Conflictos Familiares
Imaginen esto: mi madre, una princesita de Konoha, hija de un importante señor, y mi padre, un simple empleado con grandes sueños. ¡Vaya combinación explosiva! Desde el momento en que se conocieron, el universo conspiró a su favor y el amor floreció como un ramo de flores en primavera.
Pero, oh, aquí viene el giro trágico: mi madre tenía un prometido impuesto por mi astuto abuelo. ¡Qué horror! Sin embargo, el destino les tenía preparada una sorpresa. El día de la boda arreglada, en un acto de valentía y locura, mi padre irrumpió en escena con una moto, desafiando a los escoltas y rescatando a mi amada madre en apuros. ¡Vaya héroes!
Para evitar ser descubiertos por mi poderoso abuelo, que ni Sherlock Holmes los hubiera encontrado, decidieron esconderse en el rincón más humilde de Konoha. ¡Qué astucia la suya! Cambiaron sus nombres a Hiyori y Kentaro Tatsumoto, como en una novela de misterio, y se casaron en secreto, falsificando documentos y burlando a todos los que intentaban separarlos.
Y así, en medio de la clandestinidad y la pasión desenfrenada, nació nuestra historia de amor familiar. ¡Qué grandeza la de mis padres, luchando contra viento y marea por su amor prohibido! Una historia que seguirá siendo contada por generaciones, entre suspiros y risas, como un cuento de hadas con un toque de locura y mucha, mucha pasión. ¡Bravo por Hiyori y Kentaro, los rebeldes del amor eterno!
¡Ah, qué época más gloriosa la que vivimos en aquel humilde barrio! Yo llegué al mundo dos años después de la épica fuga de mis padres, y crecí entre risas, amor y un toque de rebeldía que solo ellos supieron transmitirme. Mi padre, convertido en un héroe de las finanzas en una asesoría, ayudaba a todo el vecindario a mejorar sus bolsillos y a endulzar sus vidas con un toque de sabiduría y simpatía.
Entre los vecinos que se beneficiaron de sus consejos estaba la adorable Koko Uchiha, una anciana sabia como un búho y con un corazón de oro. Vivía con su nieto Obito, un chico dos años mayor que yo, que se convirtió en mi fiel compañero de travesuras y aventuras.
Recuerdo el día en que conocí a Obito, mientras llevaba la comida a mi padre en su oficina a solo dos manzanas de nuestra casa. Nuestros ojos se encontraron, y en un instante, supe que estábamos destinados a ser amigos inseparables. ¡Qué conexión tan especial la nuestra!
A medida que crecíamos juntos, nuestra amistad se fortalecía, convirtiéndonos en confidentes y cómplices de travesuras. A pesar de que Obito hizo nuevos amigos en el colegio, como Kakashi y Rin, nunca me dejó de lado, demostrando que nuestra amistad era inquebrantable y llena de complicidad.
¡Ah, juventud dorada de travesuras y risas compartidas! ¡Qué tiempos aquellos en los que éramos invencibles, Obito y yo, enfrentando juntos el mundo con una sonrisa en los labios y un brillo de complicidad en los ojos! ¡Que viva la amistad eterna de dos almas unidas por lazos indestructibles!
Pero el destino nos tenía preparado algo peor para nosotros:
Una noche tranquila se ve interrumpida por un giro oscuro del destino. Mientras yo dormía plácidamente, fui despertada de golpe por mi madre, quien con ojos llenos de angustia me obligó a esconderme en el compartimento secreto de un armario en la cocina. ¡Qué misterio se cernía sobre nuestra humilde morada!
Desde mi escondite, pude ver con terror a unos hombres misteriosos entrar en la casa, y para mi horror, reconocí entre ellos a mi propio padre, maltrecho y ensangrentado. Las sombras se movían, las voces resonaban en la oscuridad, y mi corazón latía con fuerza al presenciar aquella escena desconcertante.
Uno de los desconocidos destacaba por una marca en forma de cruz en su barbilla y un bastón de madera con una empuñadura extraña. ¿Quiénes eran estos hombres? ¿Qué oscuro propósito los había llevado hasta nuestra puerta en medio de la noche? Mis pensamientos se agolpaban en mi mente asustada, incapaces de comprender la magnitud de lo que estaba sucediendo.
¡Oh, el misterio y la intriga se apoderaban de mi ser, sumiéndose en un torbellino de emociones confusas y temores insondables! ¿Qué secretos ocultos se revelarían en las sombras de aquella noche fatídica? ¡Prepárense para descubrir la verdad en el próximo capítulo de esta apasionante saga familiar llena de suspense y peligros inesperados!
¡Oh, el horror y la tragedia se apoderan de esta historia, llevándonos por un sendero de dolor y desesperación! ¡Prepárense para un relato lleno de giros siniestros y emociones escalofriantes!
La escena se vuelve aún más sombría y terrorífica cuando unos individuos aterradores irrumpen en nuestra humilde morada, desatando el caos y la tragedia en un instante. Mis ojos incrédulos presencian cómo esos brutales hombres agarran a mi madre, mientras el siniestro individuo con la marca en cruz en la barbilla desenfunda un puñal con un dibujo reconocible, revelando su siniestro propósito.
Con voz cargada de veneno y rencor, el hombre misterioso se dirige a mi madre, Hiyori Senju Uzumaki, con palabras llenas de odio y crueldad. ¡Qué espanto! Amenazas de muerte, promesas de herencia macabra y un aura de posesión y locura envuelven la escena, haciéndome temblar de pavor en mi escondite.
Mis ojos atónitos ven caer a mi valiente padre, herido de muerte con un corte profundo en la garganta, derramando su sangre en un acto de brutalidad inhumana. El llanto desgarrador de mi madre llena la estancia, mientras ella misma es víctima de la furia desatada del despiadado atacante, clavando el puñal una vez y otra vez, sin mostrar piedad ni remordimiento.
En medio de la impotencia y el miedo, mi pequeño corazón se estremece, sintiendo el peso abrumador de la tragedia que se cierne sobre mi familia. ¡Oh, cruel destino, cómo me haces testigo de esta atrocidad sin poder hacer nada para evitarla! Mis lágrimas se mezclan con el miedo y la angustia, mientras el mundo se desmorona a mi alrededor, dejándome sola en la oscuridad de la desesperación.
En medio de la desesperación y el dolor, comprendí que mi deber era contener mis lágrimas y mantener la calma, pues mi valentía y astucia serían necesarias para hacer justicia por mis padres. ¡Qué carga tan pesada para mis pequeños hombros, enfrentar a los asesinos de quienes me dieron la vida!
Con determinación y miedo latente, aguardé en silencio hasta que los viles criminales abandonaron la escena, dejando un rastro mortal de aceite y gas que amenazaba con desatar una tragedia aún mayor. Mis ojos no podían apartarse de mi madre moribunda, aferrándome a la esperanza de que aún pudiera salvarse, aunque en mi corazón sabía la dura verdad que se avecinaba.
Las palabras de mi madre, llenas de amor y resignación, resonaban en mi mente mientras intentaba ayudarla a escapar del peligro inminente. Su valentía y amor inquebrantable me daban fuerzas para actuar, sabiendo que su espíritu estaría siempre conmigo y con mi padre en el más allá.
Con el corazón en un puño, me despedí de mi madre, prometiéndole que buscaría ayuda con Obito y su abuela, confiando en su bondad y sabiduría para enfrentar la tragedia. ¡Corrí hacia la seguridad, con la esperanza en el corazón y el miedo en los talones, pero el destino cruel decidió intervenir una vez más!
¡Una explosión devastadora sacudió el aire, arrojándome al suelo del jardín de la abuela de Obito en un instante de caos y destrucción! ¡Qué giro inesperado del destino, qué prueba tan dura para mi joven corazón! ¡Prepárense para descubrir cómo esta tragedia transformará mi destino y el de aquellos que amo en el próximo capítulo de esta saga de dolor y redención! ¡Que la luz brille en medio de tanta oscuridad!
Narra Obito Uchiha
¡Oh, qué mañana más movidita! Desperté de repente con un estruendo que parecía sacado de una película de acción. Resulta que todo el lío estaba en la casa de Khira, ¡menuda fiesta se estaban montando allí!
Sin pensarlo dos veces, salí disparado hacia allá. Mi abuela, que ya estaba despierta por los ruidos raros que venían de esa casa, se unió a la misión de descubrir qué demonios estaba pasando.
Al llegar, me encontré a Khira en la puerta, con la cara hecha un cuadro: llena de sangre, hollín y polvo, casi en modo zombi. ¡Ni que hubiera salido de un episodio de Walking Dead! Rápidamente le dije a mi abuela que llamara a un médico, ¡no fuera a ser que la pobre Khira se quedara en el intento!
Como la calle estaba fresquita y Khira llevaba un pijama más fino que una hoja de papel, le envolví en una manta para que no se nos congelara en plena calle.
Y entonces, entre sollozos y temblores, Khira soltó la bomba: "¡Mis padres, mis padres! Estaban en casa y no pude salvarlos. Quise pedir ayuda, pero no fui capaz de rescatarlos. Ahora me he quedado sola". ¡Vaya dramón, amigos! Khira se sentía como si hubiera perdido en el último nivel del videojuego de la vida.
Tranquila Khira, la abuela y yo te vamos a cuidar y proteger siempre - le dije con voz firme mientras ella se aferraba a mis brazos como un koala en un árbol.
En medio de toda la confusión, llegaron la policía y los bomberos porque aún había llamas en la casa. Un médico también hizo su entrada triunfal para revisar a Khira, que estaba inconsciente y parecía haber pasado por un campo de batalla con todas esas heridas en la cara. La pobre estaba hecha un cuadro, tanto física como emocionalmente.
La policía, como no podía faltar en un buen drama, también se presentó para interrogar a Khira. Pero la chiquilla estaba tan traumatizada, había presenciado cómo asesinaban a sus padres y se sentía impotente por no haber podido hacer nada para evitarlo.
"¡Dejen a la niña en paz!", exclamó mi abuela con determinación. "Ha pasado por algo horrible y no tiene a nadie más que a nosotros. La conocemos desde hace tiempo y la queremos mucho". Sus palabras resonaron en el aire como un recordatorio de que, en medio de la oscuridad, siempre hay una luz de esperanza.
Me invadió una sensación de profunda tristeza. No lograba entender cómo algo así podía haberle sucedido a Khira y a sus padres, personas tan buenas y queridas por todo el barrio. La vida a veces nos golpea sin piedad, recordándonos lo frágiles que somos y lo impredecible que puede llegar a ser.
Pasaron varios días y finalmente llegó el día del funeral, que se hizo esperar más que la cola en la tienda de los helados en pleno verano. Los cuerpos de los padres de Khira tuvieron que pasar por la incómoda experiencia de la autopsia, y la policía se dedicó a recopilar más pruebas que un detective en una novela de misterio. Mientras tanto, Khira seguía sumida en su dolor, apenas capaz de articular palabra. La investigación quedó en pausa, pero mi abuela y yo seguimos a su lado, siendo su roca en medio de la tormenta.
En el funeral, la iglesia estaba más llena que en la final de la Copa Mundial. Compañeros de la escuela, clientes habituales del negocio de sus padres y un montón de gente buena y amable que había sido tocada por la tragedia, se congregaron para despedir a esos seres queridos que ya no estarían físicamente entre nosotros.
"Uno de los hombres que llevaban este dibujo en un bastón fue quien mató a mis padres", dijo Khira con la voz temblorosa, casi tartamudeando debido al trauma que la había afectado últimamente.
"¿Estás segura? Los Senju Uzumaki son una de las familias más importantes. No puedes acusar a gente así sin pruebas", intervino la abuelita con su sabiduría de años y su corazón lleno de bondad.
"No te preocupes, Khira. Si tú dices que fueron ellos, yo te creo", susurré en voz baja, tratando de transmitirle mi apoyo y solidaridad en ese momento de incertidumbre y dolor.
Después del funeral, Khira parecía encontrar un poco de paz al rememorar momentos felices viendo fotos de sus padres que teníamos en nuestra casa, pues era lo único tangible que le quedaba de ellos. Ni siquiera tenía ropa ni pertenencias, todo se había consumido en el incendio. La abuela se encargó de proveerle con todo lo necesario y, además, mis amigos y yo le dimos un poco de nuestro material escolar para que no le faltara de nada.
Con el tiempo, Khira comenzó a adaptarse a su nueva vida sin sus padres, asumiendo el reto con valentía y determinación. En su mente persistía la idea de que algún día lograría obtener justicia por el terrible crimen que había arrebatado a sus seres queridos. Con esa promesa en su corazón, Khira seguía adelante, enfrentando el futuro con la esperanza de que la verdad saldría a la luz y se haría justicia. ¡Qué valiente y decidida era nuestra querida Khira!
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Updated 51 Episodes
Comments
Anonymous
🫥
2024-06-25
0
Eret Lopez
LA SIEMBRA de los PADRES la COSECHO LA HIJA
2024-05-20
0
Anonymous
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2024-01-02
1