Cuando salimos del palacio los caballeros del ducado asintieron al ver a su maestro y después dirigieron su mirada hacia mi.
“...”
Ellos saludaron inclinándose levemente y subí al carruaje donde el duque esperaba que subiera primero.
“Iremos a la mansión un tiempo y después de arreglar el papeleo iremos al ducado”.
Asentí al duque.
“No olvides que eres Aylen Kamak de Canek”.
“...”
“Mi hija”.
Asentí con mi cabeza, el hombre se veía ¿feliz?.
Una sonrisa de haber recuperado algo precioso tenía, pero con una pizca de un sentimiento encontrado..
¿Puedo tener una vida tranquila y sin preocupaciones?.
Es lo que buscaba al final y el duque solo me observó fijamente
Al final había escapado del destino anterior y ahora tenía un padre con una ¿hermana?.
“Tienes una hermana que nos espera en el ducado, espero que se lleven bien”.
El duque dijo.
“...”
Fue cuando pregunte.
“¿Se caso de nuevo?”.
“No”.
Respondió rápidamente.
“...”
¿Hija ilegítima?.
Podría ser.
“Yo… estoy feliz de verte viva”.
El duque sonrió alegremente que se le querían salir sus lágrimas.
“...”
Con curiosidad lo observé pero después miré por la ventana para ver el camino que no conocía.
En realidad no conocía ningún lugar y menos sabía del Imperio Canek.
“¿Todo estará bien?”.
El asintió.
“Si, no dudaré en cuidarte”.
“Esta vez te cuidare”.
“...”
No me quedaba de otra a creer a sus palabras, solo esperaba que no pasara nada como en esa vida, si pasa algo simplemente me ire hacer mi vida pero con un buen dinero de por medio.
Pronto llegamos a una mansión gigante y el duque bajó primero para tenderme la mano y ayudarme a bajar.
Ahora que recuerdo, el emperador no me devolvió el collar de disfraz.
“...”
Baje con cuidado para ser vista por las personas formadas en los alrededores.
Recordé la escena donde Celeste llegaba al marquesado y de repente sentí nervios.
“Aylen ha regresado a casa”.
Se escucharon las palabras del duque como si fuera eco y el empezó a caminar a lado mio.
“Entremos”.
“...”
Trague saliva mientras caminaba a la par con el hombre que aún seguía con su sonrisa, no sabía qué hacer y fue cuando el mayordomo dijo.
“Estamos preparando la habitación de la joven maestra”.
‘Ah que susto’.
La imagen de cuando Celeste recibe la ropa por parte del mayordomo se cruzó en mi mente en el momento que vi a este mayordomo.
¿Será trauma?.
El duque asintió y siguió caminando.
“Apurarse, quiero un lugar donde pueda descansar Aylen”.
“También llame al médico necesito saber si está sana”.
El mayordomo se movió rápidamente dando órdenes de aquí para allá.
“Vamos, te presentaré”.
“...”
Fue cuando de las escaleras bajó la niña.
Maldita sea, ¿por qué se me cruzan las imágenes?.
Necesito una coca para ayudarme a tranquilizarme.
“Padre”.
El duque miró a su hija con una sonrisa más brillante de cómo la había visto antes.
“Deja te presento a Aylen”.
El duque dijo con una sonrisa mientras hablaba cálidamente.
La chica de cabello rubio con los ojos azules más claros que el duque se mostró.
¿Es su hija?.
“Me presento hermana, soy Marisol”.
“Me alegra que hayas regresado sana y salva”.
“...”
Ella se presentó con una delicadeza como si fuera una muñeca de porcelana.
“Soy ..Aylen, es un placer conocerte”.
Ahora debía usar el nombre de Aylen.
Ella sonrió y asintió para después ver al duque.
“Me alegra saber que por fin está la familia completa”.
“...”
El duque asintió.
“Ven Aylen, el médico estará por aparecer”.
El duque dijo mientras empezó a subir las escaleras.
Asentí con mi cabeza y empecé a subir las escaleras, la niña llamada Marisol también subió con una sonrisa resplandeciente.
El duque entró a su oficina y dirigió su mirada al sofá.
“Siéntate, en lo que está tu habitación te quedas aquí”.
“...”
Marisol también entró y se sentó tranquilamente frente a mí.
‘Creo que debí buscar otras opciones de vivienda, debí aceptar quedarme con el emperador’.
Eso fue lo primero que se me ocurrió pero a la vez me negué.
Por derecho me toca esto, ¿qué mejor recompensa?.
La antigua Celeste debió haber tenido todo esto sin ningún problema, ahora se está presentando frente a mi en una bandeja de oro.
¿Puedo tomar todo?.
El duque caminó y se sentó para trabajar.
De repente dos hombres más aparecieron y con una bandeja de pastelillos me colocaron enfrente.
“...”
“Coma, joven maestra”.
“Gracias Frank”.
El mayordomo dijo colocando una taza de té frente a Marisol primero y ella agradeció con una sonrisa y después se dirigió hacia mí.
“Gracias”.
El asintió sin mucha importancia.
“Aquí tengo el reporte”.
El otro hombre volvió a vernos a las dos sentadas, parecía que analizaba los pros y los contras de algo.
“Ha llegado el médico”.
El mayordomo también dijo.
“Hazlo pasar”.
Sentí que me miraban con detenimiento.
Marisol como toda una señorita comía el pastelillo.
Acabo de comer dulce, si como mucho me saldrán caries eso fue lo que pensé así que evite comer más dulces.
“...”
El doctor entró y saludó.
“Es un placer conocerlos”.
“Revisa a mi hija”.
El médico observó primero a Marisol para después dirigir su mirada hacia mi, me observó fijamente y se acercó.
“Saludo a la princesa”.
“Permítame”.
Una vez más mi muñeca terminó en manos de un doctor.
“...”
“No se ve que tenga nada grave, tal vez solo unos suplementos alimenticios”.
“Le recetare varias cosas y descanse hasta que se reponga totalmente”.
El doctor dijo y volvió a ver al duque.
“¿No hay más?”.
“No mi señor, la princesa estará bien”.
El duque asintió y el doctor se fue a preparar la medicina.
Marisol que también observo pregunto.
“Se ve que no te ha ido mal, ¿cómo sobreviviste afuera?”.
“...”
Miré a la chica con curiosidad qué preguntó como si nada.
“Como todas las personas que viven afuera, con esfuerzo y trabajo”.
Dije como si nada.
“...”
“Pero aun eres joven, ¿cómo puedes trabajar?”.
“Aun siendo joven, cuando quieres vivir tienes que trabajar”.
Había trabajado mucho para robarme la bolsa de oro, eso tenía sus méritos.
Además siempre trabajé desde pequeña ayudando a mi madre en mi vida pasada, es decir siempre había trabajado toda mi existencia, incluso Celeste trabajó en ese lugar, descanso para tener paz mental esa fue mi conclusión.
El duque con los hombres presentes solo se quedaron callados al escuchar la plática de las dos jóvenes del ducado.
Le había respondido a Marisol casualmente.
“...”
Marisol solo negó sin decir ni una palabra.
El duque suspiro y dijo al mayordomo.
“Diles que se apuren a preparar la habitación”.
“Si maestro”.
El mayordomo salió rápidamente.
Marisol terminó también despidiéndose y se fue sin más que decir.
Durante horas estuve en el sofá mirando como trabajaba y al final no pude evitar bostezar, me daba sueño y al final me quedé dormida en el sofá de esa oficina.
“...”
El duque no perdió ni un detalle de lo que pasaba a sus alrededores y se levantó para colocar una manta sobre su hija.
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Comments
Nayvi Moreno
Al final el Emperador resultó ser un "trácala" y se quedó con tu collar Aylen 🤭
2024-09-16
1
ljp
Vea pues ahora a robar se le llama trabajo 😂😂😂🤦🏻♀️
2024-06-20
5
ljp
Esta es una pequeña víbora 🐍 🤷🏻♀️
2024-06-20
0