Lejos

En el carruaje a Saint continuó con su camino por al menos tres días, después todos bajamos en le pueblo.

No me iba a rendir hasta llegar a un lugar lejano donde no pudiera haber un retorno a ese destino cruel.

Decir que no tenía miedo sería una mentira, pero ahora pensaba que era mejor huir y huir a donde nadie más me encontrará y después buscar que hacer.

En otras palabras, irme del imperio sería lo ideal.

Mi mirada estaba en el Imperio Canek.

Si en el futuro el imperio Canek conquistará este país, ¿qué mejor lugar para estar?, así evitaría morir.

Rápidamente subí a otro carruaje de pasajeros que iba a otro sitio, diciendo más o menos la misma historia.

De Saint viaje a Cali que duró una semana en llegar al lugar.

El ducado Cali es el ducado fronterizo de Catzim y del imperio Canek.

Después de llegar a la ciudad del ducado, estaba el paso de las tres montañas y las praderas para llegar a la zona fronteriza.

Al principio todo fue al plan, bajé del carruaje sin mucho que decir y me fui corriendo como indicando que conocía el lugar todo fue para pasar desapercibida.

Es lo mejor que puedo hacer en estos lugares, finge que todo está bien aun cuando te mueres de miedo por el hecho de que no sabes dónde te diriges.

Miré la ciudad con tanta curiosidad y camine hacia el norte poco a poco.

El ducado es un maravilloso lugar para ser turismo, un lugar impresionante como sabía que no iba a llegar el primer día hasta el paso de las montañas me refugie en un pequeño templo que encontré en el camino.

“Haa”.

Estaba en los árboles ocultos tapándome con la capa en lo que esperaba que amaneciera.

Es más complicado de lo que parece.

Si fuera mas grande, ¿sería mas facil?.

Solo espero vivir muchos años más, si veo el lado bueno no tengo que ir a la escuela y cuando me instalé en un lugar sera todo mas comodo.

“...”

“No hay de que preocuparse, todo estará bien”.

“¿Quién eres?”.

“¡!”.

El susto llegó detrás de mí y un niño con el cabello blanco y ojos grises apareció.

¡Un fantasma!.

‘Ha me va a dar’.

Miré al niño bien para ver si es humano.

Después tomé un poco de pan que tenía por el susto que me dió, había confirmado que si es humano.

“¿Quién eres tú?”.

Pregunté en lo que me bajaba el susto.

“...”

El vió que comía mi pan lentamente.

“...”

No dijimos nada.

“Te doy un poco a cambio de que no digas que estoy aquí”.

Le dije, el solo negó como diciendo no quiero pan.

“...”

“Es peligroso las calles en la noche, solo estoy de paso”.

Dije al niño y asintió para después decir.

“¿Estás huyendo?”.

Preguntó.

“¿Es necesario responder?”.

“...”

“Espera aquí”.

“¡!”.

Me puse nerviosa y empecé a retroceder para la salida.

“No le diré a nadie, solo espera a que vuelva”.

“...”

Con incertidumbre asentí.

¿Qué hará?.

¿Me voy?.

Creo que sería lo ideal.

El niño no tardó cuando estaba a punto de irme del sitio.

“Ten, espera no te vayas”.

“...”

Voltee a verlo y vi lo que traía.

“¿Qué es?”.

“Mi padre dice que las niñas son débiles es por eso te ayudo”.

“...”

Miré lo que tenía en sus manos y lo tomé.

Una manta, más pan y algo de queso y otras cosas mas.

“También este”.

Un frasco de dulces.

¿?.

“No me conoces, ¿por qué me lo das?”.

“Solo me diste lastima, supongo”.

“...”

¿Cómo debo de tomar eso?.

“Gracias”.

Con una sonrisa le agradecí de todas formas.

El asintió y se sentó a un lado mio.

“Soy Cale”.

“Celeste”.

Respondí.

“¿Por qué huyes?”.

“...”

Mire al niño para decirle.

“Para cambiar el futuro”.

“¿Qué?”.

Con una sonrisa le dije y él puso una expresión de incredulidad.

“Si me quedo, mi vida será horrible así que me voy para cambiarlo”.

“...”

“No tengo poder para cambiarlo, solo puedo irme para hacerlo”.

Él asintió como si dijera algo correcto.

“Gracias Cale”.

El cielo empezaba a tomar luz al amanecer.

“Ve con cuidado”.

Me sentí extraña tal vez porque es un niño extraño.

O yo soy la extraña.

Me despedí del niño y salí del lugar corriendo.

“Joven maestro Cale, ¿qué hace aquí?”.

La voz del mayordomo se escuchó por detrás mientras veía a la niña irse del lugar.

Corrí hacia el pueblo del norte para tomar otro carruaje pero descubrí gente rondando.

Los caballeros del marquesado.

“¡!”.

¡No!.

Empecé a caminar rápido entre las calles hasta que vi la entrada del bosque a las montañas.

‘Tardaré más’.

Empecé mi recorrido por el bosque.

El bosque profundo empezó a verse y seguí caminando a cercanías del camino de carruajes.

“Haa”.

Tomé de mi morral para tomar comida y vi la extraña pulsera que me había dado el niño Cale.

¿Qué es?.

¿Valdrá mucho?.

No lo sabía.

Seguí comiendo mi pan con queso y poco a poco me quedé dormida.

“¡!”.

Al otro día cuando desperté vi algo extraño.

Un animal estaba a un lado mío muerto.

‘Maldición’.

“...”

¿Por qué está muerto?.

¿Cómo está muerto?.

Fue cuando vi la pulsera frente a mi que brillaba.

¿Magia?.

Tome la pulsera y me acerque hacia esa cosa y fue cuando me di cuenta que una especie de escudo apareció frente protegiendo de esa cosa.

Miré la pulsera con ojos complicados.

¿Qué es esa magia?.

No importaba ahora, sentía que tenía que ir a ver a ese niño y agradecerle.

Gracias Cale, si te veo luego te agradeceré.

De noche se escuchaban los animales salvajes a mis alrededores así que me ocultaba en los arbustos y con la pulsera puesta pero no sufrí ningún otro ataque.

Días y noches pasaron en ese bosque de las montañas.

Si fuera una niña normal creo que ya me hubiera muerto del susto.

Aunque tenía miedo, sabía que tenía que hacer esto.

Llegué al paso de las tres montañas, cada camino daba a un lugar diferente.

Estaba exhausta pero ahora me preguntaba si iba por el camino correcto.

"¿Debo de rodear?".

Tenía que salir del país, pero me imagino que si voy por las praderas también ha de estar vigilado.

Maldito marqués.

Miré las hojas del libro arrancado para ver cuál sería mi mejor opción.

Del otro lado hay montañas que también dan a la frontera, lo malo es que hay un símbolo que indica zona de monstruos.

Estaba en un lío total.

“Vamos, yo se que puedo”.

Aunque soy una niña de nuevo sé que puedo lograrlo.

Fue cuando a lo lejos se escucharon caballos.

“¡!”.

Corrí hacia dentro del bosque para esconderme de los caballos.

Durante mucho tiempo corrí sin parar hasta que terminé cayendo de cansancio.

“Haa”.

Otra vez contuve mis lágrimas de cocodrilo, pasaron horas en volver a recomponer y miré a mis alrededores para mejor quedarme a dormir en el sitio donde no se veía nada más que bosque.

"Verás que puedo sobrevivir, ya lo verás".

No me rendiré aún si todo está en contra mía.

Una vez que mis ideales están reafirmados me levanté para continuar con mi camino.

El paso por las montañas terminó y la vista de las praderas se vio.

"Bien".

Las enormes praderas se veían a mi alrededor y me sentí aliviada.

‘Al menos sé que no voy mal’.

El plan es ir por la pradera hacia dos pueblos lejanos como si fuera ahora en hipotenusa.

"¡!".

Los caballos escuchaban una vez más por el camino a lo lejos así que una vez más me oculté para verlos de lejos.

“...”

Se veían que eran de alguna casa noble porque todos iban uniformados.