Capítulo 19

RAFAELA...

Matheus aun puede hacer que termine en una clínica psiquiátrica... ¿Cómo puede alguien que ha sido un imbécil arrogante, egocéntrico y narcisista, convertirse en esta persona tan dulce en tan pocos días? Bueno... En realidad, solo está actuando como era antes de que todo sucediera.

Estamos sentados acabando de comer el espagueti y sí, está muy bueno, solo que no se lo he dicho para que no se lo crea demasiado. Todavía necesito hacer que se sienta mal por todo el tiempo que estuvo ausente.

—Matheus... —pregunto intentando iniciar cualquier tema que me distraiga del estado de salud de mi hijo—, ¿puedo hacerte algunas preguntas?

—Las que quieras y tantas como desees —bajo el tenedor en el plato antes de preguntar, él deja de comer y me mira ansioso, esperando que empiece con las preguntas.

—¿Alguna vez...? —aparto la mirada de la suya— ¿algo de lo nuestro...? ¿Por qué hiciste aquello?

Pregunto por mí misma, evadiendo las otras dos preguntas que me vinieron a la mente. Él parece reflexionar antes de contestar. Y su tardanza en decir cualquier cosa solo me causa inquietud, no verdadera ansiedad, sino... nerviosismo, temor por su respuesta.

—Me entró miedo, Rafa... No por la paternidad en sí... O por lo que la gente podría pensar del nuevo CEO que estaba formando una familia con…

—¿La hija de los empleados?

—¡No! Tú nunca fuiste la hija de los empleados en esa casa, Rafa, mis padres siempre te trataron a ti y a tus hermanos con tanto cariño, que a veces yo tenía celos.

Sonrío un poco recordando cómo sus padres siempre me trataron, incluso con el embarazo, siempre fueron amorosos y comprensivos conmigo, y no exigieron estar presentes en la vida de los niños, eso lo hice yo, porque entendí que no era culpa de ninguno de ellos, el que su hijo hiciera lo que hizo.

—Tus padres son un encanto.

—Sí que lo son. Por eso salí de casa dos días después de que te marchaste... Porque sabía que se sentirían decepcionados conmigo, y no quería ver cómo me mirarían... También sabía que ellos estarían de tu lado, con razón, claro está...

—Nunca llegué a entender... —digo en un susurro, sintiendo el peso de esta conversación sobre mí— por qué no me creíste... Y principalmente... Por qué dijiste que solo estaba tratando de engañarte...

—Siempre nos protegemos. Lo único que pensé ese día fue que me habías traicionado y estabas intentando que asumiera la paternidad de dos niños que no eran míos. Solo después de haberlo dicho y ver el dolor en tu rostro fue cuando me di cuenta de lo idiota que fui.

—¿Por qué con Madson?

—A ella solo le importaba el dinero. No me quería... No como tú. Ella solo quería una oportunidad de exhibirme como un trofeo y ascender en su carrera, después de todo... ¿Qué mejor argumento que ser la "prometida" del gran Matheus Jones para ser una modelo exitosa? Fue más un intercambio de favores... Yo la ayudé a impulsar su carrera, mientras ella me ayudaba a sentirme castigado por lo que hice.

Levanto ligeramente la mirada y encuentro sus ojos azules. Todavía no entiendo por qué no me dejó explicar, por qué tomó esa decisión abrupta... Pero estamos hablando de Matheus... Siempre ha sido así, impulsivo.

—¿Te ayudó?

—¿Qué?

—Estar con Madson... ¿Te hizo sentir suficientemente castigado? —Él niega con la cabeza.

—Nada justifica mi actitud, Rafa... Siempre fuiste honesta, nunca me ocultaste nada. Ni en mil años lejos de ti, voy a poder perdonarme por lo que hice. El error no fue tuyo... Fue mío. No supe valorarte lo suficiente, y por eso te perdí... Es un peso que tendré que cargar para siempre.

—¿Cambiarías algo de lo que pasó?

—¡Dios, sí! ¡Mil veces sí! Si pudiera volver a esa tarde... Dios... Haría todo diferente. Te juro que cuando me dijeras que estabas embarazada... Te tomaría en brazos y saldría gritando a todo el mundo lo feliz que estaba.

—Pero no es posible ¿verdad?

—Así es... Por eso hoy hago lo que puedo para redimirme con nuestros hijos...

Cuando dice esto, siento una opresión en el pecho. Él quiere redimirse con nuestros hijos, no conmigo... ¿Por qué no lo olvidé? ¿Por qué no me lancé en cualquier relación solo para olvidarlo?

Claro que sé la respuesta. No lo hice porque a pesar de todo lo que él dijo, estaba embarazada, tenía las hormonas por las nubes y solo pensaba en mis hijos, era solo en ellos en quienes pensaba, nunca en un hombre, y cuando lo hacía...

Cuando en una noche fría sentía la falta de un cuerpo a mi alrededor... Era el de este maldito sentado frente a mí el que deseaba... Porque era el único cuerpo que había tocado el mío. Había sido él el único hombre que me había hecho sentir cualquier emoción.

Era en esas noches frías de invierno cuando más le extrañaba, cuando me permitía ser una estúpida enamorada, digo estúpida porque el único hombre que amé, pisoteó mi corazón.

—Tienes una segunda oportunidad, Matheus... No todos reciben una.

No le digo que la segunda oportunidad también se aplica a reconquistarme a mí, no... Eso no lo voy a decir. No necesito que esté en mi vida todavía, que esté en la de mis hijos ya es suficiente.

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Comments

Dolores Hernandez

Dolores Hernandez

y porque no Rafa si no te as comido a nadie más y se te antoja comertelo a el es tu desision y si después de eso no quieres seguir adelante tu eres libre y admirable por no guardarle rencor y sobretodo no ser egoísta pues no le niegas a sus hijos

2024-04-16

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