Parte 18

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Eli ya bastante abrumada por la celebración y las miradas constantes de su padre, como si fuese un gendarme que tuviera que asegurarse de que ella no cometiera ningún error decidió hacerle señas a Demian con la cabeza para que la acompañara.

-Ahora yo los dejaré un momento- le dijo Eli a su hermana mientras pasaba cerca de ella, tratando de que nadie pudiera darse cuenta de lo que estaba haciendo, Clara asintió.

-Solo toma decisiones con la cabeza fría- le contestó Clara acercándose despué a su papá, Eli no le entendió del todo pero lo decía porque ella y Damien estarian completamente solos, lo que no sabía era que no iban a ir a la habitación más bien saldrían a tomar aire al mar o al pequeño kiosco que se encontraba en el patio de la casa.

Cuando los chicos salieron al kiosco ambos se acercaron a contemplar el cielo en silencio, estaban muy concentrados en las estrellas y en sus propios pensamientos, Eli sobre la escuela y Dam sobre el muro invisible que separaba a Eli de él, el cual ahora lo sentía tan delgado como una hoja de papel; Dam miró a Eli y comenzó a contemplarla, por un momento le pareció un ambiente romántico, pensó en acomodarle el pelo y acariciarle la mejilla para después besarla, pero Eli sintió su mirada y lo volteó a ver.

-¿Qué sucede?- preguntó ella y Dam se puso tan rojo que ni siquiera pudo contestarle y solo se volteo para poder tomar una gran bocanada de aire y tranquilizarse lo suficiente para poder responderle, Eli se quedó esperando a que le contestara pero creyó que él no quería hablar de nada y solo se recargó en el barandal del kiosko mientras suspiraba.

-Nada…solo pensaba que desde aquí se pueden ver las rocas donde nos conocimos- dijo él aún muy nervioso y sin voltearla a ver, Eli miró detrás de ella y efectivamente Dam tenía razón, por lo que se acercó más hacia ese lugar sin salirse del kiosko.

-También se ve una parte del mar…o al menos eso parece, por ahí no hay luz- Dam volteó lentamente y al ver que Eli estaba de espaldas a él se acercó para mirar y en ese instante Eli volteó la cabeza haciendo que casi se besaran, Dam se quedó paralizado y Eli se hizo para atrás.

-¡Dam! Me asustaste- dijo ella tratando de disimular la impresión y el que ahora ella era la que estaba roja.

-Pe…perdón- dijo él aún sin poder moverse.

-¡Ah mira, tu hermana ya volvió!- Eli estaba un poco agitada así que hablaba gritando -¡Ivonne estamos aquí!- la hermana de Dam se acercó a ellos.

-Hola ya vine por él- dijo sonriéndole a Eli y ella asintió con la cabeza rápidamente, cosa que le pareció extraña pues cuando vio a su hermano notó que estaba un poco ido -¿Qué estaban haciendo antes de que llegara?- preguntó Ivonne pensando en los motivos por los cuales estaban actuando de ese modo, como si los hubieran cachado haciendo algo que no debían, y solo los miró entrecerrando los ojos.

-Nada…sí, es decir, mirábamos las rocas- dijo dam aun estando un poco en el aire y Eli asintió rápidamente, dejando muy desconcertada a Ivonne.

-Ya vamos a que te despidas- dijo Ivonne y se llevó a su hermano de los hombros, ese tiempo en el que se despidió fue suficiente para que el volviera en sí y cuando lo hizo se tapó la cara y se sonrojó totalmente.

-No puedo creer lo que acaba de pasar- Dam y su hermana ya estaban en la playa.

-¿Qué pasó?- preguntó Ivonne mientras se acercaban a la orilla del mar.

-Eli y yo casi nos besamos por accidente- dijo aun con las manos en la cara.

-Deja de taparte que te vas a caer- Ivonne lo regañó mientras lo empujaba para que no se tropezara con las rocas -no entiendo cómo puedes ser tan asertivo, tan intrépido y decidido en ciertas situaciones pero cuando se trata de cosas relacionadas con el cariño y el romance te vuelves tan blando y tan…pareciera que tengo otra hermana que es más romántica que nosotras- dijo ella suspirando mientras nadaban sin el collar puesto.

-¿Tú nunca te emocionaste por tu primer beso?- Ivonne se frenó precipitadamente.

-¿Aún no has besado a nadie?- ella estaba muy impresionada al ver que su hermano negaba con la cabeza -eso explica muchas cosas- dijo ella mientras volvía a nadar. Cada uno se dirigió a su habitación al llegar a su castillo, y al dia siguiente cuando el rey Adam le preguntaba a su hijo cómo les había ido en la fiesta el chico solo contestó que bien y sonrió de forma estúpida…ya saben, como cuando recuerdas a la persona que te gusta, un gesto que le confirmó al señor que su hijo estaba muy interesado en un aspecto romántico en la chica de la que había hablado hace unos días.