CAP 11 Bajo la mira

Después de hablar con ella en el funeral, decidí seguirla. Tenía un mal presentimiento, pero siendo ella tan terca, aún no había aceptado mi ayuda. Siempre he sabido que en este pueblo hay cosas malas, pero yo no hice nada para salvarlas. Si tan solo tuviera un poco de su coraje y terquedad, tal vez esta sería otra historia. Después de que salió del funeral, le dije a "Gato" que descansara de vigilarla; yo la seguí. La observé en ese parque donde estuvo por horas. Pude sentir lo perdida que está y lo sola que se siente en este pueblo, sin negar lo hermosa que se ve con su cabellera desordenada y esos ojos verdes acusadores. Solo la contemplé en silencio; la vi y la escuché hablar con su madre. Luego fue a comer y después condujo a casa.

Me quedé a una distancia considerable, pero se me hizo muy extraño que las luces del apartamento no se encendieran cuando ella entró. Sentí que algo andaba mal, así que decidí salir y merodear su casa.

Cuando escuché quebrarse algo, pateé la puerta y vi a un hombre con las manos en su cuello, ahorcándola. Enseguida me lancé sobre el hombre y empezó una pelea entre él y yo. Aunque traté de quitarle su capucha, él me golpeó fuerte en el abdomen y salió huyendo. Traté de seguirlo, pero no pude; no podía dejar a Ali sola. Llamé a la ambulancia y al detective Dylan, pero le dije que se había tratado de un robo que salió mal.

Estuve toda la noche cuidándola, no me separé de ella. Sé que la persona que la atacó no la dejará en paz, hasta que pare de investigar o se vaya del pueblo. Pero, sabiendo cómo es, no hará ninguna de las dos.

Ali: Me despierto, observé todo borroso, me duele la garganta y un poco la cabeza. Me empiezan a llegar cada imagen del ataque de anoche. Lo que dijo ese hombre me confirma que mi hermana investigaba sobre las chicas y halló algo, por eso fue su muerte. Pero haré justicia después de su muerte, por ella y por esas chicas. Miro la habitación hasta verlo a él. A Kai, observándome sin decir nada.

Kai: Buenos días, dormilona.— levantándose del sofá donde estaba sentada.

Ali: Me duele un poco el cuello. ¿Cómo llegué aquí? —intrigada.

Kai: Yo te traje. Le dije a la policía que fue un robo. No pude ver a tu atacante, pero déjame protegerte. Sé que no vas a parar.

Ali: Está bien, aceptaré tu ayuda. Pero te mantendré vigilado, no confío en ti. —(Mientras él sonríe).

Kai: Voy a alistar unas cosas y volveré. Tian está afuera. Lo observé irse, y en ese instante entra Tian para saber cómo estoy. Luego vino el detective Dylan a hacerme preguntas sobre el robo. Yo contesté lo que pude. Aunque sabía que eso no fue un robo, sino una advertencia, hay algo en Dylan que no me genera confianza; es como si él nunca me mirara directamente a los ojos. Después de eso, Tian vino con mi alta. Extrañamente, Kai había dejado una bolsa con mi ropa, mis cosas y mi celular. Tomé todo, lo revisé y me cambié mientras Tian me lleva en la silla de ruedas afuera del hospital. Pero ahí se encontraba Kai, esperándome recostado en el auto con una rosa blanca en la mano.

Kai: Hola, señoritas, aquí está su servicio de taxi.— Le entrego la rosa blanca.

Ali: ¿Cómo sabes que son mis favoritas?— intrigada, observando la flor.

Kai: Tu hermana hablaba mucho de ti, por eso sé mucho sobre ti.—

Ali: Yo no sé nada sobre ti, aparte de que eres mi mayor sospechoso y sé que ocultas o tramas algo, pero lo averiguaré— (mientras él se agacha para estar frente a mi silla de ruedas y se ríe. No se le niega que es malditamente hermoso).

Kai: Bueno, vamos a vivir juntos. Tendrás tiempo de descubrir todos mis secretos.— Observando sus ojos verdes, en los que te puedes perder de lo cautivadores que son.

Ali: —¿Vivir contigo?... ¡Estás loco!—

Kai: No puedes seguir sola. Ese apartamento no es seguro, Ali. Además, aceptaste que te protegiera. ¿Qué mejor lugar que mi casa, Ali? Piénsalo así: me tienes bajo la mira.— Recalcando.

—¿Te cargo o subes al auto?— agrega él con diversión.

Ali: Yo puedo caminar sola, gracias, pero no confío en ti. Pero debemos pasar por mi apartamento para buscar mis cosas— señalando con el dedo.

Subo a su auto mientras él conduce silenciosamente, pero sé que él me recuerda a alguien, pero no sé a quién. Hasta llegar a mi apartamento, él me abre la puerta cuando me tropiezo, pero antes de caer al suelo, él me agarra y nuestra mirada se encuentra. Yo lo separo por inercia. Para entrar a mi apartamento, que está un poco desordenado por la lucha de ayer. Empecé a guardar mis cosas, sacando la caja donde guardé toda la información. Teniendo todo guardado, me dispongo a salir. Él me espera afuera, saco mi maleta, pero mi cuello me duele; él me ayuda a llevarlas al auto. En ese instante es cuando observé la caja de dulces que me regaló Jennie hace más de una semana que llegué aquí. Es cuando los dejo caer y los recojo para llevármelos, es cuando encuentro una memoria USB entre ellos...

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***