Al otro día llegué al campo de entrenamiento donde estaba el duque empezando a practicar con Marisol en medio del campo.
“...”
La chica corría usando el viento a su favor y llegó a atacar.
“Saludos joven maestra Aylen, soy el vice capitán del ducado “.
“Un placer, vice capitán”.
El hombre con una mirada seria se acercó y dijo.
“A partir de hoy seré su entrenador”.
“Si...”
Voltee a ver al duque por un momento y asentí al vice capitán.
“De acuerdo”.
“Ayer vi las habilidades del arco y de la tormenta nocturna, quiero ver su habilidad en su espada”.
“...”
Desenvaine la espada y el vice capitán se colocó en modo de ataque.
Me prepare.
Cuando estuve en la cabaña, con la espada corta empecé a recrear lo que recordaba de mi vida pasada, aunque supe algo de kendo cuando era niña después ya no pude practicar, mi padre había fallecido y la situación se había tornado turbia en esos tiempos.
Aun así hice lo que pude.
La espada llegó de forma pesada a mi, el vice capitán empezó su ataque y apenas esquivaba.
“...”
“¿Por qué no usa la magia de trueno para impulsarse?”
Me pregunto con el ceño fruncido y dije.
“La costumbre creo”.
“¿Cómo?”.
“Siempre pensé que si alguna vez no pudiera usar magia para apoyarme me quedaría vulnerable”.
Él frunció el ceño y preguntó.
“¿Donde rayos se presentaría eso?”.
“Ni idea”.
“Bueno, ¿podemos intentarlo nuevamente?”.
“Si, use magia por favor”.
Asentí al vice capitán y empecé a atacar.
“...”
Sus ataques fueron tan rápidos y bruscos que me sorprendió.
“¡!”.
¿Es entrenamiento o pelea?”.
“...Siga el ritmo”.
“...”
Hacía lo que podía y gracias a la magia que poseía esquivaba pero él siguió aplicando más fuerza, su magia también es aire.
Tch.
Su espada no era gentil, más bien era totalmente hostil.
Use la tormenta nocturna y con todo mi mana para que la espada del vice capitán saliera volando.
“...”
“Haa, haa”.
Estaba cansada de esto.
Miré con ojos resentidos al vice capitán que tenía un rostro frío.
Mis brazos temblaban por la fuerza que tuve que hacer para defenderme.
“¿Estás loco?”.
Le dije frunciendo el ceño.
“Es normal que entrenemos así”.
“...”
El vice capitán me observó y dijo con indiferencia
“Al menos sé que tiene buenos reflejos”.
“Vaya, lo creería facilmente pero se que no es asi”.
Este tipo está siendo pesado adrede.
“...”
“Si no le gusta mi forma de entrenamiento, puedo retirarme”.
El dijo como si no hubiera otra opción.
“Vale, continuemos”.
“...”
“Asi se hará entonces”.
“¿Está loca?”.
Él dijo sin creer lo que decia, creía que me retiraría.
“¿No dijo que sería usted quien me enseñaría a practicar con la espada?”.
“...”
“¿Qué pasa?”.
Miré al vice capitán que negó rotundamente.
“¿Vice capitán?”.
El vice capitán tomó de nuevo su espada y subió.
“Colóquese en posición, no porque sea una princesa voy a tener consideración”.
"No olvide que también soy su joven maestra".
“...”
Mis brazos seguían temblando desde el primer combate y miré al vice capitán que no tenía una buena expresión.
‘Esto es malo’.
El vice capitán salió hacia mí rápidamente y me atacó.
‘Maldito’.
Mi espada sujetada con ambas manos busca detener su ataque.
Un ataque, dos ataques.
Fue cuando el tercero dio en mi hombro.
“¡!”.
“...”
Una herida escandalosa pero solo fue superficial.
“¿Qué le enseñas a la princesa?”.
El conde Andy llegó y observó mi práctica en algún punto y bloqueó el otro ataque que venía.
“...Solo entrenamos”.
“...¿Así entrenan lastimando a tu futura maestra?”
El conde se quejó y miró de mala gana al vice capitán.
“¿Acaso es su forma de enseñar?".
“...”
El vice capitán negó y suspiró.
“Si tanto quiere enseñarle, enséñale usted conde”.
¿Qué es esa actitud?.
“...”
Todos se empezaron acercar incluso el duque con Marisol y vieron la escena de la pequeña discusión.
“Vice capitán, ¿todo está bien?”.
Pregunté para ya no ir más lejos con el asunto.
“...”
“¿Vice capitán?”.
El vice capitán frunció el ceño y negó.
“Lo siento joven maestra, me dieron la orden hace una hora”.
“...”
“No estaba preparado para enseñarle”.
Esas fueron sus palabras, solo pude suspirar internamente mientras limpiaba la herida con la mano y tirar la sangre como si nada.
“De acuerdo, puede irse entonces”.
“...¡!”.
El vice capitán miró atónito como si no esperara lo que decía.
“Es normal si no estaba listo, es injusto de mi parte retenerlo aquí, lamento haberlo interrumpido en su precioso tiempo”.
Todos miraron con sorpresa y aún así terminé de decir.
“Gracias aun asi por la breve explicación fue entretenida ahora se que debo entrenar más fuerte”.
No fue una mirada fría lo que hice, solo no tenía ni siquiera emoción.
Si el seguía como 'tutor', no solo sería un corte ligero.
“...”
Miré al vicecapitan negando y retirándose del lugar
“Usted no ha hecho nada malo, princesa”.
Murmuró el conde, sacando un pañuelo.
Yo lo sabía, lo sabía muy bien.
“Duque, quiero enseñarle a la princesa”.
El duque miró a su alrededor y después a Marisol para finalmente fijar su mirada en mí.
“El ducado tiene hombres capacitados para enseñarle a mi hija, conde”.
El duque dijo en voz alta pero el conde negó.
¿Acaso no vio lo ocurrido?
“...”
Los dos nos preguntamos eso, pero en fin.
El duque frunció el ceño al ver la sangre de mi brazo.
“¿Estás bien Aylen?”.
Él miró su vista en mi brazo.
“¿Esto?”.
“No es nada”.
“...”
“Solo son recordatorios que dicen lo débil que soy”.
“¡!”.
El duque quedó en shock como todos los demás por las palabras que había dicho.
“Quiero enseñarle a entrenar bien con la espada”.
Dijo el conde mirando la herida escandalosa.
“Nadie dijo que no le enseñaría”.
El capitán respondió también estaba presente, en algún momento había llegado y la situación se veía que podía haber una pelea de verduleras en este momento.
¿Cómo quedé en medio de esto?.
“Conde”.
“Si princesa”.
Tranquilo viejo.
“Todo esta bien, yo creo que el ducado tiene excelentes caballeros capacitados que puedan enseñarme, hay gente que es buena enseñando y hay gente que no”.
“Por eso entendí al vice capitán que se retiró”.
Con una sonrisa irónica el conde negó para decirme.
“...Princesa, el vice capitán fue maestro de la señorita Marisol Kamak, el jamás fue asi de rudo como lo fue con usted”.
“...”
Me quedé sin palabras.
Miré a Marisol que tenía una ligera sonrisa.
“...”
Todo había sido planeado.
“Tómame como escolta princesa”.
Ver a la mujer ahí con rostro de esto es divertido solo sonreí internamente, ¿por qué haces que me de ganas de acabar contigo?.
“...”
¿Qué acabo de escuchar?.
Miré al conde que dijo algo que no tenía sentido.
“Seré su escolta, soy un maestro de la espada se que puedo enseñarle como usted quiere aprender”.
“...¡!”.
El duque también quedó pálido al escucharlo.
“¿Me acepta?”.
El conde se arrodilló para hacer el juramento de caballero en ese instante.
Tragué saliva inconscientemente.
“Estaré a su cuidado, gracias conde”.
Dije en estado de confusión de sus palabras pero después sonreí ligeramente.
En ese momento lo sentí, las miradas fruncidas de los caballeros del ducado y la mirada atónita de Marisol, la sonrisa se le borró.
Si queria reclamar este lugar tenía que tener gente confiable.
Entendí que este sitio no es mio, es de ella.
Aún si no soy la Celeste real.
¿Está bien hacer esto?.
Si, estaba bien.
Por mi futuro y por la vida pasada de Celeste estaba bien.
Me quedaré con todo.
No es venganza, solo reclamó derechos de propiedad.
Solo con lo ocurrido me hizo despertar esa chispa de te haré sufrir.
“Con gusto me convierto en su escolta, princesa”.
No pude evitar emocionarme.
Por dentro empecé a gritar en lo que él hacía la reverencia.
‘¿Qué está pasando aquí doctor García?’.
El conde Andy es conocido por ser fuerte, es como un héroe desde niño, al final se retiró a sus 24 años para estar a lado de su familia pero el emperador decía que volviera.
“Entonces con esto pertenezco al ducado… no más bien pertenezco a la princesa, ¿está de acuerdo?”.
La mirada del conde fue hacia el duque.
“Si, así es”.
“Bien, entonces podemos empezar a practicar”.
Asentí al conde.
“Veamos, de lo que vi ayer y lo que vi hoy mientras esquivaba, cuénteme a qué se enfrentó”.
“...”
“La mirada que hizo al esquivar es como si hubiera peleado por su vida más de una vez”.
Bueno así fue.
“Una vez en donde vivía una jauría de lobos quiso entrar a la cabaña así que tuve que enfrentarlos esquivando y atacando como pudiera”.
Murmuré la historia, esa noche estaba durmiendo plácidamente y de repente escuche los arañazos para descubrir que era una jauría de lobos.
“¿No tuvo miedo?”.
“Claro que tuve miedo, pero si no lo hacía no hubiera tenido donde dormir o donde vivir”.
“...”
Eso había sido días antes de que despertará mi magia.
“Esa cabaña fue mi hogar por cinco años”.
El conde asintió y empezó a prepararse para la práctica.
¿Era posible que él tuviera en mente convertirse en mi escolta desde ayer?.
La práctica dio inicio con combates ligeros, mis brazos aún temblaban.
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Comments
Paola Sanchez
maldito duque, disque muy feliz de haberla encontrado y ni se inmuta al verla herida y ni averigua
2025-04-17
1
Liliana Barros
Me encanta la actitud de Aylen. Va a recuperar lo que le corresponde a Celeste para ella porque es su derecho. Esa mocosa mustia no sabe a quien hizo enojar jajaja
2024-12-13
2
Sandra Garnica
Cada vez me da mas rabia con el maldito del Duque😡, su "hija" que estuvo desaparecida por 15 años, que aprendio a defenderse a las malas y que después de encontrarla la trae al Ducado para que todos la traten como se les da la gana😡😡😡 será que no se dio cuenta como la atacaba el vice-capitan que prácticamente la queria matar porque la hirió y ni asi se despavilo ni interfirio para defenderla y donde no sea porque llega el Conde el maldito vice-capitan la hubiera herido peor y el muy estúpido del padre como si nada😡😡😡😡😡
2024-07-14
4