Armas

El conde Andy de repente me dio el arco y dijo.

"Enseñame dándole a esa esquina".

El encargado del local miró la esquina que decía, estaba pálido.

Tomé el arco y apunté a dónde dijo y sin falla le di al blanco.

"Wow".

La condesa se sorprendió.

"Buena fuerza, buena postura".

"La princesa es como un diamante aún opaco esperando a que le saquen todo el brillo".

"..."

"Ahora la espada, ¿Qué le parece está?".

La espada era larga y dije.

"Siempre use una corta pero quiero aprende usar una larga como está".

"Ya veo".

El conde volteo y vio una espada corta.

"Veamos primero con esta".

"...."

¿Cuándo se convirtió en una clase?.

Tome la espada y la desenvaine para atacar, con la espada el conde empezo a defenderse.

"..."

El conde asintió y dijo.

"Mañana iré al ducado, quiero ver su práctica con los caballeros".

"..."

Aún no sabía nada de las prácticas y asenti.

"Si, aunque mañana sería mi primera práctica".

"Bien".

Marina pagó por las armas que el conde escogió, se veían de buena calidad.

Después de un gran camino terminaron llevándome hasta la mansión del ducado.

"Fue un placer conocer a la princesa".

El conde terminó de saludarme con su esposa y los dos se fueron a su propia casa.

"Fue divertido".

"Si, el mismo conde estaba cómodo, el es conocido por ser reservado pero llegó hasta ser capitán".

"Se ve joven, ¿Por qué renunció?".

Pregunté a Marina y ella dijo.

"Porque se casó con la hija del marqués y se dedicó a la familia, aunque el emperador le ha dicho que regrese, él se ha negado".

Asentí a Marina y entramos a la mansión.

"Había sido un buen día".

Al entrar estaba el duque bajando las escaleras.

"Bienvenida Aylen, ¿Te fue bien?".

"Sí padre, me gustaría pedir, ¿puedo mañana entrenar con la espada y practicar con mi arco?".

El duque asintió y dijo.

"Te asignare un tutor y también un tutor de la academia".

"Gracias padre".

Él sonrió acercándose.

"Claro mi pequeña Aylen”.

"También dijo el conde Andy que podría asistir mañana".

"¿Él estuvo con ustedes?".

Pregunto curioso.

"Si".

El duque se quedó impresionado y empezamos a dirigirnos hacia los jardines.

"Tomemos una taza de té juntos".

Fue cuando vi a Marisol esperando al duque.

"Papá, hermana, me alegra verlos".

Con una sonrisa angelical lo dijo.

El duque sonrió y se sentó.

"Vamos, disfrutemos el té en familia".

"Me alegro ver que te fue bien en tus compras hermana".

"Si, fue divertido".

Le respondí a Marisol.

"Me alegro, lamento mucho de que papá no haya ido contigo disfrutamos la obra como no te imaginas".

"Bueno, algún día entenderás que es la ópera".

"..."

Una sonrisa interna salió dentro de mí, ¿Qué trata de hacer?.

"Si me imagino que es fascinante, algún día sería bueno que mi padre me invitara".

Sonreí al duque con curiosidad el con su cabeza asintió a mis palabras.

"Si, pero papá está muy ocupado".

"Un día de estos saldremos Aylen".

Dijo el duque con una sonrisa.

"Claro".

El duque dijo mientras terminaba de dar un sorbo a su taza de té.

"El conde me preguntó si participare en el torneo de caza".

El duque me observó con curiosidad y preguntó.

"¿Has matado monstruos?".

"Si, aunque fue una vez".

"..."

El duque me observó bien y dijo.

"Sería bueno saber hasta dónde llegas".

Se levantó para decir.

"Vamos al campo de entrenamiento".

Asentí con mi cabeza y Marisol también se levantó.

"También quiero que veas mi avance papá".

Él asintió también.

Nos dirigimos al campo de entrenamiento del ducado.

El duque me dio un arco y dijo.

"Ese blanco".

En este caso es el tablero de círculos.

La flecha salió disparada y en medio del centro, el ataque en el arco fue bueno.

No use magia, solo use mi fuerza.

"¡!".

Teníamos público de los caballeros del ducado.

"De nuevo".

El duque con una sonrisa dijo y cambiaron el tablero por otro.

Esta vez le di más rápido que la primera flecha.

"..."

"¿Puedes hacerlo con el objetivo moviendo?".

Preguntó el duque.

Asentí con mi cabeza, todo era posible.

"Obvio".

El duque miró al capitán y este asintió.

"Dale a todos los tableros que puedas, Aylen".

Dijo el duque con una mirada expectante.

Qué más da.

Flecha tras flecha salía de mi arco y le dio a todos los objetivos que dijo.

"Increíble".

"Ahora con magia".

Asentí y el capitán del ducado volvió a lanzar los objetivos y las flechas con la tormenta nocturna partieron los tableros en pedazos.

"¡!".

El duque asintió con un rostro feliz, si fuera para una batalla.

Cada tiro en una guerra sería una muerte.

"Ahora sin arco".

El rayito con o sin arco o espada es más poderoso, el porque he practicado mucho aún teniendo magia, ¿Quién me garantiza que la magia siempre estará?.

Celeste había caído en un lugar donde no podía usar magia, ella jamás despertó por esa cosa que le pusieron en el tobillo, aun cuando se lo quitaron ella no logro hacer su magia.

No tenia ni tengo idea de la vida que me espera en el futuro, tal vez algún día lo mismo puede pasar, es por eso que me esforcé aprendiendo un poco de las dos.

Mi sobrevivencia es lo más importante.

Hice lanzas de rayos y apunté a los objetivos sin ningún problema.

"Tengo que entrenarte, Aylen".

Asentí al duque y Marisol no se quedó atrás, con magia de viento ella empezó a lanzar ataques también.

Qué es lo que hace la diferencia el ducado, el ducado posee el poder de una tormenta nocturna, una habilidad rara.

"..."

El público de caballeros apoyo a Marisol.

Ahora entendía lo que dijo la condesa, Marisol estaba bien establecida para poder heredar el ducado.

Ella con una sonrisa les dedico a los caballeros del ducado, ellos mostraron a su favorita.

"Bien, mañana daremos inicio a tu entrenamiento".

El duque me dijo y asentí.

"Sí padre".

Me retiré con el duque en lo que ella seguía platicando con los caballeros.

“Aylen, espero que puedas un dia contarme de como viviste hasta ahora”.

El duque preguntó en lo que nos íbamos y le respondí.

“Viví en un orfanato hasta los casi nueve años, termine huyendo del lugar porque un noble me quería adoptar, él solo no tenía buenas referencias y terminé vagando por las fronteras de Catzim hasta hace unos dias”.

“...”

Esa fue la manera más resumida de lo que viví.

“¿Sola?”.

“Si, siempre he estado sola”.

Bueno, me había echo amiga de la señora de las verduras, la de la pollería y de la vecina que era un anciana aunque después murió la anciana, pero siempre estuve viviendo sola.

El duque me miró fijamente sorprendido.

“Hasta que llegué aquí y me dijeron que tenía familia, para verlo sabido hubiera intentado llegar antes”.

“Solo vine al imperio porque donde vivía fue aniquilado por los bárbaros”.

El duque hizo una expresión extraña.

“Lo siento, debí haberte protegido mas, debi haberte cuidado mas a ti y a tu mamá”.

“...”

"Lamento que sufrieras tanto".

Miré al duque que tenía una mirada triste y no dijo más.

"Lo que haya pasado quedó en el pasado".

El asintio y después me dejó en mi habitación.

"Es cierto, me aseguraré de estar cerca".

Con una sonrisa el duque se despidió.

“Lo veo después, padre”.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***