Capítulo 17

Kiara soltó bruscamente a aquella criada y los guardias entraron para ayudarla a levantarse… ellos miraban como quedó el rostro de la mujer… lleno de sangre… pues Kiara le había roto la nariz y la boca… algunas astillas se le clavaron en su rostro….

Todos miraban atónitos lo que había hecho esa joven… en especial Evan, Cristopher y el Duque ...cuando la miraban veían que en su rostro no había ni una pizca de arrepentimiento.

-Señorita Kiara, ¿Porque lo hizo?- el primero en hablar fue el príncipe

-Porque necesitaba disciplina- dijo Kiara de manera fría- debe conocer su lugar y no faltarle el respeto a su señora-

Christopher la miraba atónito ante sus palabras…. 

Verdaderamente has cambiado

-¡¿Estás loca?! ¡¿disciplina?! ¡¿Con qué derecho?!- preguntó el Duque molesto

Kiara pateó el pan para que ellos vieran… 

-¿Acaso no saben que las criadas me traen comidas podridas y me faltan el respeto?- dijo de manera seca.

Todos los presentes la miraban atónitos en especial Evan y Christopher 

-Ven a mi despacho en este momento- ordenó el Duque- lleven a esa criada a que la curen y que otros dos escolten a mi hija a mi despacho.

¿Ahora si soy tu hija?

- Iré contigo padre- dijo Evan 

-Yo iré a ver a la señorita Maria que se quedó con Lucas- comentó Christopher con algo de preocupación.

Patético

Todos procedieron a retirarse y los guardias sacaron a la mujer para llevar a que la curen y los otros dos guardias algo temerosos se acercaron a Kiara… pues tenía una mirada sombría que les erizaba su piel…

Ella caminaba hacia el despacho del Duque bajo la atenta mirada de los guardias quienes al ver que también los miraban les daba escalofríos…así que optaron por distanciarse un poco de ella…

Al llegar Kiara pudo divisar una puerta de madera de caoba con tocados oscuros… así que solo dio dos golpes para anunciar su llegada.

-Adelante- se escucho una voz grave y algo molesta

Al abrir la puerta, ahí se encontraba el Duque sentado y a Evan parado a su lado.

Vaya que se parecen

-Siéntate- dijo el Duque autoritario y con mirada amenazante

Kiara no le tenía miedo así que con toda la tranquilidad y desinterés… Tomó asiento frente al Duque y Evan.

-Ahora quiero que me contestes ¿Porque hiciste eso?- dijo el duque con ambas manos en la barbilla mirándola. 

-Como ustedes dos vieron- dijo Kiara sin bajar la cabeza- la sirvienta me llevo comida podrida y me faltaba el respeto hacia mi persona-

-Eso no es posible- intervino Evan

-Joven maestro Evan… como podria mentirle si usted vio ese pedazo de pan en mi alcoba- dijo Kiara mirándolo fijamente

Evan se quedó callado, pues era cierto él pudo divisar aquel trozo de pan cubierto de moho y pudo sentir el olor podrido de aquella sopa…

-¿Ha sucedido otras veces?- volvió a preguntar Evan

-Desde que Cecilia y Annita fallecieron no he vuelto a recibir comida decentes… todos en este ducado hacen lo que quieren conmigo y eso… no lo permitiré- dijo Kiara con una mirada sombría

El Duque estaba sorprendido por su actitud… pues sus hijos mayores le habían dicho que Kiara había cambiado… él pensó que no era para tanto… pero ahora puede ver que no es así

¿Qué pasó contigo?

-Aun así esa no es excusa para hacer lo que hiciste- dijo el Duque con una mirada seria

-¿Entonces que quería que hiciera? ¿Que bajara mi cabeza como antes?- pregunto Kiara con una sonrisa burlona-  ya no mas Duque, desde ahora el que ose meterse conmigo acabará mal 

Kiara tenía una mirada retadora hacia el Duque y eso no le gustó para nada 

-¿Sabes en qué posición te encuentras Kiara?- contraataco el duque- ¿Sabes quien está delante de ti?

-Yo solo veo a un hombre cobarde que no le interesa su hija y la desea muerta- 

El Duque perdió la paciencia y se levantó golpeando la mesa…

-¡COMO TE ATREVES!- gritó el Duque molesto

-Kiara modera tus palabras- dijo Evan quien se sorprendió por sus palabras.

-¡SOY TU PADRE! ME DEBES RESPETO-

-El respeto se gana Duque y usted no se lo ha ganado- Kiara tenía una mirada seria- comprenda que yo no tengo porque soportar los insultos y desprecios de todos sus sirvientas… soy una Lombardi, no soy una niñita débil que hace lo que le digan frente a los demás, mientras antes comprendan eso será mucho mejor. 

-¡¿Qué quieres decir?!- dijo el Duque con un rostro enojado

- Que no soy una mujer débil como lo fue su esposa y lo es su querida hija María…yo no bajaré mi cabeza nunca más- dijo Kiara de manera autoritaria

-¡KIARA!- gritó el Duque 

-Es mejor dejar esto así, no me retractare de lo que hice, lo hecho hecho está, solo lo volveré a dejar en claro-  dijo Kiara levantándose de su asiento - Si uno de sus sirvientes osa desafiarme, no tendré piedad por esa persona, lo acabaré.

-¡¿Me estás amenazando?!- preguntó el duque furioso 

-Más bien es una advertencia- Kiara se dirige a la puerta para retirar.

-¿A dónde vas?... no hemos terminado- 

-Pues para mi ya hemos terminado- abrió la puerta del despacho- con permiso Duque…Joven maestro Evan

-¡Kiara……..!-

Evan no pudo terminar porque Kiara cerró la puerta en su cara… al salir se sintió más aliviada… pues ya no quería seguir viendo la cara a esos dos imbéciles…

-¡Hermana!

¡Maldita sea!

Kiara volteo hacia donde vino aquella voz chillona encontrándose con María y tras de ella el estupido principe y el perro sarnoso de Lucas

- Hermana escuche lo que pasó…. no debiste hacer eso- dijo con una mirada triste y sus manos juntadas en el pecho…

¿Y a ti que te importa?

-Debiste contarle a papá lo que pasó… el te hubiera escuchado- dice con cierta tristeza…

Si claro 

-Señorita Kiara usted no actuó muy bien- dijo el príncipe con una mirada severa- debe aprender a comportarse-

Imbecil

-Hmmp que se puede esperar de una mujer sin educación- dijo Lucas con cierta burla 

No lo mates Kiara

-Alteza...señorita María…joven Lucas…- hizo reverencia Kiara- me retiro-

-¡Pero Hermana….!-

Sin más Kiara se fue de ahí dejándolos con la boca abierta… realmente no estaba de humor… sentía que en cualquier momento ella mataría a quien se le cruzara en su camino…

Cuando llegó a su alcoba… pudo divisar a Amalia terminando de limpiar…

-Oh señorita Kiara- dijo inclinándose- he limpiando su alcoba, si necesita algo mas llameme porfavor.

La chica iba a retirarse pero Kiara la detuvo.

-Espera- dijo Kiara de manera autoritaria 

- ¿Sí señorita?- preguntó Amalia algo temerosa

-Ven conmigo- 

Sin más Kiara entró a su alcoba siendo seguida por Amalia.

-Cierra la puerta- ordenó Kiara mirando hacia su ventana.

Amalia tenía un poco de miedo… pues había escuchado lo que había hecho Kiara… y cuando se le ordenó que ella limpiara su alcoba… se sorprendió al ver la cantidad de sangre que ahí había…

Ahora ella estaba delante de Kiara y tenía miedo de terminar igual o peor que Astrid.

-¿Hice algo malo señorita?- preguntó Amalia con cautela

-No no hiciste nada malo- dijo Kiara volteando a mirarla - Si te dije que entraras es porque quiero pedir que seas mi sirvienta personal..

Amalia se sorprendió por la petición de aquella joven…

-¿He?-

-Quiero que tu seas mi sirvienta personal, que solo me sirvas a mi y sigas mis órdenes tal y como los doy- dijo Kiara de manera estricta

-P-Pero señorita Kiara… el mayordomo Thomas no me ha notificado- dijo Amalia con desconcierto

-De eso tu te encargas… tú le notificaras a Thomas que yo he dado la orden de que tu serás mi sirvienta personal- 

Amalia estaba sorprendida por todo lo que la joven le decía… por una parte sentía que debía obedecer…pero por otra tenía miedo… sin embargo recuerda que con Annita y Cecilia nunca fue mala… tal vez solo debía conocerla más a fondo… así que decido darle una oportunidad…

-Esta bien mi señorita, yo le notificaré al mayordomo Thomas de su decisión- Amalia se inclinó  ante ella - ¿Desea algo mas?

- Por el momento es todo Amalia, puedes retirarte- dijo Kiara volviendo la vista a su ventana.

-Con su permiso mi señorita- 

Sin más Amalia se retiró dejando sola a Kiara… después que la sirvienta se fue, ella se acercó a su tocador para ver las palabras que escuchó en su mente…

En ese momento, pensó que lo mejor era dejarlo de lado por un rato y descansar… se sentía agotada por todos los acontecimientos de ese día… aunque lo más que la alegraba era ver el cuerpo de Coraima calcinado… era lo único que ponía feliz su día… así que sin más procedió a recostarse en su cama y cerrar sus ojos para descansar.

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