Capítulo 13

Al salir de los calabozos, Kiara pudo sentirse más liberada de una carga pesada en su corazón…el saber que ese hombre ya está muerto pudo sentir una tranquilidad… porque lo que hizo… fue justicia por Annita y Cecilia 

Ya pueden descansar en paz. 

Mientras caminaba pudo sentir una brisa fresca que le otorgaba la noche… así que detuvo sus pasos para sentir el exquisito aroma a lirios… era tan relajante… mientras disfrutaba del ambiente pudo observar una gran luna llena que había esa noche…

Es hermosa

Era tan blanca y pura… que le hizo recordar la cálida sonrisa de sus fieles sirvientas… ella derramaba lágrimas mientras sonreía…

Donde quiera que estén las llevaré siempre en mi corazón… 

Ella sabía que aunque había matado a ese hombre… Cecilia y Annita no volverían a la vida… ahora solo le quedaba seguir adelante y encontrar la manera de salir de ese ducado para siempre.

Kiara siguió admirando la luna por unos minutos y siguió su camino para regresar a su alcoba y quitarse la ropa que llevaba, pues se había manchado de la sangre de aquel hombre, así que debía deshacerse de ella.

Mientras tanto, ella no se había percatado que en las sombras de la oscuridad un par de ojos la miraban con una gran admiración, asombro y respeto… esa sombra pensaba que aquella señora era única y muy fuerte…

Quiero estar a su lado y servirle solamente a ella…

Esos eran sus pensamientos, ya que anteriormente la había visto caminar hacia los calabozos lo que le causó curiosidad y la siguió…pensaba que solo iba a gritarle o desahogarse por la pérdida de sus sirvienta… pero cuando vio que fue todo lo contrario…. se sorprendió… pues vio cómo torturaba aquel hombre  sin piedad.

Aún más cuando amenazó a esos guardias para que no le contaran nada al Duque… fue sorprendente para él…anteriormente ya había escuchado que ese hombre había estado acosando a las sirvientas más jóvenes del Ducado, sin embargo ellas no lo informaban por miedo a que pudieran hacerles algo más.

Pero en cuanto supo que él había no solo violado a una niña, si no que había matado a una sirvienta mayor, sintió mucha ira al no poder haber hecho algo para protegerlas… así que había tomado la decisión de acabar con aquel marrano asqueroso…

Pero en cuanto vio que aquella joven lo estaba torturando de una manera dolorosa… pues había cortado su miembro y atravesando una varilla de fierro en su cavidad trasera... era sorprendente que quedado demasiado satisfecho… pues era lo que se merecía ese cerdo asqueroso.

El hombre se fue de ese lugar con la cara feliz y emocionado, pues sabía que había encontrado a alguien a quien valía la pena proteger… y con una sonrisa se trazó un nuevo objetivo…

Haré que me permita estar a su lado para servirla y protegerla… cueste lo que cueste.

Al día siguiente….

Un gran alboroto se encontraba en el ducado, pues el hombre que habían encarcelado estaba muerto…

Esa mañana el príncipe Christopher había llegado con el verdugo para ejecutar a aquel hombre…  así que los dos hermanos, el Duque y el príncipe fueron a verlo… cuando llegaron a la celda casi vacían sus estómagos, pues en la manera que lo encontraron… era una escena terrible de ver y soportar.

El Duque había preguntado a los dos guardias que se habían quedado a vigilar la entrada que como había pasado eso… ellos no sabían ni que decir… pues recordaban las palabras de aquella joven…

Espero que mantengan esto en secreto del Duque, inventen una excusa creíble, si no hacen lo que les ordeno los mataré a ambos…

Aún recordaba su rostro sombrío sin una pizca de piedad que emanaba su señorita y eso les daba escalofríos, así que optaron por decir que dejaron sus puestos para ir a descansar un rato a los establos y que no sabían cómo pudo ocurrir…

El Duque enojado por sus palabras los castigó por haber abandonado sus puestos y dejar solo aquel hombre que se suponía en esa misma mañana debía ser ejecutado… Mientras el Duque hablaba con el príncipe los demás guardias salieron con una camilla y encima de este yacía el cuerpo de aquel hombre con una manta blanca encima.

Los dos hermanos venían detrás de ellos… Evan tenía la mirada seria, mientras que Lucas seguía en shock por la escena que vio, sin embargo ambos no se imaginaban que tipo de bestia salvaje había hecho tal bajeza… tanto el Duque como sus hijos y el príncipe sabían que esa información no debía salir del ducado y llegar a los oídos de la capital… ya que se armaría un tremendo escándalo.

Así que el Duque prohibió estrictamente decir una palabra de lo que había sucedido con aquel hombre, pues lo único que tenían que decir era que se había cumplido su ejecución y nada más. 

Mientras todos estaban en sus mundos… nadie se percató de una presencia observándolos desde la puerta trasera. 

Era Kiara quienes los veía con una sonrisa de oreja a oreja…

Al parecer el Duque les creyó a esos dos…

y con eso estaba satisfecha, pues su objetivo ya estaba hecho sin que levantaran sospechas, así que se planteó que el que se metiera con ella o alguien preciado… los acabaría con sus propias manos de una manera dolorosa 

Sin más Kiara se dirigió a su alcoba y en el camino pudo escuchar murmurar a las demás sirvientas lo que había pasado con ese hombre y lo felices que estaban… pues también las habían estado acosando por aquel hombre que ya estaba muerto y ahora podían andar libremente por toda la mansión.

Ella solo escuchaba lo que decían esas criadas y realmente no le interesaba… pues nunca lo hizo por ellas… lo hizo para vengar a dos mujeres que tenían una vida por delante en este mundo y que simplemente apagaron sus vidas…

Cuando llegó a su alcoba, tomó la perilla para girarla y entrar…

Sigue estando vacío.

Kiara no dejaba de sentirse vacía… es verdad que cuando llegó a este mundo se sentía de la misma manera… pero al pasar tiempo con Cecilia y Annita sintió que algo dentro de ella se llenaba… pero ahora regresó  a ser la misma de antes… con los sentimientos apagados y el corazón frío.

Ella se dio vuelta para ir hacia su tocador y ver de nuevo el arbolito que había plantado Annita… no dejaba de admirarla… tampoco dejaba de leer los deseos de ella y Cecilia… ellas deseaban que fuera feliz…

Esa felicidad no la encontrare aqui

Kiara sabía que en este ducado jamás estaría en paz… por lo que tenía que idear un plan para irse… y lo primero sería romper ese compromiso… necesitaba reunirse con la emperatriz y pedirle que rompa el compromiso…

Lo segundo es buscar algo de dinero para irse… quería buscar un pueblito en donde pudiera estar tranquila y libre… ella pensaba que cuando se fuera se llevaría el arbolito con los deseos de Annita y Cecilia… así podría cuidarlos mejor  y ver el arbolito crecer. 

La mirada de Kiara se posó en el retrato de su madre y la admiro por unos segundos y dijo…

-Si ellas están contigo- dijo con una sonrisa triste - por favor dales un abrazo de mi parte y diles que estoy bien…que seré fuerte y que un día yo encontraré la felicidad como ellas querían.

Ella tenía la esperanza de que si ella pudo reencarnar en ese mundo… Cecilia y Annita pudieran hacerlo en algún lugar, donde ambas fueran felices con una familia que las amara.

En ese momento Kiara recordó que la habitación en donde residian ambas seguían con sus pertenencias… así que se levantó y fue directamente hacia el área de residencia de las criadas…

Al llegar vio a una criada algo joven, tenía la mirada seria y solo se dedicaba a barrer el piso.. así que Kiara se le acercó..

-¿Cómo te llamas?- pregunto Kiara con una mirada seria 

La chica dio una vuelta para mirarla… y al ver el rostro serio de Kiara se sintió nerviosa.

-Me llamo Amalia señorita- la chica dio una reverencia ante Kiara

-Guíame hasta la alcoba donde residían Cecilia y Amalia- ordenó de manera amenazante que la chica no dudo en obedecer.

-Sí señorita-

Así procedieron a entrar por los pasillos y encontrar varias habitaciones… Kiara sabía que Cecilia y Annita compartían juntas habitación, ya que la Kiara anterior no quería dejar solo a la niña en una habitación… así que la emparejó con Cecilia para que ambas estuvieran acompañadas

-Es aquí señorita- dijo la joven con la cabeza abajo 

-Muy bien… retírate- 

-Sí señorita, con su permiso-  la chica se inclinó y se fue.

Kiara tomó la perilla y pudo abrir la alcoba… al entrar pudo sentir un refrescante aroma a jazmines… al igual que con la alcoba de su madre… en la habitación de Cecilia y Annita aún se podía sentir su presencia… y eso hizo que Kiara sonriera de manera inconsciente.

Ella se puso a examinar cada rincón de la alcoba… pasaba las yemas de sus dedos por la cama de ambas, en su mesita de noche, en su pequeño librero…en cada cosa que ella tocaba podía sentir sus auras…como si aún estuvieran ahí… 

Sin más Kiara procedía a revisar sus pertenencias… pero eran poquitas cosas…solo estaban sus uniformes y poca ropa que luego se llevaría para quemarlos, algunos libros y cuentos… Después revisó el cajón de su mesita de noche y pudo divisar un collar de mariposa y un diario… al parecer el collar era de Annita y el diario de Cecilia.

Ella abrió el diario y se dispuso a leerlo… en su contenía hablaba de ella… Cecilia la admiraba y la quería demasiado… y era cierto pues recuerda que en la novela cuando ella fue sentenciada a la hoguera Cecilia fue hacia el emperador para rogar que soltaran a Kiara y la mataran a ella en su lugar… pero al final ella no murió así… murió protegiendo a una niña…

A pesar de que eso era doloroso… Kiara sentía orgullo…  pues Cecilia no tuvo miedo de enfrentarse a ese hombre con tal de salvar a Annita… y eso le demostraba a Kiara que realmente Cecilia moriría por ella hasta el final..

Así pasó la tarde, ella leía el contenido del diario y a veces reía por las ocurrencias de Cecilia… pues había escrito en su diario que una vez amarró a Annita a un árbol como si fuera un perrito por haberse comido su cena…

Cecilia eras muy graciosa

Kiara estaba feliz por saber que ella fue importante para ambas…ahora le tocaba sobrevivir con ellas guiandola desde donde sea que estén… sin más Kiara recogió algunas cosas y al salir le pidió a la sirvienta Amalia que quemara los uniformes de Cecilia y Annita…

La chica obedeció sus órdenes sin refutar y Kiara se encontraba caminando hacia su alcoba para guardar las cosas que había tomado de la habitación de Cecilia y Annita.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***