CALEB
¿Por qué me siento molesto? No me debería importar lo que Sofía haga con su vida. Llegué a mi departamento y me acosté a dormir.
A la mañana siguiente me alisté y me fui al hospital. Era mi último año y pasábamos más en turnos hospitalarios y trabajaba en mi tesis.No tenía tiempo para perderlo pensando en tonterias.
— Amigo mal humorado. ¿Qué cara la que traes?
— Osiris.
A pesar que Osiris al inicio era una coqueta conmigo con el pasar del tiempo nos hicimos buenos amigos y trabajamos juntos en la investigación de la tesis.
—¿Qué harás cuando te gradúes?
— Buscar trabajo.
— Si yo se pero tú no eres de aquí. Regresaras a Estados Unidos, a eso me refiero.
— No lo sé. Esa respuesta aún no la tengo. Aunque la verdad no tengo por quién regresar.
— Te parece que está noche salgamos a bailar un poco. Quiero sacarme el estrés.
— No quiero salir. Dile a Hernán, tu sabes que él es el fiestero. Además, ayer salí y todavía me duele la cabeza.
— Mal amigo— hizo un mal gesto— No me llevaste.
— Ni modo— le sonreí— bueno, me voy con el doctor Müller, ya sabes cómo se pone si llego 1 minuto tarde.
Me fui al área del hospital donde prestaba mi servicio. Estaba en apoyo en la sala de emergencia, esa sala era un caos cada día, llegaban pacientes atropellado, cortados, lesionados, en fin, casi al borde de la muerte. No se si eso me hacía valorar un poco más la vida y ver lo frágil que es el cuerpo humano. Cada día terminaba cansado y estresado.
Entre ese ir y venir del departamento al hospital no me había dado cuenta que ya había pasado un par de meses desde que vi a Sofía. A veces en mis momentos de soledad pensaba en lo inmaduro y caprichoso que me porté con ella. Me sentía enojado con la vida, enojado con mi padre, por todos los problemas que vivimos por su culpa, triste y decepcionado al ver que Laura se casó después de mi, sin más, con el que consideraba mi mejor amigo, ver que ella pudo continuar su vida y formar su familia me hacía sentir más miserable. Tan mal que traté a Sofía me hace sentir una carga en mi hombro.
Al salir del hospital fui al súper por unas compras. Me encontré a Sofía con una de las empleadas. Quedamos frente a frente. La empleada se retiró un poco.
— Sofía— ella hizo como que no me escuchó y dio la vuelta— Sofía, me alegra que estés bien— le tomé la mano.
— ¿Puedes soltar mi mano?— se volteó con una mirada llena de enojo.
Ella tiene toda la razón de estar molesta conmigo.
— Tranquila. No te pongas como gata ariscas.
— ¿Gata arisca?
— Podemos tomarnos unos tragos un día de esto.
— ¿Ahora tú quieres tomarte unos tragos conmigo? Qué irónico. No quiero.
— ¿Por qué tanto enojo?
— Todavía tienes cara para preguntar. No quiero recordar lo despreciable que fuistes conmigo. Déjame decirte que te odio tanto.
— Está bien. No es el lugar para hablar de esos temas. Cuidate.
¿Me odia? Sofía me odia. Es lo mejor. ¿Por qué la pienso tanto?
Llegué a mi departamento y llamé a Hernán.
— Ey amigo, puedes venir a mi casa y bebernos unas cervezas. Necesito un amigo para hablar.
— Llegó en diez minutos. Ando por aquí cerca.
Hernán llegó. Saqué unas cervezas y empezamos a tomar.
— Esto es raro que tú, el hombre más serio del mundo me llame para hablar. Tiene que ser grave.
— No. No es grave, solo que a veces no me entiendo. Ya sabes que me divorcié.
— Si. Nunca supe el porqué, porque tu ex esposa es una diosa.
— Me casé con ella sin amor. Tal vez sea por eso. Estaba enamorado de una mujer que compartía todo desde la niñez.
— ¿Por qué no te casaste con esa mujer? Perdon que te pregunte pero ya me dio curiosidad.
— Por mi culpa. Decidí casarme con Sofía para salvar la empresa que mi padre había llevado a la quiebra. El padre de Sofía pagó todas las deudas y levantó la empresa.
— Mmmm
Toma una cerveza y luego otra.
— He sido un tonto. He tratado a Sofía como que ella era la culpable de mis desgracias. La mujer que amaba se casó con mi supuesto amigo y ahora tienen una familia. ¿Por qué ella pudo continuar y yo no? ¿por qué ella logró enamorarse y yo quedé con mis sentimientos guardados? no le permití a Sofía acercarse de la manera que ella queria. Sofía me amaba tanto.
— Amigo, ¿Qué sientes por tu Sofía? A mi parecer estás enamorado de ella. Ya no sirve llorar sobre la leche derramada.
— Un día de estos fui a tomar a un bar y Sofía entró con hombre muy parecido, empezaron a tomar, él se puso muy cariñoso, ella se veía incómoda y me dio tanto enojo que la tomé de la mano y la jalé afuera del bar. No sé por qué hice eso.
— Eso son celos.
— ¿Celos? No tengo derecho de sentir celos. Cuando solo la he lastimado. Ella me odia. ¿Qué tipo de brujería es esta? Casado no la quise y la desprecié tanto que arrebaté su primera vez como un animal. Ahora ella me odia tanto que no soporta verme y yo me siento confundido.
— Pídele una segunda oportunidad. Dile que ya te diste cuenta de tus sentimientos.
— No. Yo solo la lastimo. ¿Por qué ahora siento esto?
— Porque la viste con alguien que no eras tú. Antes estaba seguro de su amor porque siempre estaba ella detrás tuyo pero ahora que ella no está, te das cuenta que si afloró algo en tu corazón por ella. Eso pienso.
Tomamos un par de cervezas más. Hernán se fue.
Tomé mi celular y la llamé. Eran las 1 de la mañana. Ella no contestó. Ya es tarde para empezar. Yo he sembrado desprecio y maltrato en ella y esta es mi cosecha. 5 años casado y hasta hoy me doy cuenta que me hace falta, me doy cuenta que si siento algo por ella.
Recordé esa vez que estaba con fiebre y ella me cuidó. Cerré mis ojos y las escena donde le hacía el amor esa vez la tenia muy vívida. Creo que la única vez que mi cuerpo fue sincero con ella. Ella no tenía nada de malo, ella es perfecta.
Le envié un mensaje a Sofía con la letra de una canción Eres la persona correcta en el momento equivocado de Río Roma,
Yo no tengo la culpa, de haberte visto tarde al pasar
De que el viento no nos puso en el mismo lugar
De que ya hubo alguien, que te hiciera soñar
Ni tu tienes la culpa
De que yo no sepa el tiempo regresar
Y no pueda las cosas acomodar
Ni borrar el pasado, ni los besos que has dado
Eres la persona correcta en el momento equivocado
Pero también eres lo más bonito que me a pasado.
Ella contestó.
— Eres un estúpido. Te equivocaste de persona— la llamé, ella me contestó.
— Sofía.
— No vuelvas a llamarme. Jamás lo hagas. Eres la persona que más detesto en ese mundo— colgó la llamada.
Yo solo quería decirte que me perdones y me des una oportunidad. ¿Me detesta?
Me fui a mi cama y quedé dormido. Cuando me levanté, desperté con un dolor de cabeza.
Dios mío y tengo que ir al hospital. Me bañé y aún así tenía que ir. Al llegar al hospital Hernán me miró.
— ¿No me digas que seguiste tomando? No dejes que ese tema te afecte. Habla con ella, tal vez puedas empezar de nuevo. He visto muchas parejas que se divorcian, separan y luego de un tiempo empiezan y se llevan mejor.
— No creo eso pero gracias por tus ánimos. Necesito algo para el dolor de cabeza.
— Envíale flores. Tal vez funcione. ¿Sabes cuáles son sus flores favoritas?
— Ni idea.
— Es enserio. 5 años y nunca le preguntaste.
— No.
— Con razón actúa así. ¿Sabes donde trabaja?
— No lo sé.
— ¿Qué sabes de ella?
— Que me detesta y que me odia. Sabes, me voy a emergencia a trabajar.
Llegué a emergencia. Busque una pastilla para el dolor de cabeza.
Al terminar mi turno pasé por una floristería y escogí unas Rosas rojas.
A todas las mujeres les gustan las rosas rojas. ¿Qué seria lo peor que pueda pasar?
Llegué a la casa de ella. La mansión donde viví 5 años. Toqué el timbre, una empleada llegó al portón.
— Ábreme. ¿Quiero ver a Sofía?
— Señor Caleb. La señora Sofía está descansando. Si lo dejo entrar puedo recibir un regaño.
— Dale estás rosas— la empleada las tomó y entró a la casa. Yo me retiré.
Llegando a mi departamento, una llamada de Sofía entró.
— ¿Dónde estas Caleb? — su voz estaba molesta.
— En mi departamento.
— Dame tu dirección. Quiero verte— le envié mi dirección. Ella colgó la llamada.
En menos de media hora estaba Sofía golpeando la puerta. Se nota que está molesta. Abrí la puerta. Me tiró las rosas en la cara.
— No vuelvas a enviarme nada. Eres patético. Así te burlas de mí— Sus ojos se humedecieron.
— No me burlo. Solo quiero que me perdones.
— Tu conciencia no te deja en paz.
La tomé de la mano y jalé adentro. Cerré la puerta. Le sostuve las dos manos porque quería pegarme en la cara.
— ¿Por qué eres agresiva? Tú no eras así.
— En esto me convertiste. Suéltame
— Si te suelto, tú me pegas.
Ella trató de soltarse, chocamos contra la pared. Le sostuve las manos hacia arriba. Miré sus labios carnosos y rosados. Mi corazón empezó a palpitar como loco. Evidentemente Sofía me gusta.
— ¿Qué haces idiota?
— ¿Ya no sientes nada por mi?
— No. No te amo— Me acerqué y la traté de besar pero ella apartó su cara.
Tomé sus dos mano con mi mano derecha y la presioné para que no se soltase y la mano izquierda sostuve su maxilar inferior, la besé a la fuerza. Ella me mordió.
— ¿No sentiste nada?
— Repulsión.
— Sofía creo que me gustas— ella me vio con una sonrisa en sus cara— Patético. Tú crees que voy a creer. 5 años y nunca llegaste a amarme.
Ella se soltó.
— No me vuelvas a besar en tu vida.
Ella salió de mi departamento tirando la puerta. Salí para verla. Ella subió a su auto y puso su cabeza al volante. Estaba llorando. Caminé hasta el auto pero ella al verme que me dirigía, arrancó el auto y se fue.
Los papeles se invirtieron. Las mujeres cuando las lastimas se vuelven muy rencorosas y muy difíciles de tratar. Aunque yo fui un animal con ella.
Entré a mi departamento y recogí las rosas del piso. Mis preciadas rosas, gracias a Dios que las venden sin espinas porque si no mi cara estaría llena de sangre. Puse las rosas en agua.
Revisé mis labios porque me dolían. Me mordió fuerte. Sofía parece un gato aristo. Aunque sentir sus labios me hizo darme cuenta que la amo.
Voy a enamorarla, voy a hacer que la Sofía con la que me casé vuelva a enamorarse de mi. Será difícil porque no se qué le gusta a ella. Antes nunca me importó de nada asi que no puse atención a esos detalles cuando vivimos juntos.
Entré a Facebook y revisé su perfil, tal vez podía encontrar algo que a ella le gustase. Vi una foto reciente de ella con un chico en un café. ¿Ella sale con alguien?
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Comments
Adriana Sanchez
Es un completo estúpido, no saben lo que quieren hasta que lo ven perdido, idiota, pues si le da la oportunidad que sufra, que lo haga ver su suerte, que llore y sufra por ella el idiota 😡
2025-02-13
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Madelein 😍
que hombre más tonto ahora sí la ama falso
2024-08-22
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Miriam Telleria
Un sentimiento típico, no se valora lo que se tiene hasta que lo pierde, doloroso pero real
2024-05-17
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