Un plan

Han pasado siete meses desde que inicie mi relación con Máximo Lombardo y la verdad es que él ni siquiera lo recuerda, digo, nunca manda un mensaje para recordar nuestro mes Aniversario, igual eso no importa, ahora lo importante es que creo firmemente en la palabra de mi hermana. Con o sin pruebas, sé que ella, jamás me lastimaría, ni dejaría que alguien más lo haga. ¿Qué haré? Sencillo, fingiré ser una estúpida enamorada para saber que planea mi novio, cuál es su interés en mí, que sospecho, solo dinero, y de ahí en adelante, ver como seguir el plan, que todo sea sobre la marcha.

La cena de Fran estuvo rica, es buena cocinando, pero después cada una fue a un cuarto. Mi pobre amiga tendió mi cama para que pudiera usarla y ella se quedó en unos de los cuartos de huéspedes.

Eran más o menos las tres de la mañana cuando el timbre empezó a sonar, sin parar. Sigo un poco débil, pero me levanté igual. En el pasillo me encontré con Fran, estaba un poco asustada por la hora.

-¿Quién será?-Me preguntó.

Lía - No sé, pero iré a ver.

Franccesca- Quédate, casi no puedes caminar y si tardamos mucho los vecinos se quejarán.

Ella fue hasta la puerta y la seguí de atrás...

-¿Iván?- Estaba sorprendida de ver a mi hermano aquí, pero lo noté borracho, así que no lo dejaría fuera.

Iván - Hola princesa... - Quiso dar un paso y casi se cae, gracias a dios Fran estaba en la puerta y lo agarró. - Que delicioso... perfume - Olfateo el cuello de mi amiga y aunque no pueda verle la cara, puedo jurar que se encuentra sonrojada.

Lía - Dale garrapata, ayuda a Fran para que te lleve al cuarto, yo no puedo y sola se pueden caer.

Iván- bueno... ¿Iré a... su cuarto? - Borracho, pero su conciencia Grita otra cosa.

Lía - Eso lo decidirá ella

Iván - ¿Verdad... que tú... me... quieres... A mí y... no a... ese... novio tuyo? - Mi hermano en este momento da mucha lástima, hasta parece querer llorar, que locura, no dejaré que tome más alcohol.

Fran estaba sorprendida, pero ¿Para qué hacerse ilusiones? Él mañana no recordará nada y seguirá haciéndose el duro.

Lía - No hagas caso, solo está borracho.

Franccesca- Supuestamente, los niños y los borrachos, siempre dicen la verdad.

Lía - Incluso los niños mienten para conseguir lo que quieren. Los borrachos no son diferentes.

Franccesca- Es cierto.

Empezó a caminar rumbo a la Habitación con Iván abrazo a ella. Realmente parece una garrapata, ¿Qué no piensa soltarla?

Me fui detrás de ellos para ayudar a mi amiga, a por lo menos, quitarle la campera y los zapatos.

Ya habían ingresado y la puerta estaba abierta, ¿Qué puedo ver dentro?

Mi hermano está tan unido a Fran que no hay manera que ella se suelte... Llegaron a la cama y él aún más se aferró.

Lía - No te queda otra que dormir hoy aquí - Dije riendo, como si para ella eso fuera un sacrificio.

Le quite los zapatos a él y los arrope.

Franccesca- A penas me suelte, iré contigo.

Lía - Aprovecha esta única noche que dios puso en tu camino. No te entregues, pero si abrázalo o bésalo.

Franccesca- Eres mala.

Lía - No te tires de santa, sé que lo harás cuando me vaya, no hay necesidad de que te otorgue permiso.

Me Reí por la cara que hizo y me di vuelta, salí de la habitación y les Cerré la puerta. Para su desgracia, estoy enfrente a ellos, pero confío en que mi amiga no le entregará su primera vez a un borracho.

Me acosté y agarré mi celular. No hay mensajes de nadie, pero mandaré uno para que sepan lo que haré.

📨 Confío en ti, pero te toca confiar en mí. Llegará un punto que harás lo que has deseado y sabrás cuando será.

Directo y sencillo. A Luz le toca confiar y esperar. Puede que lleve tiempo, como puede que no.

...

Al otro día me levanté e higienicé, para comprobar que nada haya pasado, abrí la puerta donde mi hermano y mi mejor amiga durmieron juntos y los noté igual que como se acostaron, él agarrado como garrapata de la cintura de ella, con su cabeza en el pecho; y mi amiga apoyo su cabeza en la de Iván, mientras una de sus manos está en el pelo de él y la otra en su mejilla. Una tierna imagen. Digna de una foto, que obvio, saqué.

Luego salí y Caminé lentamente hasta la cocina, prepare un poco de café y algunos aperitivos, que seguramente mi hermano va a necesitar. Conociendo a mi mejor amiga, sé que ella no querrá nada y tal vez se vaya corriendo por lo que pasó anoche y más aún cuando vea la reacción de Iván.

Decidí ir al médico, con toda la vergüenza del mundo, porque me sigue doliendo mi zona íntima.

No sangro, pero debe haber algo en como aliviarlo.

...

Unas dos horas después, casi cerca del mediodía, empecé a llamar a Restaurantes para pedir tres viandas de comida, ya que yo no sé hacer nada y la verdad, no sé dónde podría estar la empleada, ni siquiera tengo el número, pero que quede claro algo, desde antes de ayer, no la he visto, luego hablaré con mamá, tal vez tiene vacaciones o sino como sabe que casi no vengo, ella no asiste y gana plata igual, engañándonos.

Iván llegó muy silencioso hasta la sala.

- Buenos días, bella durmiente.

Iván- Hermanita, ¿Cómo llegué aquí?

Lía - No lo sé. Llegaste a las tres más o menos.

Iván - ¿Por qué dormí con Franccesca?

Lía - Fue tu decisión, no la soltaste, estabas como garrapata.

Iván- ¡Qué vergüenza!

Lía - Eso no tendría que darte pena.

Iván - ¿Hice algo peor? - Exclamó asustado

Lía - No, no tanto, Olfateaste el cuello y dijiste que tenía rico perfume.

Iván- Es cierto, siempre huele bien.

Lía - Y le preguntaste...

Iván- ¿Sigue la cosa?

Lía - Aquí se pone turbio.

Iván- ¿La invité a dormir conmigo?

Lía - Le preguntaste si es cierto que te quiere más a ti que a su novio.

Iván se sorprendió, pero se recompuso enseguida

-¿Qué respondió? - Se interesó en saber.

Lía - Nada. Estabas borracho. ¿Para qué iba a responder lo obvio?

Iván- Sí, él es su novio y yo su amigo.

Lía -No eres su amigo, si quiera.

A ver, sonó cruel, pero iba con doble intención, Iván no es su amigo y ella tampoco lo ve así. Para ella, él es su amor imposible y para él, ella no era nada importante o mejor dicho, disimulaba no importarle.

Iván- Tienes razón- Se dirigió a la cocina y le Grité.

- Hice café y aperitivos, aliméntate-

No respondió, pero apareció con una taza en sus manos y un platito con comida.

Iván- No puedo creer que hayas hecho café.

Lía - Dije que no sirvo para nada, pero sí soy buena en bebidas calientes.

Franccesca apareció en la sala, bastante pálida.

-¿Estás bien?- Me levanté con cuidado y fui con ella.

Iván - Franccesca, lamento lo de anoche... Yo estaba muy tomado y no sé lo que dije o hice, pero te retuve y sé que no era lo ideal - fue sincero.

Al menos se disculpó, aunque un poco raro.

Franccesca- Eso es lo de menos, Iván. - Se sentó donde yo estaba antes y me quedé a su lado.

Lía - ¿Qué pasa? - Me preocupa que esté tan silenciosa, ella no es así.

Franccesca- no es nada.

Iván fue hasta la cocina y la miré esperando que me dijera algo, pero no lo hizo, cuando él volvió, le entregó café y también comida.

-Gracias - Respondió solamente.

Iván le Sonrió, pero ella ni siquiera lo miró.

Lo que esté pasando con Fran debe ser grave, ya que no le interesa ni en lo más mínimo mi hermano, tampoco hablar.

Iván- Bueno... Yo debo irme, me disculpo con ambas por hacerlas pasar mala noche.

Lía - Está bien, eres mi hermanito, no hay nada que perdonar, pero la próxima iré contigo y festejaremos juntos.

Iván- ¿Vas a tomar conmigo?

Lía - Sí, hay mucha cosa que debo celebrar.

Iván- Bueno, con cierto control.

Lía - Si claro.

Iván me besó la cabeza, como siempre lo hace y se acercó a Fran para dejarle un beso en la mejilla, donde ella ni se inmutó.

Me Sonrió un poco triste antes de irse y luego salió sin mirar atrás.

Lía - ¿Qué te hizo Mi hermano? - No recibí respuesta.

La toqué llamando su atención y volví a repetir lo mismo.

Franccesca- Nada, no estoy así por él, es que hay problemas en casa.

Lía- Sabes que cuentas conmigo ¿Verdad?

Franccesca- Lo sé, amiga.

Lía - Estabas tan distraída que ni siquiera te diste cuenta del beso que te dio Iván.

Franccesca- ¿Qué beso?

Lía - Uno, en la mejilla, para despedirse de ti.

Franccesca- Que tonta, no lo sentí.

Lía- ya habrá otra oportunidad - Sé que mi hermano va a empezar a aprovechar cada oportunidad para hacerlo.

Franccesca- Supongamos... ¿Máximo te escribió? - Cambio de tema, ¿Qué la tiene mal?

Lía - No, tampoco me interesa si lo hace

Franccesca- Te creí enamorada de él

Lía - Yo también, pero es casi imposible entender su personalidad. Di bastante de mí para lograr esta relación, incluso, con inseguridad y todo, me entregué a él.

Franccesca- Si estabas insegura, ¿por qué lo hiciste?

Lía - No sé, creo que por aclarar mi mente. Sentía que había algo en él que no me cerraba, además de que empecé a convencerme de lo que decía mi familia

Franccesca- ¿La aclaraste?

Lía - Sí, me enamoré de su físico, de sus ojos, de lo que aparentaba, pero su personalidad es un asco, su falta de entusiasmo más, y ni hablemos del interés.

Franccesca- En pocas palabras, solo fue una ilusión

Lía - Una ilusión del primer amor.

Franccesca- No fue ni es amor, es solo atracción física.

Lía - Cierto.

Franccesca- ¿Tienes un plan? Anoche dijiste que verías hasta donde llega ese idiota.

Lía - Seguiré siendo la boba enamorada que se come el cuento que él hace, también me Seguiré peleando con mi familia por defenderlo así todo es más creíble. Cuando sepa toda la verdad, Luz lo matará y a quien lo ayude también.

Franccesca- Te creí santa hasta hace unos minutos atrás.

Lía-Amiga, nos conocemos desde chicas y sabes que he sido traviesa.

Franccesca- Eso es diferente a armas un plan macabro y llevarlo a cabo.

Lía - Yo armo un plan, y de eso me haré cargo. No es macabro ni mataré a nadie.

Franccesca- Adviértele a tu hermana, sino te matará a ti también.

Lía - Lo hice anoche. Le dije que confíe en mí.

Franccesca- Bueno, mejor.

-Tin ton - Sonó el timbre.

- Yo voy- Dijo mi amiga levantándose, al volver la seguía su novio. - Debo ir a casa.

Lía - Me hubieses dicho antes, Iván te llevaba.

Franccesca- no iba a molestarlo, ya había llamado a Stev cuando estaba en el cuarto.

Lía - Ah bueno.

Fran se despidió y su novio solo me miró... tal vez no le caigo bien, sino es por mencionar a mi hermano.

En cuestión de media hora, pasé de tener dos personas en casa a tener cero.

Me levanté del sillón despacio, caminé hacia mi cuarto, busque ropa y entré a ducharme, iría al médico, pero sin decirle a nadie, porque me daría vergüenza y seguramente se burlarían de mí, especialmente Boris.

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