15

El cielo estaba cubierto de nubes grises, y al contrario de otros días, el viento chocaba contra su rostro con fiereza, como si quisiera castigarla. Su campera apenas podía protegerla, y como si no fuera suficiente, unas cuantas gotas cayeron sobre su rostro. Aún con todo eso en contra, Amber no se detuvo, siguió su camino hasta que llego a una lápida con 4 ramos de flores en frente. Acarició con lentitud la foto, sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas.

—Este es mi castigo ¿Verdad?, no hay manera de que pueda escapar de esto. Es lo que merezco.

Fijo su vista en el nombre que adornaba la descolorida lápida "Elena Flores". Sin poder evitarlo, los recuerdos de aquella noche llegaron a su mente. La policía había cerrado el caso afirmando que había sido un robo y que su estado se debía a que todavía estaba en estado de shock, fue eso mismo lo que le repitió a Dayana. Prefería guardarse lo ocurrido para ella misma ¿Qué podía decir? ¿Qué su pasado la estaba atormentando? No, se negaba rotundamente a hablar de ello. Paso dos días encerrada en su cuarto, sin querer salir ni siquiera para comer. De no haber sido por Dayana que se mantuvo a su lado estaría en un estado mucho peor. Ese día en particular algo la impulso a levantarse de su cama e ir a visitar la tumba de Elena.

—De verdad lo siento mucho —repitió con la voz rota, dejando caer unas cuantas lágrimas —. Yo nunca quise que te pasara esto, lo juro.

Como era de esperarse, nadie respondió. Las solitarias gotas que hace momento caían incrementaron de un momento a otro, pasando de ser una simple llovizna a una lluvia en toda palabra. No podía quedarse más tiempo ahí, así que se levantó con piernas temblorosas y salió del cementerio. Dayana no sabía que había salido, ya que escapo cuando ella fue a comprar unas cosas, estaba segura de que le esperaba un buen regaño a penas cruzara la puerta con ese aspecto.

La poca gente que todavía caminaba por la calle la miraba con desagrado o lástima, pero ya se había acostumbrado a esas miradas, no eran tan importantes en ese momento.

Cuando por fin llego a su casa, Dayana la esperaba con los brazos cruzados y el ceño fruncido, visiblemente enojada.

—¡¿En dónde estabas?!, ¡¿tienes idea de lo preocupada que estaba?! Amber, ¡casi llamo a la policía!, ¡estuve muy cerca de hacerlo!

—Fui a ver a Elena —informó, sacándose el abrigo y dejándolo tirado en el piso, sin importar si manchaba algo.

Dayana se quedó en silencio, al parecer sin haber esperado esa respuesta. Sus ojos vagaron por la casa, como si pudiera encontrar algo en las paredes, antes de centrar su atención de nuevo en Amber.

—Estás hecha un desastre —dijo en su lugar, evitando el tema —ve a darte un baño antes de que te enfermes.

—¿No vas a decir nada? —cuestionó con la voz apagada, bajando la mirada y apretando los costados de su remera.

—¿De qué?

—Elena...

—Ella... Bueno... —dejo escapar un suspiro, pasando una mano por su cabello y asintió para sí misma —primero vamos a centrarnos en Amber ¿está bien?, no quiero que enfermes. Ve a bañarte, después vamos a hablar de lo que desees.

Amber quiso negarse, decir que en realidad ella no importaba en ese momento, pero cuando abrió la boca lo único que salió de ella fue un estornudo. Resignada, no tuvo otra opción más que ir a darse un baño.

Una ráfaga helada rozo su cuerpo causándole un escalofrío cuando se sacó la ropa. El agua ya estaba caliente, lo que significaba que Dayana había tenido todo listo antes de que ella llegara ¿Tal vez planeaba bañarse ella? Podría ser, en ese caso se sentía un poco más culpable.

Se bañó rápido, sin permitirse siquiera disfrutar del agua, no podía hacerlo sabiendo que por su culpa ella ya no podría hacer algo como eso nunca más.

Dayana estaba parada cerca de la cama con una remera en las manos. Cuando se dio cuenta de su presencia la miro con confusión.

—¿Tan rápido?

—Sí, no tenía ganas de bañarme.

—Pero...

—¿Puedes irte? Tengo que vestirme.

Dayana abrió y cerro la boca, sin saber qué decir. Era la primera vez que Amber se comportaba de esa forma, como si fuera un robot sin sentimientos ¿Qué demonios había pasado esa noche? ¿Era posible que el robo la haya afectado tanto?

—¿Te vas a ir o no? —insistió.

—Ya me voy, te espero en la sala.

Por fin a solas, Amber se dejó caer sobre la cama con pesadez, sintiendo un dolor en el pecho, como si hubiera algo pesado sobre ella. Las lágrimas seguían amenazando con salir de sus ojos, pero se negaba a seguir llorando ¿Qué sentido tenía? ¿Acaso sus lágrimas podían hacer algo para cambiar el pasado? ¿Para borrar todo el mal que había hecho? La respuesta era no, entonces no valía la pena.

Se quedó en esa posición unos minutos, perdida en sus pensamientos, hasta que su cuerpo no soporto más el frío y no tuvo otra opción más que levantarse y vestirse, agarrando la ropa que Dayana había preparado para ella.

El ambiente se sentía un poco tenso cuando llego a la sala. Dayana estaba sentada en una silla mientras miraba sin mucho interés su celular, fue recién cuando se dio cuenta de su presencia que dejo el celular a un lado y apoyo ambas manos sobre la mesa.

—¿Me vas a decir que pasa?

—Yo...

—Amber, desde ese día estás demasiado rara ¿Me vas a decir que sucedió realmente? Porque no termino de creerme la historia esa de que se trata de un robo. Hay algo más, ¿verdad? Puedes decirme.

—Yo... Soñé otra vez con Elena, después me empece a sentir tan mal... Tan culpable, que veía su rostro en todos lados. No pude soportarlo —dijo con la voz quebrada.

Esperaba que Dayana pudiera creerle, ya que incluso si no era exactamente lo que había pasado, así lo sentía ella, como si un fantasma hubiera aparecido para atacarla. Pero fue mucho peor su mente trayendo una y otra vez los recuerdos de ese día, cuando todo se acabó.

—¿De verdad paso eso?

—Te lo prometo, no estoy mintiendo.

Dayana se quedó en silencio un rato, como procesando sus palabras, pero al final asintió convencida.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play