Regalos importantes

Al otro día todos en la Mansión nos levantamos tarde, pero iniciaron el día de mal humor, ya que Máximo estaba en la sala.

- Hola, Máximo- Dije fría.

Mi familia lo ignoró y fueron al comedor, ni siquiera lo saludaron.

Máximo- Cariño... ¡Feliz cumpleaños atrasado! - Sí, un día tarde.

Lía - ¡Gracias! - Le sonreí forzado. Que viva el sarcasmo

Máximo- Lamento no poder salir contigo ayer, estuve muy ocupado.

Lía - Lo supuse.

Máximo-Entonces, no estas enojada. Todo lo hago para nuestro bienestar, Ser felices y darte todo como una princesa.

Lía - Ajá. - No me convencía.

Máximo- ¡Perdón, cariño! No quise fallarte.

Lía - Ya está, no te preocupes. - No quise seguir escuchando sus excusas. Prefería borrar ese episodio

Máximo- Te traje un regalo.

Lía- ¿Qué es? - Dije emocionada

Máxi me entrego una pequeña cajita y tenía dos anillos dentro. Parecidos a los de compromiso.

Lía - Que bonitos -Fue lo único que dije. No me parecía correcto aceptar esto, pero tampoco podía rechazarlo enfrente a él, simplemente, no los usaría.

Máximo- Son para nosotros... Lía, ¿Tú aceptarías un compromiso conmigo? - Que cara tenía, parecía amargo.

Lía - ¿Ahora?

Máximo- Sí ¿Por qué no?

Lía - Es que soy muy joven todavía.

Máximo- Entonces, ¿Qué quieres conmigo? No me quieres, me rechazas.

Lía- Eh no... Contigo quiero todo, pero todavía no, con tiempo... Primero podríamos pasar más tiempo juntos, luego convivir, ver como nos llevamos y por último sí, comprometernos. - Lo quiero, pero todo lleva su tiempo. Ni siquiera hemos tenido relaciones como para dar un paso tan grande

Máximo- Bueno, me tocará esperar, pero quédate los anillos.

Lía - Ok.

Máximo Me dio un casto beso y sin más se fue. Típico en él. Creo que tendré que preguntarle por qué siempre hace eso.

Fui hasta el comedor y me quedaron viendo.

Boris - ¿Y el mono?

Lía - ¿Eh?

Boris - ¿El mono? ¿Tu novio?

Lía - No le digas así... Él ya se fue

Iván- ¿A qué vino?

Lía - Traerme el regalo - No dije mucho... sabía que empezarían una cantidad de improperios.

Jasha - ¿Por qué no lo hizo ayer?

Lía - Trabajó

Rubí- ¿Hasta tan tarde?

Lía - Sí. - ¿Qué podía decir? Nada. No sé qué hizo realmente. Además, mamá sabe que Máxi no trabaja para ella.

Boris - Es un idiota, mentiroso

Lía - ¡Bora! - Advertí.

Iván- ¿Qué? ¿Está diciendo alguna mentira?

Boris- No, ella sabe que ese novio suyo es un Imbécil. Poco hombre, mentiroso.

Lía- ¡BASTA! - les Grité

Jasha - Lía Morozov, no les hables así a tus hermanos.

Lía - ¿Pero ellos sí me pueden hablar así?

Rubí- Están insultando a tu novio, no a ti

Lía - es como si lo hiciera conmigo, yo elegí ese novio.

Iván- una tonta

Lía - ¡Estúpido ciego! - lo quería matar.

Iván- dices puras incoherencias, ¿Por qué "estúpido ciego"?

Lía - Por qué jamás tendrás una mujer que te quiera por lo que eres realmente... Todas ven tu dinero, lo que gastas en ellas, pero UNA sola te quiere y no la ves. - Me refería a Franccesca, quería mostrar también los defectos de mi hermano.

Iván- Sí no la veo es porque no me interesa.

Lía - O sí, pero no quieres admitirlo.

Iván- Me parece ridículo que cambies de tema cuando tu novio te miente en la cara y solo te haces la tarada.

Lía - No me miente.

Luz - Basta. Te miente. Lo sabes. No entiendo por qué sigues con él. Ayer quise decírtelo, pero me pediste que fuera hoy, así que te aguantas. Máximo te engaña con una Fulana llamada Pierina.

Ivan - Hasta tiene nombre de prostituta

Luz- Lo es.

Lía - no lo hace. Me mientes. - Lo negué rotundamente. Mi novio no podía lastimarme de esa forma.

Rubí- Hija, Luz no tiene porque mentir

Lía - Siempre de su lado.

Jasha - Hija, no estamos a favor de nadie... Solo que ella lo investigo y nos mostró pruebas

Lía - ¿Qué?- Dije asombrada.

Luz - hay fotos de Máximo engañándote.

Lía- ¿Lo has seguido? ¿Tanta envidia tienes? ¿Qué, quieres un hombre como él? ¿Lo estás deseando?

Mi mente estaba hecha un lío, no quería creer que mi novio, quien hace minutos se quería comprometer conmigo, me es infiel con otra mujer, por qué de ser así ¿Para qué los anillos? ¿Qué quería de mí? Prefería suponer que mi hermana odiaba nuestra relación porque ella está sola y envidia nuestra relación.

Luz - Que ilusa. ¿Un hombre como él? ¿Eso es un hombre? Ni siquiera te saluda como debe ser y quieres un novio así.

Me sonrojé por sus palabras, porque es cierto que Máxi no es cariñoso conmigo, menos delante de mi familia, ósea, si me abraza, pero no me besa.

Lía - No somos exhibicionistas. - Excusa barata

Iván- Sí tuviera novia, me olvidaría de los presentes y demostraría lo que me sale del corazón.

Lía - No cuenta, tú eres un sinvergüenza.

Luz - Ay dios santo. Es inútil hablar contigo.

Lía - ¿Dices que soy inútil o burra?

Luz - Quiero decir, que solo verás lo que tú quieras ver. No importa cuantas fotos te muestre o si te llevo a verlo con tus propios ojos.

Lía - Basta, no quiero seguir hablando de eso.

Iván - Debo decir que si eres burra. - Me miró

Estuve a punto de gritarle, pero papá Interrumpió y me dejó con la vena palpitando.

Jasha - ¿Van a sacar sus regalos del garaje?

Mamá tenía nuestros vehículos enjaulados para que no los pudiéramos sacar ni por picardía, ella era la única con la llave y estaba muy bien escondida.

Rubí- es hora Niños míos.

Fuimos hasta el galpón donde tenemos muchísimos autos... Y nos acercamos a la Jaula.

Mamá abrió la enorme puerta y le dio la llave de su auto a Iván

-Precioso... - Pensé

Iván- Gracias padres - Los abrazo a ambos.

Rubí- Tu turno, Lía. - Estiro su brazo y me entrego mis llaves.

-Hola preciosa - Susurré acariciándola con las yemas de mis dedos.

Me subí y coloqué la llave para prenderla con el botón eléctrico... El rugir del motor y su vibración, calentaron mi corazón, me sentía muy feliz... Estuve esperando este día muchísimos años, con la ilusión de tener un primer paseo.

Jasha - Disfruten sus creaciones, pero sean responsables... No conduzcan rápido. No tomen bebidas alcohólicas mientras están con sus juguetes. ¿Entendido?

Lía - Sí, papá

Iván- Sí.

Me bajé de la moto y fui a abrazarlos, ellos siempre estaban para nosotros, no importaba en qué trabajaran o el tiempo que estaban fuera de casa; no había cansancio que los derrumbara antes de pasar a vernos, hacernos dormir, escuchar nuestras anécdotas infantiles o aún más grave, las primeras ilusiones amorosas.

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