mientras Gato conducía una moto, le pasamos la computadora para llevársela a Jimmy. Nosotros volvimos a casa y todavía sentía la adrenalina en mi cuerpo cuando Dylan me apuntó con el arma.

Llegamos a casa, me desplomé en el sofá y Kai hace lo mismo. Mi corazón latía rápido, pero Kai toma mi mano.

Kai: Ali, tus manos están heladas.—

(Mientras tomó sus manos, las caliento con las mías; nuestras miradas se encuentran, mi corazón y respiración están agitados).

Siento un impulso y deseo de sentir sus labios mientras sus mejillas están rosadas, pero siento que ella se sube sobre mí, quedando arqueada. Quiero sentir el sabor de sus labios en un beso profundo, lleno de deseo y lujuria. Mis manos se enredan en su cabellera y, mientras nuestros besos se intensifican cada vez más, nuestra lengua empieza una guerra de quién domina a quién. Ella simula movimiento en mi entrepierna y siento el deseo de hacerla solo mía, quedando sin aire, lo que nos obliga a separarnos para sonreír y volver a robar sus labios. Ella me quita la camiseta, tirándola en la sala. Puedo sentir sus manos en mi dorso acariciando mi cuerpo mientras nuestros labios se pertenecen mutuamente. Yo le quito su suéter, dejando sus pechos a mi alcance para quitarle el sostén y dejarlos libres para mí, para besar su cuello y bajar hasta deleitarme con ellos.

Mientras su cabellera cae por su espalda, decido cargarla para subir a nuestra habitación sin dejarnos de besar por todo el camino. Estábamos perdidos; únicamente quería hacer la mía por toda la casa. Llegamos a la habitación, nos desvestimos completamente. Verla totalmente desnuda es lo más hermoso que mis ojos habían visto. Nos besamos hasta el alma, mientras recorría su piel con mis besos... hasta llegar a su intimidad y devorar cada uno de sus pliegues. Ella solo gemía mi nombre, y eso me hacía querer devorar su intimidad con más intensidad. Ella solo se retorcía de placer en mis manos. Hasta volver a besarla y llegar a su ser, solo se escuchaban nuestros gemidos y el choque de nuestros cuerpos sudados. Nuestros labios estaban hinchados, llegando al éxtasis de placer. Ella cambió de posición, volviéndose dominante, llevándome a ver el cielo. No paramos hasta la madrugada, hasta quedarnos dormidos. Fui despertado por el sonido del celular de Ali; era su alarma. Me despierto y la veo totalmente desnuda a mi lado, sintiendo la calidez de su cuerpo mientras el sol entra por la ventana y la luz posa en su espalda con su cabellera revuelta. Es la perfección...

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